Entrevista > Rafael Sabater / Cineasta (Alicante, 7-marzo-1968)
‘Problema de peso’ (1994), ‘Qué largo es un corto’ (1997), ‘Oro parece, plata no es’ (1998), ‘La denuncia’ (2005). Son los nombres de algunos de los multipremiados cortometrajes de Rafael Sabater (derrochando simpatía, todo facilidades), cineasta alicantino, cuya internacionalización alcanzó incluso para el pseudónimo artístico Ralph Shoemaker (Rafael Zapatero, por Sabater) y hasta trabajó con los técnicos de ‘Alien’ (1979).
En la actualidad, Sabater, junto a su pareja, se encuentra dedicado noche y día a su productora, Trébol Producciones, una de las punteras de la provincia en el campo de la imagen profesional.
«En Trébol puede decirse que todos somos como familia»
Me encanta la cantidad de fotos en que te veo junto a tu equipo en Trébol Producciones. Da una imagen más allá de lo laboral, de familia.
Es que en Trébol casi todos son ‘freelance’. Pero ya que hablas de familia, por ejemplo mi directora de fotografía es mi pareja, Patricia Gandon. Y mi hija Laura estudió imagen y también colabora con nosotros. Además, suelo trabajar siempre con el mismo equipo, que nos hemos conocido desde los cortos y ya sabemos cada uno lo que queremos, lo que podemos dar. Sí, puede decirse que somos una familia.
Trébol ya lleva un buen trecho recorrido, desde que se fundara en 1990. Entonces hacíais, entre otras cosas, BBC (bodas, bautismos y comuniones); hoy realizáis vídeos corporativos, publicitarios, videoclips…
Los tiempos de la BBC (ríe). Ahora estamos en un tiempo en que mandan las redes sociales, Internet. Se ha dinamizado además todo. Es lo que hacemos ahora, posicionando lo que filmamos. Lo de la BBC quedó atrás, aunque a veces hay que volver, siempre hay algún compromiso con los amigos.
Pero a mí eso me financió los cortos. Gracias a las bodas, yo podía hacer mis propias películas, así que les tengo mucho cariño. Además piensa que son una excelente escuela, y muchos que hoy están en esto empezaron precisamente ahí. No reniego para nada de ello, para mí ha sido fundamental.
«Siempre estás con la espinita de rodar algo argumental»
Siempre te he visto tras la cámara, filmando o grabando lo que tocara. ¿Vives lo audiovisual las 24 horas?
Sí que lo vivo, sí. Pero es que además, como te decía, mi pareja, Patricia, es mi directora de fotografía, así que directamente el trabajo nos lo llevamos a la cama. No desconectas nunca, estás en casa y estás pensando en ese plano, en aquella solución. Pero eso hace que estés más pendiente de tu trabajo, que puedas perfilar más lo que quieres hacer.
Con el audiovisual de enfoque profesional, al final espacias el cine de argumento. ¿Volverás?
Hombre, siempre estás ahí con la espinita de que quieres rodar algo. Y más ahora, que la tecnología es más fácil, asumible, y que no tenemos los problemas con los formatos que teníamos antes. Ahora es que la gente pasa a dirigir y ya de entrada te hacen no un corto, sino directamente entran ya con el largo.
Y yo, por ejemplo, he hecho cortos y siempre me ha quedado atrás el proyecto de largo. O no tengo tiempo, o me cuesta decidirme, porque ya tienes que dedicarte a buscar financiación y tal. Es complicado.
«Para un largometraje tendrías que dedicarte a buscar financiación»
Aparte de Trébol, te embarcabas en 2019 con el proyecto Servirov, empresa de servicios con drones submarinos. Aunque las actividades son mil, os basáis, en última instancia, en la cámara, siempre lo audiovisual.
Efectivamente, es algo muy basado en la cámara. Esto se desarrolló sobre todo durante la pandemia, cuando vimos que existía esa tecnología en que podíamos filmar con cámaras autónomas, sin necesidad de buzos. Y descubrimos también que allí había un mercado importante. Inspeccionar infraestructuras, vigilar lechos marinos, encontrar y recuperar objetos. O inspeccionar embarcaciones, algún yate hundido, pecios antiguos.
Es algo que nosotros hacemos desde el punto de vista de lo visual, como dices, lo fundamental es la cámara.
Esto ya es pura curiosidad, ¿sigue en pie el proyecto del largometraje ambientado en las Fogueres, ‘Corazón de papel’?
Si te digo la verdad, cada vez que vienen las Hogueras vuelvo a pensar en ello. Es otra de mis espinitas. Pero sé que ponerse ahora sería ponerse a intentar recibir ayudas, en instituciones locales, en la Generalitat. Piensa que no es un guion universal, que se trata de un tema muy local, y no hablamos ya de un corto, sino de un largo; pero claro que tengo ganas de poder rodarlo alguna vez.
Sí que me apetecería si alguien se decide a apoyarlo. Si hay algún productor entre los lectores, ya sabe (ríe). Hubo un año en que estuve a punto. Como aquí no veía ninguna ayuda, pensé en cambiar la historia a las Fallas, pero ni así. Aunque no lo descarto en absoluto.
Rescatando la memoria
Eres nieto de Pedro y Rosario Pastor, responsables de un establecimiento clásico, La Tienda de la Sal (1930-1986). Cuando tu abuela cumplió 100 años, hiciste un reportaje donde ella hablaba de sus vivencias en la Guerra Civil.
Aquel documental, y piensa que se trató de un regalo de cumpleaños a mi abuela, que ya va a para su 106 cumpleaños, puede verse directamente en el canal de Trébol Producciones, y cuenta historias muy interesantes. Como a mi abuela le encanta el programa de ‘Mi casa es la tuya’, de Bertín Osborne, hicimos eso, apoyándonos con filmaciones, fotos.
La verdad es que fue una privilegiada ya que prácticamente no sufrió durante la guerra, porque toda la familia se dedicaba a algo relacionado con la comida. Salvo el episodio del obús, que también cuenta. Pero ahí está todo, sus orígenes, porque ella es de Guardamar. Y la historia de mi abuelo, que fue de la ‘Quinta del biberón’; les llamaban así porque fueron muy jóvenes a la guerra.