El próximo día 13 de octubre se cumplirá el décimo aniversario de un hito histórico para el turismo de la ciudad de Benidorm. Aunque pueda parecer mentira en una ciudad que ha hecho del sector turístico su principal -o único- motor económico, y que presume de estar abierta al mar, no fue hasta hace sólo una década de la arribada a su bahía del primer crucero que jamás hizo escala allí.
En una imagen que ha quedado para la historia, y que de haberse producido hoy en día seguro que habría generado una larga retahíla de memes en las redes sociales, el gobierno local de aquel momento se volcó en la llegada de aquellos primeros cruceristas a los que buena parte de la corporación recibieron en el puerto, al más puro estilo ‘Bienvenido Mr. Marshal’, agasajándolos con souvenirs e, incluso, raciones de paellas.
Un puerto muy pequeño
Desde entonces, se han producido algunos otros intentos por convertir Benidorm en parada de las navieras que pasean turistas de punta a punta del Mediterráneo, pero esta tipología de negocio nunca ha llegado a cuajar en una ciudad que tiene en su infraestructura portuaria el gran escollo para ello.
El pequeño club náutico de la capital turística impide el atraque de grandes buques y, por lo tanto, cada vez que un crucero ha hecho parada en Benidorm, lo ha tenido que hacer anclando en la bahía y transportando a sus clientes hasta la ciudad haciendo uso de sus propios botes, una operación habitual para las navieras, pero que lleva pareja una complejidad logística mayor que la del mero desembarque en un puerto.
Tras la ciudad de Alicante, Benidorm y Guadalest son los destinos más demandados por los cruceristas
Cruceristas por toda la provincia
En cualquier caso, el de los cruceros sigue siendo un negocio con gran peso para la Costa Blanca y también para su destino más reconocido en todo el mundo. A pesar de la distancia existente entre la capital provincial y Benidorm, la ciudad de los rascacielos despunta como uno de los puntos de mayor interés para los cruceristas.
Roberto Martínez, director de la Asociación Costa Blanca Turismo y Cruceros, explica que “el porcentaje más importante” de los turistas que arriban a la provincia en estos buques “se queda en Alicante, pero el resto de destinos de la Costa Blanca juegan un papel fundamental”.
En octubre de 2014 Benidorm recibió su primer crucero, aunque la experiencia apenas se ha repetido
Benidorm, segundo destino
De hecho, Martínez afirma que la variada oferta existente en la provincia es considerada por los turistas “un factor determinante. Hay infinidad de destinos y de recursos como el industrial, el deportivo, el de golf, el náutico, el cultural, el histórico, el de fiestas… Hay tanta variedad y riqueza de puntos de interés turístico que el crucerista se siente muy satisfecho y se distribuye por toda la provincia”.
Otra fortaleza de la Costa Blanca en su conjunto es que “el crucerista no la considera un destino saturado”. Y todo ello, con Benidorm jugando, también pese a su ausencia de puertos para cruceros, un papel fundamental. “Fuera de la ciudad de Alicante, Benidorm, Guadalest y Elche son los puntos más demandados. De hecho, Alicante congrega el 36% de las visitas, mientras que Benidorm representa el 21%, Guadalest un 15% y Elche un 12%”, desvela el director de la Asociación Costa Blanca Turismo y Cruceros.
Los cruceristas no perciben la Costa Blanca como un destino saturado
Un puerto preparado
Ante la pregunta por los motivos que pueden haber llevado a que aquella experiencia pionera de 2014 no se haya repetido con asiduidad en aguas de Benidorm, Roberto Martínez explica que “me consta que se hizo esa experiencia hace unos años y no se ha vuelto a repetir por razones que desconozco, aunque supongo que será por cuestiones de comodidad”.
Además, apunta que “el puerto de Alicante está bien preparado, porque puede albergar hasta cuatro cruceros en un día. Ese tipo de experiencias se hacen en otros puertos, por lo que no es inviable. Hay lugares donde los cruceros no llegan al mismo muelle, sino que se anclan cerca de la costa y se acercan con sus propios medios”, aunque también apunta a las buenas conexiones de la provincia como un factor a tener en cuenta.
Quince navieras
Con Alicante, Benidorm y Guadalest como locomotoras de la industria crucerista en la provincia, Roberto Martínez se muestra optimista respecto al futuro de este tipo de visitas. De hecho, mirando al pasado más cercano, recuerda que “el año pasado fueron quince navieras distintas las que llegaron a Alicante y tienen casi memorizado el sistema de atraque”.
“MSC Cruceros se ha instalado en Alicante como puerto base y eso ha provocado un ‘efecto llamada’ de otras navieras. Se está trabajando mucho en acciones de promoción, pero el margen de mejora es todavía muy amplio y eso nos hace pensar que en los próximos años podremos alcanzar cifras que jamás hubiéramos imaginado”.