Entrevista> José Ángel Asencio / Expresidente de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos (Crevillent, 18-enero-1950)
El próximo 27 de mayo tendrá lugar uno de los actos más sentidos de este Mig Any 2023 de los Moros y Cristianos de Crevillent. En el restaurante Las Palmeras, tras su correspondiente cena, José Ángel Asencio Alfaro recibirá el reconocimiento de Asociado de Honor otorgado por la Asociación ‘San Francisco de Asís’, como reconocimiento a su enorme trayectoria en el ámbito festero de nuestra localidad.
Por si queda aún algún crevillentino que no le conozca, hablamos de quien fue presidente de la asociación durante casi dos décadas, hasta que en febrero de 2020 dejó paso a la actual directiva presidida por Luis Manchón. En su vida profesional ha sido profesor de Primaria y Secundaria, ha trabajado en el mundo de los seguros y ostenta títulos universitarios que le acreditan como experto en protocolo y en marketing. Además ha sido presidente de la agrupación crevillentina de la Cruz Roja e incluso ha dado sus pinitos como actor.
¿Cuáles son tus primeros recuerdos de las fiestas?
De adolescente con mi pandilla de amigos. El primer año de las fiestas fue 1965 y como quinceañeros disfrutamos mucho de aquella edición original. Tanto que hacia un año y medio después nos surgió la idea de crear una comparsa para gente de nuestra edad.
«Fundamos ‘Los dragones de San Jorge’ porque no nos dejaron ser una comparsa de estudiantes»
¿Cómo se gestó el nacimiento de la comparsa ‘Dragones de San Jorge’?
Nosotros en realidad queríamos constituirnos como una comparsa de estudiantes, pero desde la asociación no nos dejaron. Según ellos solo podíamos ser moros o cristianos, y además tampoco nos permitieron llevar esa denominación. En un principio optamos por hacernos moros… pero al final nos dijeron que como ya había varias moras a nosotros nos tocaba ser cristianos (risas).
La verdad es que en aquella época no entendía por qué tanto purismo desde la asociación. Sin embargo, hoy en día sí creo que aquellos primeros impulsores de los Moros y Cristianos lo hicieron realmente bien de cara a construir los cimientos de nuestra fiesta.
Unos cuantos años después… ¿por qué decides integrarte en la directiva de la asociación?
Fue por el presidente de la asociación, mi amigo Enrique Manchón, que me propuso entrar para encargarme del tema del protocolo y las comunicaciones. Esto fue en 1993, es decir que ya no era ningún adolescente.
Lo cierto es que estuve muy a gusto ejerciendo esta labor durante años, hasta que en 2001 tanto el presidente como varios directivos deciden dejar sus cargos por motivos personales. Como aún restaban tres años de legislatura, me propusieron que asumiera la presidencia hasta que se celebraran las siguientes elecciones. Mi comparsa también me apoyó, así que di el paso con José Luis Talens como vicepresidente.
«Aunque las fiestas han evolucionado con el tiempo, ya desde el principio la mujer tenía un papel central»
Y partir de ahí… diecinueve años de presidencia.
Sí. Desde luego para mí ha sido un grandísimo honor poder ser presidente durante casi dos décadas y trabajar con muchísimas personas que realmente han sido los verdaderos artífices de sacar la fiesta adelante. Yo me encargaba un poco de coordinar la labor del resto de directivos, los presidentes de comparsas y demás actores. Me considero muy afortunado por ello.
Tú has vivido el 100% de la trayectoria festera de los Moros y Cristianos de Crevillent, desde su mismo nacimiento hasta la actualidad. ¿En qué dirías que ha cambiado más desde sus inicios?
Las fiestas de Crevillent han ido evolucionando conforme con el tiempo. Es decir conservando las esencias puras de los inicios pero también adatándonos a las nuevas circunstancias. Porque la propia sociedad te demanda que realices cambios.
Eso sí, nuestros Moros y Cristianos nacieron ya con el estatus de la mujer como participante de pleno derecho dentro de la fiesta. El primer presidente Jerónimo Maciá tuvo esta visión de que las mujeres y hombres debíamos hacer las fiestas juntos. Esto nos ha llevado a una serie de circunstancias familiares por las cuales ha ido pasando de padres y abuelos a hijos, así como de madres y abuelas a hijas. Ahora ya estamos en la cuarta, quinta e incluso sexta generación.
«Conseguir la Declaración de Interés Internacional fue un trabajo titánico»
¿Cuál dirías que ha sido el momento de mayor satisfacción en tu inmensa trayectoria festera? ¿Quizás cuándo conseguisteis la declaración de Interés Turístico Internacional?
Aquello fue un trabajo titánico, no solo mío sino de muchísima gente más. Nosotros estábamos convencidos de que las fiestas de Moros y Cristianos de Crevillent se lo merecía, y cuando uno está convencido siempre lucha más por muchas trabas que se encuentre en el camino.
