Entrevista > Ángela Martí / Diseñadora de moda (Almoradí, 9-mayo-2000)
La industria textil es la segunda más contaminante del planeta, solo superada por la petrolífera, un dato impactante y preocupante que, al menos, todos debemos conocer porque todos somos consumidores de moda.
Una buena noticia es que la moda sostenible gana adeptos año tras año, y los mejores diseñadores y toda la juventud apuestan por estos diseños diferentes, cómodos y de calidad. Sin ir más lejos, encontramos a Ángela Martí, una joven diseñadora de Almoradí que ha apostado por lanzarse de lleno y emprender en su marca de moda baño sostenible.
¿Cuándo comenzó a interesarte la moda?
Siempre he estado muy ligada al mundo de las ciencias por mi familia y las profesiones que en ella se han ido dando y, aunque elegí el bachiller de la rama de ciencias, echaba de menos algunas asignaturas, aquellas en las que aprendía cultura, historia o arte, y en las que más podía desarrollar mi creatividad para expresarme… nada que ver con números y fórmulas.
Durante mi primer año en bachiller, tuve claro que no iba a estudiar ninguna carrera de la rama de ciencias: quería averiguar qué me iba a poder hacer feliz a largo plazo. Recuerdo que fue un año muy duro en el que me refugié bastante en mi abuela Loli.
¿Tuvo tu abuela algo que ver en tu decisión?
Así es, ella había diseñado toda su vida, patronando y cosiendo prendas no sólo para ella, sino para toda la familia; y, aquel año, pasé los ratos libres con mi abuela, haciéndonos modelitos para verano, aunque por aquel entonces yo únicamente me los imaginaba, ella hacía la magia.
Me encantó; era una mezcla entre las asignaturas que siempre me habían gustado y la posibilidad de poder crear un negocio sacando mi lado más emprendedor. Comencé a interesarme por el mundo de la moda y decidí escoger el grado universitario en Diseño de Moda.
«Creía que los bikinis eran fáciles de confeccionar por su tamaño, pero me equivoqué»
¿Dónde te formaste?
Mi camino cogió rumbo hacia Madrid, allí tuve la oportunidad de estudiar en la Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología (UDIT), y fue una experiencia increíble que me convirtió en una gran profesional del diseño de moda.
Llevas ya varios años diseñando moda de baño sostenible. ¿Cómo nace este proyecto?
Las ganas de crear un proyecto propio brotaron durante la cuarentena con mucha fuerza: entre clase y clase me aburría mucho y tenía la sensación de que estaba perdiendo el tiempo… Sentí que era el momento de darle forma a mis ideas y, sin tener aún conocimientos de muchas cosas, con veinte años y aún en segundo de carrera, decidí crear mi propia marca de moda sostenible.
Realmente la moda baño llegó a mi vida de casualidad, aunque es verdad que, con perspectiva, he entendido que este proyecto es un claro reflejo de mí y que todo tiene sentido.
«Moda low cost y moda sostenible son antónimos e incompatibles»
¿Cuál fue el motivo por el que elegiste diseñar este tipo de moda?
Pensaba que la moda baño (bikinis) eran prendas de pequeño tamaño y, por lo tanto, mucho más fáciles de afrontar a nivel de diseño y producción; pero sin saberlo, me estaba metiendo en el mayor de los retos de mi corta vida profesional, ya que la moda baño es uno de los sectores en moda más específicos y complicados, con sus propios tipos de tejidos, máquinas de coser, patronajes y un largo etc.
Tengo que añadir que, tras la cuarentena, nos esperaba un bonito verano, y no había nada que me hiciera más ilusión que aquel primer día en el que me volviera a bañar en mi playa favorita, El Moncayo de Guardamar. Seguramente, esto también tuvo mucho que ver con mi elección.
¿Por qué es tan importante para ti la moda sostenible?
Desde que comencé con mi proyecto tenía claro que iba a ser moda sostenible. Gracias a lo cerca que siempre había tenido en mi vida la ciencia y naturaleza, entendía a la perfección la necesidad de cuidar del planeta, los ecosistemas y el equilibrio natural. Fue así como empecé a interesarme también por la economía circular y la manera de introducirla de manera efectiva en el sector.
Los diseños nacen de la necesidad personal de no aplaudir los malos hábitos de la industria de la moda que me habían mostrado durante la carrera. No quería hacer daño a través de mi trabajo y pasión; quería aportar valor al mundo y quería hacerlo de la mejor manera posible.
«A veces es la propia industria la que nos crea la necesidad de comprar compulsivamente»
A tu modo de ver y con tu experiencia, ¿se interesa la gente por la moda sostenible?
