Entrevista > Vicente Castillo y Sergio Ortiz / Arquitecto e ingeniero (Catral, 2-diciembre-1980 y Alicante, 18-junio-1974)
La Inteligencia Artificial (IA) ya está aquí, una herramienta que ni podamos ni seguramente debamos parar. La siguiente cuestión es cómo nos va a afectar, si se perderán muchos empleos y de qué modo nos sabremos adaptar, porque esa es la clave: dominarla para nuestro beneficio, como ya pasó anteriormente con la llegada de Internet.
Es un tema candente que queremos tratar con dos especialistas de la materia, Vicente Castillo y Sergio Ortiz, quienes precisamente han desarrollado una plataforma informática, ‘RL-Energy Plus’, que simplifica el proceso de entrenamiento de agentes inteligentes.
El inicio
Hace unos años Sergio comenzó a interesarse por la IA, y tras formarse en la tecnología “necesitaba encontrar excusas que me permitieran aplicarla a la realidad, pues no lo hacía en mi día a día”. Lo hizo primero con un amigo ingeniero industrial, uniéndose poco después Vicente.
Ahora, estos dos genios -que recuerdan un poco a los de la serie ‘The Big Bang theory’- optan a un premio de la multinacional japonesa NTT gracias a su proyecto que persigue hacer edificios sostenibles.
«La plataforma ayuda en la energía de los edificios y puede tratar otros tipos de problemas» S. Ortiz
¿En qué consiste exactamente vuestro proyecto?
Vicente Castillo (VC) – Hemos desarrollado una plataforma informática, ‘RL-Energy Plus’, que integra un motor de simulación de eficiencia energética de edificios con una técnica de IA denominada Aprendizaje Reforzado Profundo.
Esta IA, aplicada a un edificio en concreto -en el que estamos haciendo una simulación energética-, nos permite encontrar un patrón de uso óptimo para un objetivo que nos marquemos, como puede ser mejorar el confort minimizando el consumo energético.
Sergio Ortiz (SO) – La plataforma no solo ayuda en la energía en los edificios, sino que puede tratar otros tipos de problemas, utilizando nuevos simuladores. Paralelamente se pueden emplear otras técnicas, complementarias al aprendizaje reforzado profundo.
Es decir, hemos hecho una abstracción del proceso de aplicar IA a un problema.
¿Los beneficios pueden ser muchos más?
SO – Por supuesto. Empezamos con simuladores para edificios y nos hemos dado cuenta de que existen otros simuladores que posibilitan ver cómo las ciudades coordinan la generación de energía, en ocasiones en agrupaciones de edificios, denominados distritos.
Es un mundo en el que la aplicación de la IA, mediante simuladores o datos generados, es muy habitual.
VC – Hemos hecho una especie de sistema que aprende a ‘jugar’ en un edificio con las variables que le dejemos tocar, como pueden ser subir y bajar persianas, manipular los termostatos del A/C… El sistema aprende cómo debe hacerlo para que esa sala esté a la temperatura adecuada.
¿Cómo fue seleccionada vuestra iniciativa por la multinacional NTT?
SO – En realidad trabajo para NTT Data, que es una de las divisiones de esta gran compañía, la Telefónica de Japón. Lanzaron un concurso de sostenibilidad entre los proyectos que habían hecho todas las divisiones. Para que nos hagamos una idea de la dimensión de esta empresa, solo la división de NTT Data tiene alrededor de 190.000 empleados.
Aunque se trate de un concurso de mi compañía, la plataforma que hemos creado es un proyecto personal nuestro, entre Vicente y yo. No es un caso usual, pero nos dejaron participar. Se presentaron 156 y nos quedamos unos cincuenta.
«El sistema ‘juega’ con las variables que le dejemos, como subir y bajar persianas» V. Castillo
¿Cuál ha sido la metodología de trabajo entre ambos?
VC – Ambos nos conocimos hace muchos años, en otro contexto, y mantuvimos el contacto y la amistad por medio de diferentes foros.
Los dos somos project mánager certificados; estamos en el circuito de gestión de proyectos de Alicante y ambos somos muy ‘frikis’ de la tecnología.
Y el germen de todo, ¿cómo surgió?
VC – Empezamos el proyecto hace cerca de cuatro años, poco antes de la pandemia, primero mediante videollamadas. Seguidamente, cuando estaba ya a un nivel mucho más desarrollado, quisimos poder testarlo en algún ejemplo real.
Hablé con el arquitecto, Antonio Galiano; quedamos los tres y surgió la oportunidad de analizar un proyecto en concreto, como si estuviéramos creando una vacuna y necesitáramos ratones.
¿Fue un caso real o dos?
VC – Finalmente dos, que nos planteó el propio Antonio. El primero fue una iglesia, en València, que tiene un problema de sobrecalentamiento, desajustándose a nivel de CO2, temperatura y humedad; y el segundo, el Auditorio de la Diputación de Alicante.
La universidad alicantina, que estaba haciendo sus propias investigaciones, solicitó un proyecto al Centro de Inteligencia Digital de Alicante (CENID) que tenía varias partes. El aprendizaje en la iglesia nos sirvió posteriormente para el auditorio. Entramos en la última fase de este proyecto del CENID con nuestra plataforma, para que se pudieran hacer experimentos de IA.
«No soy excesivamente optimista para ganar el premio; otros proyectos tienen mucho más presupuesto» S. Ortiz
¿Vais a tener que ir a Japón?
SO – Desconozco si iremos, pero en ese supuesto lo haré yo solo, por ser un tema interno de la compañía. En mayo publicarán quién ha ganado y no soy especialmente optimista, aunque serán varios los ganadores; en 2022 fueron doce.
