Entrevista > Miguel Ángel Guill / Historiador y dibujante (Elda, 17-junio-1971)
Sin estar licenciado en ninguna de las dos disciplinas, Miguel Ángel Guill se muestra como un excelente historiador y dibujante. “Son dos aficiones que mezclo, a veces separadas, en busca del máximo realismo”, confiesa, sonriente.
Reconoce, no obstante, que su vocación es la de historiador, ámbito en el que disfruta especialmente. “Si tengo que dibujar un tren o un castillo me informo muchísimo, y acudo a asociaciones o profesionales de la materia”, indica.
Sus influencias son muchas, procedentes del cómic franco-belga, pero también del manga o las ilustraciones americanas. Fruto de este proceso son obras tan relevantes como ‘El tesoro de los moriscos’, ‘Honor y reputación’ y su reciente ‘Elda 1604’, centrado en los santos patronos de nuestro municipio.
¿Siempre quisiste dedicarte a la escritura?
Lo que realmente me gusta, como decía mi abuelo, son las historias de la vida. Por eso he leído y curioseado mucho, sin tener una gran vocación literaria. Mis profesores sí indicaban que escribía bien -con muchas faltas de ortografía-, al tiempo que me apasionaba igualmente el dibujo.
Los cómics me encantaban de niño y, poco a poco, con el paso del tiempo, pude unir las dos aficiones. Mis cómics van sobre historia, así como los libros que he escrito.
«Todavía conservo la colección de Astérix y Obélix que compré con lo que me daba mi querida abuela Ana»
¿Cuáles eran los que releías de pequeño?
Astérix y Obélix. Todavía conservo toda la colección, comprada con el dinero que me daba mi querida abuela Ana. Más tarde, mi adolescencia coincidió con el boom de las revistas de cómics, en los ochenta, aprendiendo de Richard Corben o Moebius (Jean Giraud). Fueron un filón para mí.
Me aficioné seguidamente a la novela gráfica, que me chifla, y al manga. Soy un aficionado del cómic como Dios manda: el franco-belga, americano, japonés… Todos excepto los de superhéroes; es paradójico.
¿Has hecho turismo de cómics?
¡Por supuesto! He estado en el Museo del Cómic de Bruselas y en el Salón del Cómic de Barcelona. Para divulgar la historia resulta ideal este formato, véase en dibujantes como François Bourgeon, Patrice Pellerin o Hermann Huppen.
Bourgeon realiza hasta maquetas de los castillos y barcos que emplea, llegando a ser lo máximo realista posible. Eso me fascina: tardo más en documentarme que en hacer una página. Lo disfruto mucho.
¿Qué es ‘Elda 1604’?
En 2014 hice un cómic sobre la llegada de los santos patronos a nuestra ciudad. En mis averiguaciones descubrí cómo era la leyenda más fidedigna, sin hallar qué tenía de realidad.
Pasados unos años apareció un documento que nos permitía saber qué sucedió exactamente. El cómic está dividido en dos partes: leyenda y verdad, con páginas extras para describir cómo era el condado.
«Intento ser lo más fiel a la realidad: cómo eran los castillos, la relación entre feudales y vasallos…»
¿Para una mayor comprensión?
Exacto. El lector, además de saber ambas historias, va a entender cómo funcionaban aspectos culturales y la relación entre los señores feudales y los vasallos. Intento, repito, ser lo más fiel a la realidad.
Es indiscutible la importancia de nuestros santos patronos.
Hoy en día la sociedad es cada vez más laica y el protagonismo de los santos patronos es menor; es un hecho. A mí, como no creyente, me interesan desde el punto de vista etnográfico y como excusa para conocer bien una época, sin exaltaciones.
Para los creyentes, obviamente su fe no va a estar tirada por tierra, mientras el que disfruta con la historia sí verá mucha realidad y etnografía, cómo vivía la gente de entonces.
¿Cuánto tiempo tardaste en completarlo?
Es difícil calcularlo, porque no forma parte de mi trabajo profesional. Lo he podido hacer en mis ratos libres y también hay páginas que cuestan más, porque debo documentarme con más profundidad o son más complejas. La última parte del cómic me llevó seis meses. En total, un año aproximadamente.
Este cómic sí lo he hecho por amor al arte, sin tener una remuneración económica por los derechos de autor, como tuve en ‘Los tesoros de los moriscos’ u ‘Honor y reputación’.
«En ‘Elda 1604’ he llevado al cómic un capítulo del libro ‘Antonio Coloma’, biografía del II conde»
¿Quisiste en todo momento que fuera formato cómic?
He llevado al cómic un capítulo del libro ‘Antonio Coloma’, la biografía del II conde de Elda. Lo explico de una manera narrativa para que cualquiera, desde su sillón orejero, lo lea y comprenda. He reconstruido el castillo, el convento y verán cómo vestían muchos personajes que ya aparecían en el libro.
¿Qué acogida está teniendo?
¡Ha sido fantástica, la mejor de todos mis cómics! He tenido apoyo institucional y también muchos al regresar de vacaciones han comprado este semanario. Ha tenido mucho tirón.
¿Algún nuevo proyecto en mente?
Sí, será un cómic enfocado en el final de la Guerra Civil.