Entrevista > Lluís Serra / Técnico de protección de especies de la Conselleria de Medio Ambiente (Alcoy, 8-agosto-1966)
Lluís Serra es un botánico apasionado y comprometido con la conservación de la naturaleza, y muy en especial de la que rodea al Medio Vinalopó, aunque ya llevaba años estudiando otras partes, incluyendo la síntesis de la flora de toda la provincia en forma de tesis doctoral.
Los doce años que lleva en el Vinalopó Mitjà le han permitido publicar tres libros: ‘La flora de Elda’ (2016), ‘La flora del paisaje protegido de las sierras del Maigmó y del Sit’ (2019), y ahora ‘El patrimonio vegetal de Monòver’.
Especies desconocidas hasta ahora
Este último libro, en el que ha acumulado más de 20.000 registros de 862 taxones (especies, subespecies e híbridos), supone una buena base para realizar mejores diagnósticos ambientales, y una ordenación territorial más acorde con los valores presentes en el municipio.
Durante su investigación, ha localizado diversas poblaciones de catorce especies protegidas, la mayoría de ellas desconocidas hasta la fecha en la zona. También hasta 140 especies que pueden ser consideradas como raras, endémicas o amenazadas en Monòver e, incluso, en la Comunitat Valenciana.
«En los campos de secano en los que no se utilizan productos químicos persiste una alta diversidad vegetal»
¿Con todos estos datos cuál es su diagnóstico?
El municipio de Monóvar es una zona de transición de los territorios semiáridos cálidos murciano-almerienses del sur de la provincia que llegan hasta aquí, y los territorios continentales semiárido-secos algo más fríos del interior.
Ello enriquece notablemente la zona, y produce la presencia de poblaciones relictuales de ambos ambientes, en zonas que actualmente presentan un clima algo distinto.
¿Está bien conservado?
En general el territorio tiene un paisaje bien conservado, o con usos sostenibles blandos como la agricultura de secano, ahora en riesgo por la proliferación de dos proyectos de parques solares sobre suelos no industriales.
¿Le ha sorprendido alguna nueva especie descubierta?
Durante el trabajo de campo hemos localizado algunas sorpresas, como una población de ‘Fumaria macrosepala’, una planta que habita en los roquedos umbríos de Monte Coto. Su distribución es conocida en el sur de la Península Ibérica y norte de África, y constituye la única localidad conocida en la Comunidad Valenciana.
Algo semejante ocurre con ‘Ziziphora aragonensis’, con un par de localidades antiguas en la Comunidad Valenciana que no se han vuelto a observar recientemente, y una nueva, que es la única georeferenciada y censada en este estudio.
«Las tres rutas recomendadas en mi último libro abarcan los diferentes ambientes más característicos»
¿Qué vamos a encontrar en este nuevo libro?
Además de los capítulos introductorios, hemos realizado un análisis de la vegetación y los hábitats presentes. Hemos recopilado unas fichas de las 862 especies, todas fotografiadas, con un mapa de distribución en el municipio, y diversos comentarios de interés en cada una de ellas.
Finalmente, un resumen de la flora y vegetación del Paraje Natural Municipal de Monte Coto y tres itinerarios botánicos recomendados.
¿Cuáles son las rutas que nos propone?
Las tres rutas recomendadas abarcan los diferentes ambientes más característicos del municipio. La primera se centra en el río Vinalopó y la rambla del Desetxat, donde se observa la flora y la vegetación ligados al ambiente del río, y los saladares adyacentes.
La segunda transita por la Rambla del Salitre, en la que se pueden observar buenos pastizales de orquídeas junto a matorrales sobre yesos, ambos hábitats protegidos y con diversas plantas igualmente protegidas en el ámbito valenciano.
Por último, el tercer itinerario se ocupa del Monte Coto, donde podemos observar fragmentos de vegetación forestal bien desarrollada, como coscojares, carrascales, e incluso un barranco muy húmedo con diversos ejemplares de roble valenciano.
¿Cómo describiría el papel de la botánica en la conservación de la biodiversidad?
Las plantas constituyen una parte de la biodiversidad junto con la fauna, aunque a diferencia de los animales, las plantas se nos muestran de forma continua, a través de multitud de especies.
Constituyen la base de los ecosistemas, por lo que sin ellas no podríamos existir, así que su estudio debería ser primordial para realizar cualquier actividad humana de forma sostenible.
«Me atraen las plantas rupícolas o las que se han adaptado a vivir sobre los cristales de yeso»
¿Qué plantas o flores le parecen más fascinantes?
En general me sorprenden muchas de ellas, por sus adaptaciones y soluciones para vivir en cualquier medio.
Tal vez las orquídeas, por haberlas estudiado de forma intensa los últimos veinticinco años; me parece una familia con gran interés. Ya le sucedió a Darwin cuando publicó su libro sobre las orquídeas. También me atraen las plantas rupícolas o las que se han adaptado a vivir sobre los cristales de yeso.
¿Cree que podría plantearse algún proyecto botánico en las zonas que protagonizan sus libros, para contribuir con la agricultura sostenible?
En los campos de secano en los que no se utilizan productos químicos persiste una alta diversidad vegetal, y numerosas especies de origen asiático o que comparten su distribución natural entre el Mediterráneo y Asia Central.
Estas plantas nos hablan de las migraciones humanas milenarias que se realizaban con las semillas de sus cultivos, y con ellas otras especies que convivían con los cultivos, por eso esas especies tienen un gran valor patrimonial.