Otros proyectos cuentan con presupuestos altísimos, de cientos de miles de euros -también con fuertes promociones-, y el nuestro es mucho más modesto.
¿Las opciones entonces son mínimas?
SO – No sé. Sí dudo que nadie con nuestro nivel de recursos haya podido hacer algo similar. Tendríamos una opción muy real si valoran el hecho de que no lo ha hecho una organización, sino dos personas durante los fines de semana.
Dentro de los valores de la compañía está el emprendimiento. Por lo tanto, desconozco si tenemos muchas o pocas posibilidades.
VC – Somos un poco David contra Goliat (ríen).
¿La IA nos va a cambiar tanto la vida?
SO – Absolutamente sí. Lo más representativo es que ya hoy, y en unos años mucho más, ese deseo de “ojalá tuviera al genio de la lámpara en el móvil” ya se está produciendo.
Antes era un problema el acceso al conocimiento o tener una duda y disponer de algo que te la respondiera. Ahora el problema va a ser “qué preguntas le hago y qué quiero hacer”.
«Uno de los problemas de la IA va a ser qué preguntas le hago y qué quiero hacer» S. Ortiz
Ponednos ejemplos.
SO – Si anteriormente se precisaba de un equipo de especialistas para llevar a cabo una actividad o tarea, con una IA se reduce muchísimo esa necesidad, debido a que mucho del conocimiento especializado está condensado.
Además, puedes establecer un diálogo con esa IA, añadiendo vídeos, códigos… pues es multimodal, casi puede ‘entender’ cuál es el problema que estás teniendo y te ayuda.
¿La sociedad se hará todavía más individualizada?
SO – Intuyo, sobre todo, una mayor desigualdad, que se va a exagerar. La gente que sepa muy bien qué es lo que quiere y cómo ir hacia ello mediante esta herramienta va a tener una gran ventaja.
Como decía Sam Altman, un solo individuo va a montar una organización que facture un billón de dólares. Otros, en cambio, no se subirán a esta onda. Entonces, ¿cómo compites?
VC – El impacto de la IA está aún por ver. Su potencial es enorme, exagerado en algunos casos.
A nivel positivo nos va a permitir solucionar ciertas situaciones tecnológicas que sin ella sería imposible: ciencia, enfermedades… El trabajo de los químicos y bioquímicos, por ejemplo, se va a acelerar muchísimo.
¿Lo habéis vivido en vuestras propias carnes?
VC – Exacto. Nosotros mismos estamos viendo las dificultades de pasar del contexto de la aplicación de la IA en un ordenador a uno real. Es infinitamente mucho más complejo; entran en juego muchas más variables, de las cuales numerosas no modelizables para incorporarlas al sistema.
Negativamente, en algunas profesiones la obsolescencia va a llegar a una velocidad alucinante. Un ejemplo claro es el de traductor de idiomas, aunque otros dicen que la IA no va a suponer la pérdida de empleos, cosa que dudo.
«Mediante la IA el trabajo de los químicos y bioquímicos, por ejemplo, se va a acelerar muchísimo» V. Castillo
¿Está justificada la incertidumbre que tiene mucha gente?
VC – Sin duda, la misma que vivimos todos los de mi generación desde que acabamos el periplo universitario. Salí al mercado laboral y estalló lo de Lehman Brothers, colapsando en septiembre de 2008.
Estudiando pensábamos que un arquitecto sería una persona con un determinado estatus y calidad de vida, pero la actividad cayó un noventa por ciento. Seguidamente llegó la pandemia, guerra en Ucrania y en Oriente Medio… Por tanto, la incertidumbre es ya una constante con la que debemos saber vivir. La IA lo que hará es acelerarla.
¿Qué otros empleos están en peligro?
SO – No soy un experto en la materia. Lo que va a obligar a muchos es a cambiar nuestros roles, como es el caso de los diseñadores. A pesar de la IA, lo que se valora es su gusto y talento, por lo que, aquellos que se adapten, seguirán con su actividad, pero de un modo mucho más eficaz y eficiente.
Hay que moverse, ver cómo cambia el panorama. Está claro que, si quieres trabajar igual sin cambiar, en algunas áreas va a ser complicado. Cuando sucedió la Revolución Industrial, en el siglo XVIII, ya pasó; pero ahora será mucho más bestia.
Al inicio, recordemos, costó adaptarse a Internet.
VC – Existe un matiz del que apenas se habla, y no es tanto que te vayan a quitar el trabajo como el valor percibido por ese trabajo.
Volvamos al ejemplo de un traductor. Antes, traducir un documento de diez páginas costaba una semana o semana y media, mientras ahora se puede completar la misma función en treinta minutos, mediante DeepL Translate.
¿Entonces debe cobrar lo mismo? Y si lo hace, ¿cuánto tardará su competencia en pedir menos por la misma labor? Lo que puede suceder, sobre todo, es una pérdida de ingresos.
«Está justificada la incertidumbre que genera la IA, la misma con la que vivimos hace años» V. Castillo
¿La sociedad está preparada para este cambio?
VC – No, se necesita invertir a todos los niveles -como están haciendo en algunos países- y prepararnos para esto que viene.
SO – Está yendo tan rápido que ninguna de las estructuras sociales, no solo la economía, puede ir a su ritmo.
Puede que se disparen las depresiones, los suicidios.
VC – Incluso en esto la IA podría ser beneficiosa, en lugar de un elemento negativo, con asistentes que ayuden a esas personas.
El problema es que las instituciones están llegando tardísimo a esta evolución, y son empresas privadas las que por sus propios intereses están definiendo nuestro futuro más cercano.