Amir Quadri Al-Yousef Penades es un artista singular, amante del dibujo, que comenzó a demostrar su innato talento “bien pronto”. Su técnica fue mejorando con el paso de los años, pese a reconocer que todavía le queda mucho que mejorar, “porque en el arte nunca se deja de aprender”. Se siente orgulloso de ser jordano y español al mismo tiempo, pese a que conoce Jordania únicamente de unas vacaciones. “Es un país precioso que alberga maravillas como Petra, el desierto de Wadi Rum, el Mar Muerto…”, confiesa.
Reconoce que le fascinan los retos que le plantean amigos o propios encargos, una forma de descubrir nuevos horizontes en un estilo todavía no definido del todo, pues es capaz de hacer de todo. Entre sus últimas obras, un impresionante tríptico que representa el ciclo de la vida.
“Me gustaría emplear más tiempo al dibujo o compaginarlo con mi trabajo”, apunta. Intuye, no obstante, que si le dedicara muchas más horas vendería más obras, porque así se lo hacen saber, y quizás poder vivir de su indiscutible arte.
«Nunca he ido a clases de dibujo: fui mejorando a base de experiencia y mucha práctica»
Cuéntanos tu singular historia.
Mi padre nació en Ammán, la capital de Jordania, y vino a Madrid a estudiar medicina. En la facultad conoció a mi madre; la relación fructificó y llegamos tanto yo como mi hermano menor, Rami. Cuando apenas tenía un año de vida nos desplazamos a la zona de València, de donde me siento.
¿Cuándo empiezas a desarrollar tu arte?
De niño me gustaba dibujar y, poco a poco, fui descubriendo que me motivaba. Mis primeras creaciones fueron de series de televisión o animes, como ‘Dragon ball’, o hacía paisajes. Fui creciendo y seguía mejorando, también porque me entretenía.
Recuerdo que cuando hacíamos dibujo en clase, mis compañeros y profesores apreciaban que tenía cierto talento, pese a que las obras no eran brillantes. Nunca he ido a clases, sino que fui mejorando en base a la experiencia y la práctica.
¿Cómo es tu estilo?
Disfruto haciendo sombras, es decir, colorido con contrastes. Sin embargo, lo que realmente me fascina son los retos, sea abstracto, cómic o realista, porque me ayudan a descubrir la capacidad que tengo dentro. No me gusta cerrarme a nada, mi estilo es un poco de todo.
«Me tocó muy hondo el tríptico que hice sobre el ciclo de la vida (nacimiento, vida y muerte)»
¿De qué obras estás más orgulloso?
Precisamente uno de los últimos que he elaborado, un tríptico basado en la portada de un disco de metal que representa el eterno ciclo de la vida (nacimiento, vida y muerte). Me tocó, me llegó dentro.
Tardé en crearlo unos dos meses y medio, porque tuve que compaginarlo con mi trabajo como celador en un hospital. Además, ¡es realmente enorme! De hecho, mis dibujos no suelen ser pequeños; al principio sí, pero ahora me gusta que sean grandes.
¿Cuál es el secreto del dibujo?
Sobre todo, paciencia y detalle, ir poco a poco. Al principio no indagas en los matices, pero según vas aprendiendo vas incorporando más aspectos. Hacer dibujos grandes me permite meter nuevos matices, aunque obviamente tarde más.
¿Te planteas dedicarte plenamente a tu arte?
Como todo es saber venderse y tener suerte, para llegar más lejos, aunque es cierto que no soy un profesional del arte. Todo ha sido autodidacta e, insisto, me queda mucho por aprender; no lo he contemplado, pero sí me gusta mucho, sé que es mi gran pasión.
Es posible, también, que mi arte -porque llama la atención- sea más comprendido en el extranjero que en nuestro país. Hasta ahora he vendido un par o tres de piezas, por redes sociales, y sigo pintando principalmente por gusto y satisfacción personal.
«Hacer dibujos grandes me permite introducir nuevos detalles, matices, aunque tarde más»
También tocas en un grupo de música.
Ahora ya no. Tuve un grupo, ‘Asymmetry’, pero ya no tocamos en conciertos ni nada parecido. De vez en cuando nos reunimos y ensayamos un poco, pero también por disfrutar.
¿Pero también compones?
Sí. La música en sí me encanta, me chifla, sin ser profesional -toco medianamente-, y siendo igualmente consciente de todo lo que me queda por aprender. Soy más vocalista, pese a que también me gusta componer: me surgen ideas de melodías y trato de plasmarlas.
Sacamos un disco, que no llegamos a comercializar -sin excesivos deseos de divulgarlo-, llamado ‘Resurgir de cenizas’.
¿Qué nuevos proyectos tienes?
Un amigo me ha encargado un dibujo emotivo en el que aparece él mismo alzando una espada y con un fondo medieval. Otro me ha solicitado el dibujo de un mapa, de un pueblo que ha creado y plasmado en una hoja. Lo debo hacer más tridimensional y con más detalle.
Querría asimismo hacer una exposición, en un futuro cercano.