Pau Durà / Actor, director y guionista de cine
Pau Durà (Alcoy, 17-febrero-1972), actor y director, nos recibe recién finalizado el Festival de Cine de Málaga para dialogar de su tercera película, ‘Pájaros’, aclamada en el certamen andaluz, donde uno de sus protagonistas, Luis Zahera, recibió ex aequo la Biznaga de Plata a la Mejor Interpretación Masculina.
Después de más de setenta títulos como actor, Durà nos muestra ahora su proyecto más ambicioso, una road-movie europea en la que lo más relevante “es el propio viaje (interior) de los personajes”.
De hecho, en ‘Pájaros’ también ejerce como guionista, junto a Ana Mª Peiró, circunstancia que todavía le une más con la historia. “Tenía en mente esta película desde hace seis años”, confiesa.
Aprovechamos la charla con el director alcoyano para que nos dé su punto de vista de cómo está el cine nacional, “quizás en el mejor momento de su historia”, y nos avance su próximo proyecto, una comedia al más puro estilo Woody Allen.
«Los paradigmas para ver cine están cambiando, y debemos tener en cuenta el gusto de las nuevas generaciones»
¿Cómo está el cine en la actualidad?
Es un buen momento para reivindicar el poder ver las películas en el cine, una experiencia muy satisfactoria y dónde se ven de verdad. Se crea, además, una comunión con el resto de espectadores, compartiendo la risa o la emoción con el que tienes al lado.
El cine está en forma, especialmente el nuestro, pero no se llenan las salas porque los films se ven en las plataformas, por medio de móviles o tablets. Están cambiando los paradigmas -una vuelta a los orígenes- y debemos tener en cuenta los gustos de las nuevas generaciones.
¿El nuestro vive su mejor momento de siempre?
Podría ser: se ha abierto un cine que antes estaba más en las trincheras. Se le reconoce a un nivel mucho más global y sobre todo hay mucha variedad, como hemos visto en el Festival de Málaga.
Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de Cine Español, remarcaba que hay películas muy de autor, con la llegada además de muchas mujeres directoras, algo muy bueno para nuestro cine.
Detállanos tus últimos trabajos como actor.
Han sido sendos papeles en las series ‘La ley del mar’ -sobre una historia real acontecida en alta mar- y ‘Un nuevo amanecer’, una comedia dirigida por José Corbacho y Belén Macías. Pese a que haya dirigido tres películas me sigo considerando actor.
¿Antes que director?
Son dos oficios completamente diferentes, que se alimentan, obviamente, porque yo no sería director si no hubiera comenzado primero como actor.
Mi trabajo principal es el de ser actor, aunque siempre quise escribir. Lo intenté varias veces, hasta el momento de dar el paso. Disfruto ampliamente en las dos facetas, pero evidentemente una es más compleja.
¿Comprendes un poco más las manías de otros directores?
Claro (ríe). Ahora voy a los platós con una gran disciplina, como siempre he hecho y respeto sobremanera su trabajo porque sé lo que hay detrás.
Entiendes mucho mejor la mecánica, empatizas más… Comprendes, por ejemplo, cuando cortan parte de tu papel en una película, porque no dejas de ser una pieza en un mecanismo mucho más largo y quizás no funciona en el conjunto.
No significa que hayas estado mal. Aprecias que remamos hacia el mismo lugar y que el actor no debe pensar únicamente en su papel.
«Yo no sería director si antes no hubiera sido actor, son dos oficios diferentes que se retroalimentan»
¿Qué es ‘Pajaros’?
Es una road-movie europea que cuenta el viaje de dos cincuentones, en crisis, que se necesitan en cierta manera uno al otro. El primero es Colombo (Javier Gutiérrez), que está en pleno divorcio, trabaja en un garaje -con un sueldo escaso- y precisa dinero.
El segundo, papel interpretado por Zahera, es un abogado aficionado al avistamiento de aves que requiere de un chófer -no puede conducir por un trauma del pasado- pues debe ir detrás de unas grullas que, según dice, han variado su curso migratorio.
¿A qué acuerdo llegan?
Tras acordar una cantidad económica, emprenden un viaje que les lleva en coche desde la Albufera de València hasta el Delta del Danubio (Rumania), pasando por países como Francia, Italia o Hungría, donde les suceden infinidad de historias.
¿La comedia es el género donde te sientes más a gusto?
Nunca me he desprendido de la comedia, pero ‘Pájaros’ en el fondo es un drama con bastante humor e ironía. Me es muy difícil separar una de la otra, como pasa en la vida.
Hacemos, de hecho, un retrato de personajes, donde el viaje más importante es al interior de las personas (de los personajes): recorren alrededor de 4.000 kilómetros para encontrarse a ellos mismos y solucionar sus problemas internos.
