Si pensamos en la provincia de València, lo primero que nos viene a la mente son sus turísticos municipios de costa, masificados en la época estival. Pero si rascamos un poco más hacia el interior, en los pueblos de montaña, nos encontramos, por ejemplo, con Bocairent, una localidad que queda en la retina de todos los que la visitan.
Se trata de un precioso pueblo medieval ubicado en la Sierra de Mariola, en la comarca de La Vall d’Albaida, próximo a Ontinyent. Junto a su longeva historia, imprescindible es conocer sus curiosas cuevas -construidas por las antiguas civilizaciones que lo habitaron- y su espectacular casco viejo, repleto de calles empedradas que parecen un laberinto.
Todo ello ha convertido a Bocairent en, para muchos, el municipio más bonito de la provincia de València. Además, en 2021 fue nombrado Capital Cultural Valenciana.
Qué visitar
Momentos previos a adentrarnos en el pueblo, un buen consejo es hacer una parada en el cementerio, cuyo mirador brinda una de las mejores vistas de Bocairent. Desde allí se puede apreciar su bonita silueta, con una estructura de casas escalonadas, coronadas por el campanario de la iglesia.
Comenzamos entonces la visita en sí, realizando un recorrido alrededor del pueblo, la llamada Ruta Mágica, una vía circular de unos dos kilómetros y medio y dificultad baja. Es la mejor forma de descubrir el barrio medieval, pues el camino arranca en la Plaza del Ayuntamiento y pasa por el mirador de les Covetes dels Moros, antes de concluir sobre el barranco y la antigua fábrica textil.
Su precioso casco antiguo está lleno de calles empedradas que parecen todo un laberinto
Las cuevas
Sin duda, lo más singular de Bocairent son sus famosas Covetes dels Moros, un grupo de cuevas artificiales con orificios en forma de ventana, situadas en mitad de una pared de roca vertical a las afueras del municipio. Se pueden visitar de un modo guiado.
Existen más de cincuenta ventanas, que dan acceso a otras cámaras. Se disponen en tres o cuatro niveles, pero sin formar pisos regulares. En la actualidad la mayoría de las cuevas están conectadas entre sí, para facilitar la visita, pero para pasar de unas a otras se debe ir agachado o incluso impulsarse. Por esa razón es preferible no entrar si se sufre de claustrofobia.
Se calcula que fueron excavadas entre los siglos X y XI, y su uso todavía no está claro, ya que se piensa que fueron cámaras sepulcrales de épocas antiguas, graneros, cenobios visigóticos…
Las Covetes dels Moros es su principal reclamo turístico, pero se recomienda no entrar si se sufre de claustrofobia
Cava de Sant Blai
Frente a la entrada de las cuevas está la cava de Sant Blai, una enorme nevera en la que se almacenaba la nieve para posteriormente comercializar los bloques de hielo con fines terapéuticos y para la conservación de alimentos.
Se accede al recinto circular mediante una galería subterránea excavada en la roca. Su visita es igualmente guiada, dura poco menos de una hora y en el interior podremos observar paneles informativos con la historia del lugar y mapas con los diferentes neveros que había en la zona.
Su singular plaza de toros, excavada en piedra, fue inaugurada en 1843 y es la más antigua de toda la Comunitat Valenciana
Su casco antiguo
Continuamos la interesante visita con el propio casco antiguo de Bocairent, declarado conjunto histórico-artístico. Su trazado laberíntico, de estilo árabe, con subidas y bajadas, muestra escaleras, fuentes, callejones y plazas encantadoras.
Sobresale la iglesia parroquial de la Virgen de la Asunción, el símbolo más visible del pueblo: edificada en 1516 sobre un antiguo alcázar andalusí, en un principio en estilo gótico, adaptó tiempo más tarde una estética más barroca. Posee obras de Juan de Juanes, José Segrelles y Joaquín Sorolla, además de una cruz procesional del siglo XV.
Muy curiosa también es su plaza de toros, que, inaugurada en 1843, tiene el honor de ser la más antigua de la Comunitat Valenciana. Presenta, asimismo, la singularidad de estar íntegramente excavada en piedra, con un aforo para 3.760 personas.
Tiendas y museos
Finalizando el recorrido, no podemos olvidarnos de probar sus productos típicos -excelentes los embutidos- y entrar en alguno de sus numerosos museos. El más relevante es el Museo Arqueológico Municipal, que alberga una gran cantidad de objetos del Paleolítico Superior y la Edad Media.
Otros muy recomendables son el de Fiestas de Moros y Cristianos, que recoge una muestra de la vestimenta, programa de fiesta y partituras de las nueve comparsas de Bocairent; el Museo Antonio Ferri, exposición permanente de las obras cedidas al municipio por parte del pintor; y el Museo de Oficios y Costumbres, con una colección etnográfica estructurada en tres apartamentos fundamentales: el textil, el campo y la montaña, además de usos y costumbres de la zona.