Siempre les hemos recalcado la belleza de nuestra comunidad autónoma, conocida por sus playas, monumentos históricos y gastronomía, pero también con numerosos rincones por descubrir y atractivos con los que disfrutar.
Nos referimos, en esta ocasión, a las maravillas que podemos observar desde las alturas, mediante nuestros miradores más bonitos. Veremos impresionantes panorámicas del mar Mediterráneo, de la montaña o de nuestros pueblos o ciudades.
Son centenares, que no podemos detallar todos, obviamente. Se trata de miradores naturales, algunos construidos por el ser humano, situados en la costa o en plena naturaleza, lugares que nos permitirán gozar de unas vistas únicas y todo lo que proporciona la Comunitat Valenciana.
Alicante
La de Alicante es, posiblemente, la que ofrece los más espectaculares, por la irregularidad de su orografía. En Xàbia tenemos el mirador de Ambolo, una espectacular cala que, junto a sus aguas cristalinas, ofrece unas bonitas vistas del Cabo de la Nau o la Punta de Moraira.
Muy próximo, en Dènia, está el que para muchos es de los mejores de nuestra región, el del Cabo de San Antonio, una extensión natural del Parque Natural del Montgó. Tras una ruta de cinco kilómetros, podemos visitar el faro y, en los días claros, divisar Ibiza y Formentera.
Ya en Benidorm, el mirador de la Cruz -que corona la Serra Gelada- brinda la mejor panorámica de la ciudad y su entorno. Sin embargo, su historia es bien curiosa y merece ser contada: la cruz fue construida en 1962 con motivo de una procesión religiosa en la que se protestaba por la autorización del bikini en sus playas.
Ofrecen bellas panorámicas del mar Mediterráneo, la montaña o nuestras localidades
Más opciones
La ruta circular del pantano de Relleu, por pasarelas de madera y de dificultad sencilla, posibilita adentrarnos en las profundidades del barranco y finaliza en un singular mirador con suelo de cristal, no apto para los que sufren vértigo.
Preciosas también las vistas que brinda la cima del Benicadell, junto al observatorio forestal, la Sierra de Aitana -de conservar en la retina la imagen que se ve del mar o el Puig Campana-, tras sorprendernos con el agujero de la Penya Forata, el mirador de Guadalest, con el cautivador embalse al fondo, el Forat de Bernia, el mirador del faro de Santa Pola…
Capítulo aparte merece Calpe, dominando toda la localidad desde lo alto de la cima de Oltà y, sobre todo, tras ascender al Peñón de Ifach, el pico más característico de la Costa Blanca. Es uno de los parques naturales más pequeños de Europa y se puede subir tras una exigente ruta.
En Alicante sobresalen los del Cabo San Antonio, el embalse de Guadalest o el Peñón de Ifach
València
En el interior de la provincia de València, el mirador de Jalance se asoma como un balcón natural al Valle de Ayora, de inagotable riqueza natural y monumental. La llegada hasta el mirador no es sencilla, pero el esfuerzo vale la pena.
Por su parte, el macizo del Mondúver, de 841 metros de altitud, en la comarca de La Safor, es un icono para los amantes del senderismo. Una vez en el mirador podrás observar preciosas vistas del Cabo de San Antonio, de la propia ciudad de València y de las playas de Gandía.
Desde la Creu de Cullera, anexo a las conocidas letras, tendremos una singular visión de la escasa huerta que rodea la población, gran parte de la Albufera o las playas de la localidad, desde el Cap Blanc hasta l’Estany.
Destacan en València los balcones de Jalance, de la Creu de Cullera o el del castillo de Chirel
Chirel, Cortes de Pallás…
El castillo de Chirel, en el término de Cortes de Pallás, esconde un apreciado mirador desde donde admirar la inmensidad del paisaje. Para alcanzar el lugar es necesario completar una ruta que se inicia en el bonito municipio de Cofrentes.
En el mismo municipio de Cortes de Pallás, en concreto en la aldea de Otonel, muy recomendable son los balcones del Naranjero, con vistas al embalse.
Otros miradores de la provincia valenciana son los del castillo de Navarrés, la ermita de la Mare de Déu de Xàtiva -y la cruz-; o los de Parpalló-Borrell, algunos con vistas al mar. También los que se aprecian desde las cruces de Genovés o Montichelvo, el Molló de Gandía o el Puig Agut de Llutxent.
La Calderona
Finalizamos este precioso repaso por nuestros balcones con el del Garbí, considerado uno de los más bonitos por su ubicación, en el corazón del Parque Natural de la sierra Calderona. Las vistas son sencillamente impresionantes, pues forma una imponente atalaya paralela al mar con vista de 360 grados.
Se vislumbra València, el puerto de Sagunto, las costas de Oropesa del Mar y la Sierra de Irta. Con un acceso aparentemente fácil, aconsejamos visitarlo al atardecer, a ser posible en otoño, para captar unas instantáneas únicas.