Entrevista > Raquel López / Periodista y escritora (Madrid, 31-enero-1974)
‘Amigas’ es la primera novela de Raquel López, periodista muy vinculada a La Nucía y al resto de la Marina Baixa por su trabajo cubriendo la información diaria de la región. Ahora, y aunque reconoce que le ha costado dar el paso, ha cambiado de registro compartiendo la autoría de esta obra con su amiga Alicia.
Este verano, su ‘tour’ de promoción la traerá a La Nucía para presentar un libro que se gestó en la pandemia, pero nació mucho antes, en una juventud que, como nos ocurre a todos los que rondamos la cincuentena, nos parece mucho más cercana de lo que en realidad está.
Has escrito este libro a cuatro manos junto a Alicia Pons, a la que, has comentado en alguna ocasión, llevas mucho tiempo sin ver. ¿Cuánto ha pasado?
Llevamos quince años sin vernos. Creo que la última vez que nos vimos, si no recuerdo mal, fue en mi boda o poco después. O sea, que hace una barbaridad de tiempo.
¿Y se puede escribir un libro sin ver a la otra persona?
Se puede… aquí está la prueba. Especialmente, si tienes complicidad con la otra persona y, sobre todo, gracias a todo lo que hay ahora de redes sociales o herramientas como Google Docs, que es lo que utilizábamos para mandarnos el manuscrito la una a la otra y poner ahí los apuntes.
A veces llegaba un momento que sí que era un poco complicado, porque necesitabas un poco de tiempo para darte cuenta de lo que se había cambiado. Yo escribía de una manera mucho más calmada y con mucho más tiempo, porque por mi trabajo puedo estar las tardes o, al menos, los fines de semana tranquila en casa. Mi amiga lo iba leyendo en sus viajes, porque es azafata de vuelo de viajes de larga distancia, en esos vuelos trasatlánticos.
Esto surgió de conversaciones de pandemia. Conversaciones no sólo entre Alicia y tú, sino con más amigas.
Exacto. Creo que la pandemia nos trajo cosas muy buenas a todos. En nuestro caso, fue querer reencontrarnos con esas personas a las que hacía mil años que no veíamos. Nosotras somos un grupo en el que hemos terminado cada una viviendo en sitios muy diferentes. Unas están en Madrid, otras en Londres, Málaga…
Con la pandemia, surgió Zoom y las videollamadas de WhatsApp, mucho más frecuentes, y a través de ahí, volvimos a conectar y a contarnos las mismas batallitas de siempre, como si estuviéramos en un bar.
«Una de nosotras lo estaba pasando muy mal. Estaba siendo maltratada y se abrió»
La necesidad de comunicarnos con el exterior de nuestros confinamientos.
Una de nosotras lo estaba pasando muy mal. Estaba siendo maltratada y se abrió. Cuando lo hizo, también se abrieron por ahí muchas de las heridas que desconocíamos de muchísimos años anteriores. Y a raíz de ahí, Alicia y yo decidimos sacarlo todo al exterior. Fue como una especie de terapia para todas.
¿Es un libro sobre un caso de maltrato?
No, es un libro que empieza con dos adolescentes educadas supuestamente en la igualdad y en el progresismo cuando Franco está a punto de morir. Nosotras todavía nacimos con Franco, pero ya venía la Transición y la libertad; aun así la sociedad no estaba preparada para eso y nuestros padres tampoco.
Una cosa es lo que te decían cuando eras pequeña y otra cuando llegabas a la adolescencia. Esos choques, esos enfrentamientos en los que te dabas de bruces contra la realidad; lo intentamos contar con mucho humor. Y luego sí, también las relaciones con los hombres… que no resultaron como en la Bella Durmiente.
Se habla de sexo, de drogas, de una suerte de crónica de los años noventa y de vuestra juventud, de cómo os ibais abriendo paso en medio de esas trabas familiares o sociales.
Claro, es que quien lo ha leído y ha vivido su juventud en Madrid o en Benidorm me ha contado que les recuerda un poco a sus propias experiencias, porque en aquella época lo vivíamos todo de otra manera.
Por supuesto, hay alcohol, porque las chicas entrábamos en todos los sitios gracias a copazos gratis para que los hombres entraran y bebieran mucho más. Era esa época. De ahí, claro, hay una etapa de drogas que pasa por Ibiza, porque la novela transcurre de Madrid a Ibiza, y luego ya continúa.
«He escrito mucho en prensa, pero nunca me he atrevido a hacer una narración así»
¿Para qué te ha servido escribir este libro junto a tu amiga Alicia?
Pues para pasármelo superbién con mi amiga. También es verdad que he estado semanas y semanas soñando con cosas, con gente y con experiencias de hace mil años que tenía bastante olvidadas. Me ha servido para arrancar. He escrito mucho en prensa, pero nunca me he atrevido a hacer una narración así.
¿Nunca habías salido del periodismo?
He escrito poesía, aunque no he publicado; pero en la novela nunca me había arrancado. No pensé que fuera fácil. Y no sé si es por haberlo hecho con mi amiga, pero me ha resultado muy sencillo.
En la portada aparecen las versiones más jóvenes de Alicia y tú. ¿Fue idea tuya?
Sí, pero la idea no era que esa portada se quedara fija. La editorial nos mandó una propuesta que yo vi como muy de novela romántica, y es que esto es la antítesis de una novela romántica. Lo último que hay aquí es romanticismo.
«Escribir este libro me ha servido para pasármelo superbién con mi amiga»
Sin embargo, por detrás aparece una alambrada.
Esa es la idea que yo quería transmitir. Estamos muy felices, somos muy jóvenes, estamos estupendas… pero estamos en una alambrada. Si nos movemos, nos pinchan. A mi amiga le gustó tanto que en vez de decirle a la editorial “queremos una portada como esta”, dijo “queremos esta portada”. Y como es mi amiga, me la encontré cuando ya estaba todo aprobado.
¿Lo han leído ya todas esas amigas que os reencontrasteis por videoconferencias durante la pandemia?
Algunas sí, otras todavía no, porque el libro acaba de salir ahora mismo.
¿Cómo han reaccionado las que sí lo han hecho?
Dicen que es un libro con el que te ríes mucho, que te llega y que te impacta.