No te engañaré, hubo momentos de desfallecimientos. Pero aún así seguimos empeñados en conseguirlo y eso nos hizo valorarlo todavía más cuando lo tuvimos. De hecho, si compruebas cuáles son las fiestas reconocidas como de Interés Turístico Internacional por el Ministerio que existen en España, te darás cuenta rápidamente que no es algo nada sencillo de hacer. Aquí la clave fue que aunamos esfuerzos muchas personas, tanto de la asociación como de la sociedad civil y de la política. Este trabajo acabó dando sus frutos.
Tu último servicio a la fiesta fue ejerciendo el papel de Ra’is el pasado año. ¿Te queda algún estamento aún por realizar?
Creo que no. Mira, quiero aprovechar esta entrevista para pedir disculpas por si alguna vez no he dado tanto de mí como los festeros esperaban. Pero mi mayor satisfacción siempre ha sido la gran cantidad de amigos que he hecho a lo largo de todos estos años. Eso es un tesoro de valor incalculable.
Desde luego para mí ser presidente de la asociación ha sido una de las cosas más importantes que he vivido en mi vida. Sucedí a tres grandes presidentes como fueron Jerónimo Maciá, Luis Serna y Enrique Manchón. Y estoy convencido de que con Luis Manchón más su junta directiva la fiesta seguirá avanzando hasta donde merece.
«Mi mayor satisfacción es la gran cantidad de amigos que he hecho durante mi trayectoria festera»
¿Hacia dónde crees que podrían seguir mejorando los Moros y Cristianos de Crevillent en los próximos años?
La fiesta siempre puede mejorar. Esto es un partido continuo en el que siempre tienes que tratar de subir, aunque sin perder la esencia. Lo importante es tener ilusionado al festero para que las generaciones sigan renovándose. Si desde niño adquieres ese cariño y amor a por los Moros y Cristianos, siempre notarás vibrar a tu cuerpo cada vez que escuches la música. Es muy especial tener ese contacto con personas que a lo mejor tardáis seis meses en veros.
Yo creo que las fiestas han seguido evolucionando desde que yo dejé de ser presidente. Actualmente la asociación está en muy buenas manos con Luis Manchón, quien ha sido un gran festero desde crío y ha pasado por casi todos los estamentos festeros. Todo y a pesar de que ha sufrido el hándicap de no poder realizar el programa completo durante dos años por culpa de la pandemia.
La verdad es que la actual directiva no ha podido tener más mala suerte. Entraron y en cuestión de semanas ya tenían una pandemia delante.
Desde luego. Por eso creo que debemos darles un voto de confianza para que puedan aplicar todas las ideas que ellos querían hacer, y que de hecho ya están haciendo. El tiempo ha jugado en su contra por las circunstancias que hemos vivido. Yo estoy convencido que están en el camino para seguir llevando la fiesta hacia arriba.
«Hay que dar un voto de confianza a la directiva actual porque han tenido muy mala suerte con la pandemia»
Desde el punto de vista personal, ¿qué te supone obtener este reconocimiento como Asociado de Honor?
Como festero por supuesto es un honor recibir esta distinción. Me gustaría hacerla extensible a todas las personas que han trabajado conmigo a lo largo de estos años. Uno solo no puede llevar un barco hacia adelante, y mi labor habría sido imposible sin la colaboración de mucha gente que me ayudó. Personas en muchos casos anónimas, pero que contribuyeron cada uno desde su lugar. Han cumplido con todos los encargos e incluso me han animado en los momentos de desánimo.
Así que mi mayor deseo es compartir este reconocimiento con ellos, ya que yo no he dejado de ser más que una cabeza visible. Al final las fiestas son una gran obra de teatro, y hay mucha gente detrás de las cámaras que la hace funcionar. Esto es un trabajo coral que además lleva muchas horas. Por eso es importante saber rodearte de personas que quieren a la fiesta tanto como tú, y que se esfuerzan incluso más por ella.
Quería aprovechar para preguntarte por tu faceta de actor. Recientemente trabajaste en la película ‘Espíritu sagrado’. ¿Tienes algún otro proyecto entre manos?
Sigo dentro del grupo de ‘Els teatrers’, que en su día se creó dentro de la propia Asociación de Moros y Cristianos, realizando obras y sainetes en lengua valenciana. Ahora estamos preparando una obra para junio con la que cerraremos el Mig Any.
Aparte de la película ‘Espíritu sagrado’, también he colaborado en varios cortometrajes realizados por la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH). Y si veo próximamente algún casting que me parezca interesante, pues me presentaré. Si me eligen bien, y si no pues de mil amores y a por otro (risas). La actuación es un mundo que me atrae, me sirve de distracción y además me ayuda a mantener las neuronas activas.