¡Por supuesto! Nuestro público son mujeres muy conscientes con su estilo de vida y su impacto en el mundo; valoran la calidad, la artesanía y el amor de este proyecto, trabajamos ayudándolas a que tengan a su alcance productos afines con sus ideales y acciones conscientes.
También somos una marca vegana, y es algo que cada día más mujeres valoran. Estamos felices de poder llegar a tantas mujeres que invierten en calidad, diseños únicos y sostenibilidad.
Son muchos los profesionales que piensan que la moda sostenible es incompatible con la moda low cost, un modelo de negocio consolidado en el mercado español, moda de usar y tirar. ¿Cuál es tu opinión?
Bajo mi punto de vista, moda low cost y moda sostenible son antónimos y, por lo tanto, no pueden ser compatibles. La moda de usar y tirar es un grave problema y, por ello, decidí apostar por la moda baño avanzando hacia un modelo de producción más sostenible y circular.
«Recibimos y reciclamos bikinis en desuso para poder crear nuevos materiales y productos»
¿Qué cualidades destacarías de las prendas que comercializáis?
Todas nuestras prendas incluyen etiquetas inteligentes que permiten su futuro reciclaje. Estamos desarrollando constantemente nuevas formas de reciclar y reutilizar materiales, con el objetivo de alcanzar un residuo cero, y esperamos que, en los próximos años, podamos crear nuevos materiales y productos a partir de nuestro conglomerado textil obtenido de reciclar bikinis en desuso devueltos.
Nuestro compromiso e innovación mejora la sostenibilidad de nuestras prendas, y establece un nuevo estándar de impacto positivo en la industria de la moda baño.
¿Cuál es la diferencia que puede haber entre uno de tus diseños y uno de una multinacional del low cost?
Cada prenda es única por su combinación de diseño artesanal, ecodiseño y producción local. Utilizamos materiales sostenibles de alta calidad que garantizan mayor durabilidad y confort, entre ellos el Econyl, un nylon regenerado a partir de residuos reciclados como redes de pesca y otros desechos de textiles. Favorecemos la economía de kilómetro cero, con el 80% de nuestros proveedores en la provincia de Alicante.
Además, usamos técnicas de serigrafía y estampación digital que nos permiten crear estampados propios con esencia vintage, colores inspiradores y texturas retro, sin contaminar ni derrochar agua, reflejando la esencia del verano mediterráneo, con diseños que evocan recuerdos de la Costa Blanca. Todo esto asegura que nuestras prendas sean sostenibles, únicas y llenas de originalidad.
«Siempre he entendido la necesidad de cuidar del planeta, los ecosistemas y el equilibrio natural»
¿Crees que el futuro de la moda se inclina hacia la sostenibilidad?
Sin duda; es una necesidad que ya está cambiando las tendencias a nivel mundial. Las industrias y empresas que se niegan al cambio sólo miran su interés económico, sin entender que están tirando piedras a su futuro. Es una lucha de todos, y en algún momento será lo común y no la excepción.
Mis diseños seguirán ofreciéndoles una alternativa real en moda baño que no requiera de desaprovechar más recursos naturales ni contaminar, además de conseguir nuestra meta de residuo cero para todos los productos.
¿Qué les dirías a todas las chicas que tienen en la cesta de Shein bikinis para comprar para que elijan, en cambio, uno de tus diseños?
Cada uno es libre de elegir y comprar donde quiera. Entiendo que no todo el mundo da valor a las mismas características de una prenda o una marca, por ello existen tantos mercados. Hay una tendencia por el más es más, por querer tener un bikini de cada color, diseño o estampado y, a veces, estas compras tan compulsivas son producto de la gran necesidad que nos crea la propia industria y no necesitamos.
Ante esta problemática, también se encuentra el Greenwashing y la falta de información ante el impacto que tiene cada una de nuestras compras. Vivimos en un mundo muy conectado y al mismo tiempo ‘dormido’, con falta de criterio y crítica ante los demás y ante nosotros mismos.
¿Quieres dirigirte a nuestros lectores?
En mi proyecto nos dirigimos a mujeres conscientes que ya han hecho su propia reflexión interior: saben qué es lo que quieren y lo que necesitan para estar en equilibrio con sus creencias, su vida y sus acciones.
Por supuesto, animamos a cualquier persona que esté leyendo estas palabras, a que conozca de cerca nuestro proyecto o cualquier otro de moda sostenible para que, desde el conocimiento, puedan ejercer un pensamiento crítico sobre sus compras, lo que obtienen y lo que aportan al planeta y a la sociedad.