Entrevista > Soraya Andreu Gómez / Diseñadora (San Vicente, 22-septiembre-1985)
El crecimiento profesional de Soraya Andreu Gómez (SAG) es digno de análisis. Estudió Trabajo Social, “que me agradaba”, pero pronto se dio cuenta de que debía dedicarse a otra cosa, siguiendo la tradición familiar.
En la actualidad es una de las principales diseñadoras de nuestra localidad, con infinidad de productos de alta calidad -a precios asequibles- que se adquieren sobre todo fuera, gracias a las redes sociales. Confiesa, en ese sentido, que sin ellas su triunfo no hubiera sido posible.
“Ahora comienzo a trabajar en el pueblo”, expresa, orgullosa. “Anteriormente mi clientela estaba fuera, quizás porque nadie es profeta en su tierra”. Su inagotable labor sí le sirvió para que San Vicente se lo reconociera, “un premio que no me lo esperaba, ni siquiera me había presentado”.
«El premio recibido, que no me esperaba, significó ser patrona en mi pueblo, que se hable de mí»
¿Cuál era tu pasión de infancia?
Siempre quise ser feliz. El diseño no me vino de pequeña, cuando dudaba entre ser bailarina o psicóloga. Durante el último año de carrera (Trabajo Social) tuve claro, pese a que me gustaba, que no quería dedicarme a ello, y como mi familia proviene del diseño de calzado, reconocí finalmente que me fascinaba. ¡Durante años lo negué! (ríe).
Seguir la tradición familiar.
En parte sí, pese a que no deseaba montar una empresa, sino trabajar para otros. Pero la crisis, no encontrar empleo y otros factores me hicieron crear la empresa, SAG, de Soraya Andreu Gómez. Hoy en día colaboro con otras firmas, pero no me veo trabajando para nadie que no sea para mí; me gusta mi emprendimiento.
¿Cómo progresaste tan rápido?
No fue excesivamente rápido, pero sí con mucho esfuerzo y empeño, porque siempre digo que, si tienes una idea, la mayoría te recomendará “no lo hagas”. Es la forma de pensar española, tan diferente a otros lugares, como Estados Unidos, por ejemplo.
A veces hay que ‘desescuchar’ y escucharte a ti mismo, buscando objetivos a corto o medio plazo, marcándote retos que sean reales. Es lo mejor, porque al alcanzar uno, vas a por el siguiente. A largo plazo se hace tan aburrido…
«Trabajo en exclusiva para mi marca desde 2021, antes lo debía compaginar con otros empleos»
¿Fiándote de tu instinto?
Efectivamente. Pero tenía claro que, si a los dos años no había alcanzado el objetivo marcado, lo dejaba. Lo logré y seguí un año más, y lo cumplí de nuevo. Así continué.
¿Te quedan sueños por cumplir?
¡Muchos! Ahora mismo estoy trabajando en un objetivo claro, como buscar realmente mi espacio, porque estoy muy agradecida al local de mis padres, pero anhelo montar el taller a mi gusto, a mi manera… No es para desvincularme del todo, más bien disponer del lugar como me apetece.
¿Qué mensaje mandas a las mujeres que quieran imitarte?
A mis alumnas de la Escuela de Diseño les remarco que tengan un objetivo, que se focalicen en él y que sigan a su instinto, porque al final una sabe cómo hacer las cosas. También pedir ayuda, que es importante, a la persona correcta, la adecuada.
Mi carrera no ha sido en absoluto sencilla; trabajo en exclusiva para mi marca solo desde 2021, antes tenía que compaginarlo con otros empleos.
«Las redes sociales me han ayudado mucho, además de intentar diferenciarme de los demás»
¿En plena pandemia?
Así es, gracias a mi constancia, a insistir e insistir. Es verdad que hoy en día las redes sociales son un punto determinante y entonces saqué un capazo que únicamente tenía yo. He intentado siempre diferenciarme de lo que hay en el mercado, sabiendo que es muy difícil.
Veo lo que hace el de mi lado, para saber por dónde van los tiros, pero sin copiar. A veces aprecio que me imitan, aunque prefiero ignorar, sigo hacia adelante.
¿No te frustra que te copien?
Sí, me molesta. No obstante, hoy en día, en este mundo es muy fácil copiarse. Las redes sociales tienen esa parte buena, que te ven en todo el planeta, y la mala, que te expones mucho y te pueden plagiar.
Además, el pronto moda -con las grandes empresas sacando cada semana una colección- hace que los diseñadores no den más de sí, que estén sin ideas.
¿Qué representó el premio recibido?
Ser patrona en mi pueblo, en San Vicente, que se hable de mí y se haga bien. He crecido mucho en todos los sentidos, personal y profesionalmente: a día de hoy soy diseñadora de SAG y creadora de contenidos.
El premio no me lo esperaba en absoluto y estoy superhalagada, me encantó, fue todo un orgullo. Ni me presenté, lo hicieron por mí. Cuando me llamaron para decírmelo, me quedé… Me dijeron que simbolizo combinar lo artesano y tradicional con las nuevas tecnologías, como son las redes sociales.