Entrevista > Lorena Segura Abad / Profesora de matemáticas de la UA (Novelda, 17-mayo-1971)
En ocasiones nos preguntamos -ya lo hacíamos de jóvenes- si son útiles las matemáticas que estudiamos durante tantos años. La brillante profesora de esa materia, Lorena Segura Abad, nos resolverá ese y otros muchos dilemas, “pues las mates lo inundan todo a día de hoy”.
Opina en este sentido que se trata de una incultura científica, “porque se suele considerar inculto a aquel que no sabe de historia o literatura, mientras no pasa nada si eres deficiente en matemáticas”.
Transmitir conocimientos
Por otro lado, lamenta que en España apenas se destine dinero a la investigación, apuntando también la enorme burocracia que se tiene que superar. “Todo ello hace que notables matemáticos o científicos deban mudarse a otros países, que les ofrecen más presupuesto y facilidades”, señala con resignación.
Segura Abad comenzó sus estudios en Murcia, trasladándose posteriormente a la Complutense de Madrid (Alcalá de Henares), con la firme intención de dedicarse a la docencia, “lo que más me apasiona, saber transmitir mis conocimientos de una forma clara y motivadora”. Es profesora universitaria desde 1998, actualmente y desde hace muchos años de Matemática Aplicada en la Universidad de Alicante (UA).
«Cualquier tecnología o procedimiento actual contiene matemáticas: navegadores, móviles, ordenadores…»
¿Qué les dirías a los que aseguran que las matemáticas no sirven?
He dado clases a biólogos, estudiosos de las ciencias del mar, geólogos, físicos… y siempre me cuestionaban para qué me iban a servir las matemáticas. A todos ellos les digo que, en el mundo actual, sin matemáticas, no sería posible casi nada; estaríamos en un profundo caos.
Cualquier elemento tecnológico o procedimiento que utilizamos en nuestro día a día contiene matemáticas: navegador, teléfono móvil, ordenador, comercio electrónico… No podríamos vivir en el mundo que lo hacemos actualmente, pues las matemáticas lo inundan todo. Esa pregunta es la que desencadenó que decidiera, junto a dos compañeros de la universidad -Juan Matías Sepulcre y Julio Mulero-, fundar el grupo de divulgación Dimates.
¿Son cosas de los hombres, como decías en tu conferencia?
Cuando llegan efemérides relevantes para las mujeres, te das cuenta de que los porcentajes de matemáticos o científicos hombres es mayor (75%, aproximadamente).
En mi exposición, realizada en Elda, intenté dar algunas pistas de por qué sucede esa amplia diferencia.
¿Qué es Estalmat?
Es un enriquecedor programa que permite analizar y estimular el talento precoz. Comenzó en Madrid en 1998 de la mano de Miguel de Guzmán, gran matemático, y se ha ido expandiendo por todo el país; llegó a la Comunitat Valenciana en 2007.
Se seleccionan unos veinticinco niños de unos doce-trece años y durante dos cursos, todos los sábados, se les establece un programa donde se estimulan sus capacidades. Los chicos tienen una predisposición para el razonamiento y talento matemático.
«Uno de los mayores problemas es que los graduados no optan por la docencia, les buscan las empresas»
¿Ha tenido éxito?
Muchísimo. A los chicos les gusta tanto que, una vez finalizado, se les da la oportunidad de continuar dos años más. Se creó, de hecho, un grupo de veteranos, a los que se van sumando al finalizar el programa. Este grupo va mensualmente, no semanalmente como el otro.
¿Las nuevas tecnologías han mejorado el trabajo en las matemáticas?
La potencia de los ordenadores, sin duda, ha supuesto una mejora en cuestiones de cálculo y de tratamiento de la información, ahora mucho más precisa y veloz. Nos ayuda, por ejemplo, a encontrar más decimales del número pi, que es infinito.
«La sociedad se ha dado cuenta de que las matemáticas son muy útiles para optimizar todo tipo de procesos»
Precisamente, ¿por qué es tan importante el número pi?
Es un número irracional y tiene una trascendencia determinante, porque es la proporción que hay entre el diámetro y la longitud de una circunferencia.
Así, en cualquier problema en el que, por ejemplo, aparezca una circunferencia o la trigonometría, es un número clave, al igual que el número ‘e’ o el número ‘i’.
¿Tenemos buenos matemáticos en España?
Hemos tenido, tenemos y tendremos excelentes matemáticos. El problema reside en aquellos que necesitan subvenciones para llevar a cabo una investigación y no la obtienen, porque en España no se destinan muchos fondos a ello.
Otra de las cuestiones es la burocracia (documentación), que lamentablemente es horrorosa en nuestro país. En otros lugares les dan mayor presupuesto y facilidades para investigar.
¿El trabajo de un matemático está bien considerado?
En los últimos años, sí. Recientemente hemos vivido una pandemia en la que todo eran números, datos y estadísticas. Anteriormente no se era consciente de la importancia de las matemáticas en la sociedad.
¡Nos hemos dado cuenta de que las mates son muy útiles, que pueden optimizar todos los procesos y recursos! El problema que nos estamos encontrando ahora es que muy pocos de los que se gradúan se dedican a la docencia. Optan por empresas particulares, que les dan un mejor sueldo y están muy bien considerados.