El Ayuntamiento de Santa Pola ya ha anunciado quien será el protagonista del pregón de nuestras próximas fiestas estivales. El elegido es Antoni Mas Miralles, licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de València y doctor en Filología Catalana por la Universidad de Alicante.
La casualidad ha querido que el pregón caiga justo el mismo día (31 de agosto) en el que Antoni entrará oficialmente en la jubilación. Este distinguido santapolero pondrá fin así a una extensa trayectoria profesional, en la que ha ejercido de profesor universitario y director del Instituto Interuniversitario de Filología Valenciana de la Universidad de Alicante. También es autor de multitud de estudios y libros, con su pueblo natal como su campo de investigación preferido.
De joven, ¿por qué decidiste estudiar filología?
Siempre he tenido un gran interés por conocer cosas, y especialmente lo que me es más cercano. Pienso que para cualquier persona es una tendencia natural querer saber por qué hablan así en su pueblo o de dónde vienen las tradiciones locales.
En un principio yo entré en la carrera más interesado por la literatura, pero con el tiempo comencé a realizar estudios cada vez más lingüísticos que literarios.
¿Cómo te surgió lo de escribir libros sobre tu pueblo?
Ya incluso cuando iba al colegio participaba en el periódico escolar. En 1981 empecé a colaborar en el libro de fiestas y desde entonces ahí sigo ininterrumpidamente. Luego quise recoger toda la toponimia de Santa Pola, ya que es algo que me interesaba mucho cómo filólogo. Por ejemplo quería saber por qué tal barranco, camino o calle se llaman así. Las cosas no son porque sí, siempre hay alguna razón.
A partir de entonces si tenía que investigar cosas de historia, dialectología o sociolingüística siempre pensaba… pues mejor si lo hago de mi pueblo. Hay que saber unir ciencia y pasión.
«He estudiado mucho la realidad de Santa Pola porque me gusta unir ciencia y pasión»
Tu última publicación ha sido el ‘Diccionari santapoler’ que ha tenido un gran éxito popular…
Es que todos los valencianoparlantes pensamos que hablamos mal o que nuestra variedad lingüística es incorrecta… pero eso no es verdad. Esto son prejuicios de las lenguas minoritarias. En realidad igual de bien o mal hablamos valenciano como podemos hablar castellano, pero al ser una lengua más prestigiosa nadie repara en ello.
Con este trabajo he pretendido recuperar palabras locales y poner en valor que nuestra variedad es tan buena como cualquier otra. La verdad es que me alegró mucho que la primera edición se agotara en dos días, y que la gente se apuntara incluso en una lista para reservar su ejemplar de la segunda edición. Quiero pensar que esto también se reflejara en un mayor uso de la lengua, ya que desde el punto de vista sociolingüístico el valenciano no está pasando por una buena época.
¿Qué dirías que distingue más la jerga santapolera al hablar que tienen otros pueblos?
Tenemos muchos localismos, como en cualquier otra población. Una característica particular de Santa Pola es que conservamos muchas palabras medievales, lo que se llaman arcaísmos.
Además, por supuesto en una sociedad tan marinera hay muchos términos o metáforas relacionados con el mar. Por ejemplo en Santa Pola no subimos al coche, sino que “embarcamos al coche”; o tampoco giramos a la derecha, sino que ‘tiramos para estribor”. Esto es lo que se llama etnolingüística, del mismo modo que en Elche tienen muchos localismos relacionados con el calzado o en Alcoy con el textil.
«Los valencianoparlantes pensamos que hablamos mal, pero no es así»
¿Tienes algún otro nuevo libro en ciernes?
Sí, tengo uno que marcará mi final de carrera universitaria activa. Es un estudio sobre el valencià santapoler desde varias perspectivas como la sociología, la dialectología, la etnolingüística, la geografía, la historia, etc.
En realidad es una acumulación de trabajos publicados a lo largo de mi carrera y otros inéditos estructurados de forma ordenada, corregida y aumentada. Mi idea es presentarlo hacia el otoño. Yo pensaba jubilarme con la alegría de publicar este libro como un regalo al pueblo… aunque ahora es el pueblo el que me ha hecho un regalo a mí.
¿Cómo es tu vinculación con nuestras fiestas? ¿Eres muy festero?
Hay muchas formas de ser festero. En mi caso yo he formado parte de la Penya el Tro. Hará unos veinte años un grupo de amigos decidimos recaudar dinero para disparar una mascletá el 7 de septiembre, la víspera de la Virgen de Loreto. Normalmente todas las actividades festivas las hacía el ayuntamiento… salvo ésta que era nuestra mascletá (risas). Ahora afortunadamente el consistorio ha continuado con esta tradición.
No suelo salir en los Moros y Cristianos, pero no porque tenga nada en contra sino porque no se ha llegado a dar la circunstancia. Lo cierto es que me siento festero desde toda la vida.
«Estuve entre los que organizamos la primera mascletá de la Penya el Tro»
¿De qué forma reaccionaste cuando te anunciaron que serás el próximo pregonero?
Al principio fue toda una sorpresa y necesité pensármelo un poco, pero ahora estoy contento y feliz. Es una satisfacción verme compensado por el pueblo después de haber publicado tantas investigaciones sobre Santa Pola. Siempre es grato que se acuerden de uno. Tampoco es que hubiera sido una injusticia lo contrario, ni habría pasado nada por no haber sido pregonero… pero es detalle muy bonito.
La verdad es que no se me ocurre mejor fiesta de jubilación…
Desde luego (risas). Precisamente a las doce de la noche en el día del pregón estaré ya jubilado de forma oficial. No lo hemos hecho así a propósito, pero es una curiosa coincidencia.