Entrevista> Gregorio Cortés y José Soler / Pte. y Pte. de Honor Asoc. Segundo Centenario de la Ermita de Sant Vicent del Captivador
La comarca de la Marina Baixa tiene una fiesta en abril con una particularidad muy bonita, una fiesta compartida por Altea, por l’Alfàs y La Nucía en un cruce de camino de los tres municipios. Ese cruce es la Ermita de Sant Vicent del Captivador y desde hace más de veinte años, con motivo del segundo centenario del templo, se formó una asociación para conservar y promover este enclave y esta celebración histórica.
Gregorio Cortés ha sido ahora nombrado presidente de la Asociación Segundo Centenario de la Ermita de San Vicent tomando el relevo de José Soler, que seguirá vinculado a la misma como presidente de honor.
«En 1803 se hace la primera fiesta de San Vicente, cuando se inaugura la ermita» J. Soler
Ha dejado usted el cargo de presidente. Han sido muchos años siendo la cara visible de la asociación.
José Soler (JS) – Sí, desde que se fundó la asociación. Y no hemos parado de hacer cosas.
¿Cómo ha evolucionado la asociación y cómo ha contribuido a la maduración de esta fiesta que, además, es la más antigua documentada de la comarca?
JS – La primera fiesta de San Vicente se hace en 1803, cuando se inaugura la ermita. En 1803, donde está la misma, es en el término municipal de Polop. Alfaz sigue siendo Alfaz de Polop. Entonces, no están puestos los términos municipales, no están delimitados. Y cuando se hace la ermita hay un pleito entre las autoridades civiles y religiosas de Polop.
Al final, se gana el pleito civil y el religioso, al no poder impedir la construcción de la ermita, la permitió con la condición de que nunca jamás pidieran nada al cura de Polop.
¿Quién impulsó la construcción de la ermita?
JS – El matrimonio de más poderío económico del momento, que vive enfrente de la ermita. Un matrimonio formado por un alfasino y una nuciera.
«Soy alfasino por una mitad, pero mis otros abuelos vienen del Captivador» G. Cortés
José fue socio fundador de esta asociación. Gregorio Cortés ha asumido la presidencia recientemente. ¿Cuál es su primer recuerdo, su primera vinculación con esta fiesta?
Gregorio Cortés (GC) – Ese recuerdo viene de parte de mi familia materna. Es un recuerdo vivenciado y oído. He escuchado siempre a mi madre la historia de su familia, que provenía de sus bisabuelos. Sus dos bisabuelos eran del Captivador. Ellos, ya con mi abuelo, tuvieron que emigrar, bajar un Benidorm.
Tenían, por aquello de lo que son los pueblos, sus apodos. Un bisabuelo era ‘El negro’ y la bisabuela era ‘Sombrera’. Son dos apodos que se mantienen allí, en el Captivador.
Pero eso cambia al llegar a Benidorm
GC – Allí se llamaron Los Xixos, pero siempre han mantenido ese recuerdo del Captivador. Cuando fundamos la asociación ya es dentro de lo que es la modernidad. Pero es muy importante esa vivencia.
Recientemente, por el fallecimiento de una prima de mi madre, estoy manteniendo ese recuerdo, eso que ellos vivieron, sus sensaciones y experiencia cuando han ido a la ermita, porque era lo que sentían de lo que le contaban sus padres.
Como en el caso de su predecesor, en su partida de nacimiento pone que es usted alfasino.
GC – Viene de mis bisabuelos, viene por mis raíces. Soy alfasino en una mitad, pero en otra parte, vienen mis bisabuelos del Captivador por parte de mi madre. De ahí, mi vinculación y mi cariño por la ermita y la zona.
¿Ustedes se conocen de toda la vida? ¿Cómo surge la idea de formar esta asociación?
JS – Pues con motivo del segundo centenario, al aparecer el libro fundacional en casa de mi abuela. Ahí estuvo la génesis, en el libro. Cuando apareció en el libro, supimos exactamente la fecha que la ermita se pone a funcionar. Y claro, rápidamente, quisimos celebrar el segundo centenario.
En ese momento, la ermita estaba medio abandonada y nos pusimos manos a la obra; en la actualidad la ermita está perfecta, exactamente como estaba antes de la guerra civil, cuando fue destruida. Está impecable: es la ermita más bonita de toda la comarca.
El esplendor de la ermita más antigua de la Marina Baixa la ha recuperado la Asociación Segundo Centenario
Esto fue en 2002. Han pasado veintiún años. ¿Cuánto ha contribuido la asociación a que la ermita hoy en día está en perfectas condiciones?
GC – Pues sí, la ermita está en perfectas condiciones porque, primero, el Ayuntamiento de la Nucía también ha colaborado para conseguir que sea Bien de Relevancia Local. La ermita es propiedad del ayuntamiento porque, como te decía antes, el cura no quería saber nada.
El Ayuntamiento de La Nucía ha colaborado, pero desde la asociación se han comprado imágenes tanto de San Vicente Ferrer como de la madre de Dios de los Desamparados, cuadros y candelabros.
Y la ermita es, además, una suerte de archivo de apodos.
JS – En la ermita puedes ver un mural de cerámica con los apodos de todas las familias, pero la cosa no quedó ahí. Juntamos a todas esas señoras y hemos hecho el árbol genealógico de todas las familias que vivían allí, y eso está guardado para que nuestros nietos puedan ir, buscar y encontrar quiénes son sus abuelos, quiénes son sus antepasados.
Hay mucho de nuestro pasado ahí que ayudan a conservar y a mantener. ¿Cuántos socios forman la asociación en este momento?
GC – Seremos alrededor de unos ochenta.
Y ahora asume la presidencia, ¿qué retos se marca? ¿Seguir con lo ya hecho? ¿Hay nuevos objetivos para dar una mayor difusión?
GC – Ellos llevaban muchos años y necesitan que cojamos el testigo. Pero nosotros queremos coger el testigo junto con ellos y es lo que el otro día, en la asamblea de septiembre, conseguimos. Nuestro sueño es continuar con lo que ellos tenían en mente. Seguir mejorando la ermita. Eso, para nosotros, sería un gran logro, y pienso que lo podemos hacer con mucha ilusión.