Las personas que vivimos en Alicante o provincia nos sentimos sumamente afortunados, ya que lo hacemos en una de las mejores zonas del país, con infinidad de atractivos y opciones para disfrutar o conocer: bellas calas y playas, singulares montañas, históricos castillos, municipios de gran renombre, deliciosa gastronomía…
De hecho, una de las frases más populares y repetidas es aquella que ensalza las virtudes del lugar, “Alacant, la millor terra del món” (Alicante, la mejor tierra del mundo). Lo que muchos desconocen es el origen de ese dicho, que vamos a descubrir en los siguientes párrafos.
Sin embargo, el orgullo alicantino del lema de la ciudad dista sensiblemente de su significado original, que no posee tanto glamour como nos gustaría. El origen se encuentra en el uso de la tierra para las labores de limpieza, pues hasta hace unas décadas se empleaba un tipo de tierra para asear los utensilios de cocina.
Tierra lavavajillas
La tierra era lo que realmente se llamaba ‘terreta d’escurar’ (tierra de lavar), un suelo arcilloso muy abundante en la provincia alicantina que, por su composición geológica, resultaba muy abrasivo y recomendable, pues tras unas buenas friegas dejaba el menaje de cocina como una patena. Hoy en día hay familias que mantienen esa antigua práctica.
Con el paso del tiempo, esa tierra de lavar se comenzó a comercializar y los adultos recogían ese producto tan barato -únicamente era necesario ir al campo para adquirirlo- para llevarlo a las tiendas de las capitales o a los almacenes.
Era tan alta la demanda, que incluso había ocasiones en las que, con esta peculiar tierra, regalaban un estropajo de esparto. Los vendedores pregonaban por los pueblos lo bueno que era su producto, que vendían como “la millor terra del món”.
Un lema de la ciudad que dista de su significado original, sin tanto glamour como nos gustaría
El lema se extiende
El producto viajó tanto y se hizo tan popular que pronto el resto de la Comunitat Valenciana empezó a emplear el popular lema, situación que a los alicantinos -muy arraigados a su territorio- no les hacía gracia del todo.
Se decidió que ese reclamo publicitario debía ‘volver’ a Alicante, y lo hizo de la mano de Marino Roca de Togores (escritor, político y orador, de Orihuela) y Manuel Bretón de los Herreros, periodista, poeta y militar de profesión, destinado diez años en Alicante.
Ambos coincidieron en Madrid, entablaron una gran amistad e incluso realizaron diversos viajes. Les unía el amor por Alicante y de Togores se convirtió en biógrafo principal de Bretón.
Pronto se extendió a toda la Comunitat Valenciana, situación que no agradó a los alicantinos
La carta y el himno
El 14 de abril de 1841, Roca de Togores le escribió desde Alicante una carta a su amigo, afincado definitivamente en Madrid, con el objetivo de ‘picarle’, recordándole las numerosas virtudes alicantinas.
La epístola relataba que “de Poniente a Levante, es sin duda Alicante la millor terra del món”, finalizando “en fin, Bretón, que hasta el postrimer instante, será para mí Alicante la millor terra del món”.
Muchos años más tarde, hacia 1896, el maestro local Juan Latorre Baeza compuso el himno de Alicante, interpretado por primera vez el 9 de enero de 1902 con letra original de José María Milego y Francisco Martínez Yagües.
La frase se incluye en el himno de Alicante, interpretado por primera vez en 1902
Sus virtudes
El eslogan publicitario se convirtió en el aforismo de Alicante, denotando ese orgullo de patria. Sin duda, si le preguntas a un alicantino por qué es “la millor terra del món”, enumerará infinidad de razones.
Primero nos hablará de sus más de doscientos kilómetros de playas, más de ochenta con el distintivo europeo de bandera azul -la provincia española con mayor número-, sus más de trescientos días de sol garantizados, la multitud de fiestas locales, con especial protagonismo de la Hogueras de San Juan, Moros y Cristianos o La Santa Faz, o los productos de calidad: vino, licores, calzado, mármol…
Pero Alicante también es cultura y arte, con poetas -de Miguel Hernández a Sempere-, restos arqueológicos y cientos de espectaculares castillos; deportes (acuáticos y de montaña, porque la alicantina es la segunda provincia más montañosa del país) y, por supuesto, una gastronomía fundamentada en el mar y la montaña, en arroces, en la ‘picaeta’, en repostería y en infinidad de turrones.
“Palante como los de…”
Otra popular frase es la de “palante como los de Alicante”, expresión coloquial que se utiliza para describir a personas que muestran una actitud decidida, valiente y determinada ante los desafíos que se le presentan en la vida.
Su origen se remonta a la Guerra Civil española, periodo en el que Alicante se encontraba en la zona republicana. Sus habitantes se enfrentaron a numerosos desafíos y adversidades, demostrando una valentía excepcional y una resistencia inquebrantable.