Entrevista > Eduardo Llopis Rocamora / Veterinario (Catral, 22-agosto-1966)
Eduardo Llopis es actualmente veterinario responsable de la Agrupación de Defensa Sanitaria Bovino de Engorde Vega Baja de Alicante, y de la Agrupación de Defensa Sanitaria de Ganado Ovino y Caprino de Rojales. Además, trabaja como profesor asociado de la Universidad Miguel Hernández en la Unidad de Tecnología Alimentaria, Área de Producción Animal.
Hemos hablado con él con motivo de este nuevo foco del virus de la lengua azul detectado en Orihuela.
¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?
La lengua azul es una enfermedad causada por un virus que, en el caso de los animales domésticos, afecta principalmente a las ovejas. Las vacas y las cabras también pueden contagiarse y actuar como portadores, aunque raramente enferman.
El primer síntoma es la presencia de fiebre alta. Dos o tres días después suele aparecer inflamación y erosiones en labios, cara, párpados y orejas, y una fuerte descarga nasal. Los carrillos y la lengua también se ven afectados por esas lesiones, pudiendo en algunos casos graves mostrar la lengua un color azulado, del que toma el nombre la enfermedad. Estos síntomas hacen que el animal no quiera comer, por lo que adelgaza rápidamente.
«El virus es transportado por mosquitos y afecta al ganado»
¿Cómo suele ser el pronóstico de los animales afectados?
Según la gravedad de las lesiones que presenten, los animales pueden morir en una semana o superar la enfermedad.
La mortalidad puede variar entre un 2 y un 30%, aunque malas condiciones ambientales o infecciones secundarias por otros gérmenes pueden condicionar el pronóstico y la evolución de la enfermedad.
¿De qué forma se transmite?
El virus se transmite entre los animales por medio de algunas especies de mosquitos de un determinado género, el género Culicoides. Son unos mosquitos muy pequeños y de patas cortas que están activos al anochecer y durante la noche, y se alimentan de sangre.
Los mosquitos se infectan con el virus al ingerir la sangre de un animal ya infectado, pudiendo propagar el virus al picar a un animal sano.
¿Puede llegar este virus a los humanos por transmisión o por consumo?
No, en ningún caso. Este virus no afecta al hombre.
«Gracias a la detección precoz, de momento no ha tenido ninguna consecuencia grave»
En particular, en Orihuela se ha detectado un foco de serotipo 4 de lengua azul en ganado bovino. ¿Cómo ha aparecido?
Gracias a que, debido a que este virus puede acarrear graves consecuencias para la sanidad animal y también para la economía, existe un programa de vigilancia con vistas a una detección temprana de la enfermedad.
Se colocan trampas para mosquitos en lugares estratégicos para detectar la presencia de las especies transmisoras del virus, y se busca la colaboración de explotaciones de ganado bovino para usar algunos de sus animales como ‘centinelas’, de forma que, a esos animales, se les toma muestras de sangre periódicamente para ver si presentan anticuerpos o virus en sangre.
¿Se detectó en este grupo de animales?
Exacto, animales centinelas que en el muestreo anterior no tenían anticuerpos ni virus en sangre, si los tenían en este último, lo que significa que el virus estaba circulando por la zona.
Gracias a la detección precoz, de momento no ha tenido ninguna consecuencia grave para las explotaciones, fuera de las medidas que impone la legislación para el control de la enfermedad.
¿Qué se está haciendo para frenar este brote?
Incluir toda la provincia de Alicante como zona restringida por lengua azul, y adoptar las medidas específicas de protección que establece la legislación.
Entre esas medidas destacan la vacunación urgente frente al serotipo 4 del virus de todos los ovinos y bovinos de más de tres meses de edad y, cuando comience el periodo de actuación del mosquito transmisor, entre abril y enero, se tendrán que realizar desinsectaciones en las explotaciones encaminadas a proteger los animales de este.
«Se vacunará al ganado ovino y bovino y se desinsectarán las explotaciones»
¿Quién asume el gasto?
La compra de vacunas corre a cargo de la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Los gastos relativos a la aplicación de la vacuna y las desinsectaciones las asume el titular de la explotación, aunque existe el compromiso por parte de la Conselleria de subvencionar todo o una parte de este gasto.
¿Es fácil controlar un brote de esta enfermedad?
Para controlar la enfermedad deberíamos impedir que los animales susceptibles recibiesen una picadura infectante de un mosquito.
Abordar el control total de los mosquitos transmisores es prácticamente imposible por cuestiones tanto ambientales como económicas, aunque la vacunación y las desinsectaciones en las explotaciones pueden minimizar el impacto de la enfermedad y controlar, en cierta forma, la infección.
¿Cree que se podría hacer algo más para prevenirlo?
No. La enfermedad ya estaba presente en provincias limítrofes con Alicante y hay que tener en cuenta que los mosquitos transmisores pueden ser transportados por vientos a decenas y hasta cientos de kilómetros, pueden venir en vehículos, etc.
Además, las temperaturas más suaves les está permitiendo colonizar zonas en las que antes no ocupaban. Lo único que se puede hacer es detectarlo precozmente para minimizar su impacto, algo que, en el caso de este brote, se ha conseguido.