Para hacer un viaje interior necesito que haya ironía y, sobre todo, autoironía, no tomarse en serio en cierta manera.
¿Es tu trabajo más ambicioso?
Sin duda, especialmente en cuanto a infraestructura, rodaje y logística. ‘Formentera Lady’ sucedía en la isla, mientras ‘Toscana’ era prácticamente en un restaurante. Ahora hemos rodado por media Cataluña, Turín (Italia), Rumanía y se hablan casi diez idiomas, véase castellano, inglés, italiano, rumano, yiddish, francés, húngaro y esloveno.
¿Cómo ha sido trabajar con dos grandes como Gutiérrez y Zahera?
Un viajazo; han hecho un trabajo maravilloso, muy generoso, porque la película son ellos, completamente, están en todos los planos.
Tengo muy buena relación con los actores, como por ejemplo con Pepe Sacristán en mi primer film, y no le doy importancia a su popularidad, fundamentalmente porque conozco este oficio.
Busqué a ambos por varias razones: son grandísimos actores y dominan muy bien la sutileza en el drama y también en la comedia. Para esta película eran muy necesarios ambos aspectos.
«Nunca me he desprendido de la comedia, pero ‘Pájaros’ en el fondo es un drama con mucha ironía»
¿Qué tal rodar fuera de España?
Hemos tenido a un equipo muy implicado trabajando en las localizaciones. Uno de los alicientes de una producción así es la colaboración con otras gentes: el viaje que hemos hecho profesional y artístico para contar otro.
No es una historia narrada en un plató, sino que todo es natural, real, orgánico, y poder contar con actores de esos países es muy gratificante.
Aparece un tercer personaje, interpretado magníficamente por la gran Teresa Saponangelo -protagonista de ‘Fue la mano de Dios’, de Paolo Sorrentino-, una italiana que conocen en la Costa Brava y los acompaña hasta Turín.
Turín, una ciudad muy interesante.
Italia, bien sabemos, es un país maravilloso y Turín en concreto es una ciudad muy abierta. Allí empezó el cine, además del automóvil, como demuestra un museo.
¿En Rumanía fue más complicado?
Nos adaptamos. Recordemos que el cine rumano es, desde hace muchos años, de los mejores que se hacen en el mundo. No llega a las grandes salas, pero únicamente hay que contar las películas que han triunfado en festivales e incluso los Oscar.
Cuentan con una infraestructura muy importante, que nos ayudó, por supuesto. Es cierto que es muy dispar a la nuestra, porque Rumanía es un país en desarrollo todavía, con un carácter muy peculiar debido a la historia, que les ha hecho de una determinada manera. Pero a mí me fascina, es fabuloso.
¿Por qué no te reservaste ningún pequeño papel?
Preferí centrarme mucho más en la dirección, porque como he dicho ha sido un proceso muy complejo. Muy divertido, pero complicado, no únicamente el rodaje, sino el iceberg que hay debajo: cómo poder llegar a realizar este viaje, la financiación, que nunca sobra nada.
Pienso en esta película desde hace más de seis años, antes de rodar ‘Formentera Lady’.
¿Los dos actores los tenías claro?
Al escribir el guion, no, porque hay muchos cambios y agendas comprimidas. Se cerró meses antes.
«Colaborar con Javier Gutiérrez y Luis Zahera ha sido un viajazo, han hecho un trabajo extraordinario»
¿Qué recepción esperas del público?
Confío que les va a gustar, porque tiene un punto de melancolía, de humor, de ternura… Vamos a ver a un Zahera en un personaje que no ha hecho, pues estamos acostumbrados a verle en papeles violentos o mafiosos (‘La Unidad’, ‘Entrevías’ o ‘As Bestas’).
Hace muy bien a los malos y a los hijos de… y ahora, al igual de Gutiérrez, hace un trabajo muy fino, un personaje con mucha fragilidad. El espectador empatizará mucho con ellos y hará un viaje propio, sin trampa ni cartón. Todo es verdad, no hemos utilizado ni un solo croma.
Ha sido muy bien recibida en Málaga…
Participamos en la Sección Oficial del festival de cine y los diferentes pases de la película gustaron mucho, tanto al público -las risas en la sala eran continuas- como a la crítica. Estamos eufóricos a pocas semanas del estreno en cines.
Zahera recibió el premio a la mejor interpretación masculina, que recogí yo, y ambos -él mediante un vídeo desde Barcelona- se lo quisimos dedicar a Javi Gutiérrez, porque son una pareja en el viaje casi indivisible. El trabajo de los dos ha sido brillantísimo.
Por último, ¿qué nuevo proyecto tienes en mente?
Todavía sin nombre, será una comedia urbana en la que quiero acércame al mejor cine de Woody Allen, el que hizo en ‘Manhattan’ o ‘Annie Hall’.