Una victoria, un empate y cuatro derrotas en seis partidos es el bagaje que deja tras de sí Raúl Garrido al frente de La Nucía, que ha tomado a última hora de la tarde de este lunes, apenas 24 horas después de la derrota en casa ante la Penya Independent, la decisión de prescindir de destituirle de manera fulminante.
El banquillo rojillo, que la pasada temporada tuvo un total de tres inquilinos, sigue siendo una trituradora. En la campaña del descenso de Primera a Segunda RFEF, la primera destitución no se produjo hasta después de Navidad, pero en esta ocasión no ha habido tanta paciencia y Garrido se ha convertido en la primera víctima de una situación límite que, por repetida, quizás no tenga su único origen en el banquillo.
En un comunicado oficial hecho público en sus redes sociales, «agradecerle su trabajo, dedicación y profesionalidad, además de desearle toda la suerte del mundo en sus nuevos retos».
Se espera que en las próximas horas se anuncie el relevo de Garrido al frente del equipo.