Entrevista > Fran Lozano / Karateka (Elche, 26-enero-1987)
Fran Lozano se inició en las artes marciales siendo ya un adulto de veinticinco años, y le han bastado unos pocos años para situarse en lo más alto y ser cinturón negro primer DAN.
Un ejemplo de voluntad y tesón que ha superado los límites, coronándose este año campeón de Europa de kárate en su categoría, a pesar de su ceguera. Su dedicación y perseverancia lo convierten en un verdadero referente de superación personal, inspirando a muchos con su inquebrantable determinación y espíritu indomable.
¿Cómo se desarrolla un campeonato de esas características, y cómo te orientas? Porque en el tatami estás solo sin nadie que te guíe.
De todos los participantes solo el francés y yo éramos totalmente ciegos; los demás tenían diferentes grados de visión. Se requiere una técnica, y las direcciones las tengo que marcar con los pies y con la cadera, y enfocar con el cuerpo para saber hacia dónde tengo que moverme. Un error de centímetros puede hacer que pierda el control.
Se trata de un ejercicio de katas y ejercicios de combate en solitario, porque si hubiera un contrincante, podríamos lesionarnos gravemente ante la falta de visión.
«Me gustaría ver cómo han cambiado mis padres y mi hermana con el paso del tiempo»
¿Por qué kárate?
Empecé tarde, ya tenía veinticinco años cuando lo habitual es empezar de pequeño. Siempre he practicado deporte, especialmente atletismo, aunque me atraía el kárate, pero pensaba que era imposible para mí. He sido el primer ciego que hace kárate en España, y en la actualidad solo hay otro más, un madrileño.
Quiero decir con esto que no había por dónde empezar en cuanto a técnica y aprendizaje adaptado a mí en aquel momento; pero tuve la suerte de dar con un gran entrenador como Antonio Miguel Verdú, que además es un reconocido campeón. A él tengo que agradecerle donde estoy.
¿Qué ha supuesto este deporte en tu vida?
La satisfacción de lograr una meta que me parecía casi inalcanzable. Personalmente, lo que me ha enseñado es a ser constante y a valorar el esfuerzo. Tampoco hay que olvidar que el kárate sobre todo es un deporte mental, que te ayuda a concentrarte, a recapacitar, a evitar el enfrentamiento y a tener paciencia.
En los tiempos que corren con tantos problemas de salud mental, ¿crees que las artes marciales son recomendables?
Desde luego. Te hace centrarte, concentrarte, practicar la meditación. El principal y más importante beneficio del kárate es que trabaja la mente al completo. Ten en cuenta que para realizar los movimientos debemos estar muy centrados en todo lo que estamos haciendo. Libera estrés y canaliza la agresividad. El trabajo que hace el kárate en cuanto a la mente es altamente valorable.
«En un momento con tantos problemas de salud mental, el kárate es más que recomendable»
El carecer de un sentido tan importante como el de la vista, ¿te hace desarrollar más los otros sentidos?
Cuando uno pierde un sentido, el cerebro se acomoda para seguir recibiendo esa información que te falta a través de los otros sentidos. Se agudiza y se presta atención mucho más con los sentidos que te quedan, para poder tener en mi caso una imagen mental de lo que no puedo ver.
¿Hasta qué punto se agudizan?
Por ejemplo, una buena comida me basta con el olfato para imaginarla, y en cuanto al oído, puedo saber por ejemplo lo grande que es una estancia por cómo rebotan los sonidos, y conocer la proximidad de una pared. Si tengo una persona cerca puedo notarlo por el movimiento del aire en la piel, y en cuanto al tacto lo mismo.
¿Confías en los avances de la ciencia para hallar una solución a tu falta de visión?
No pierdo la esperanza, pero hoy por hoy es difícil, porque yo tengo dañado el nervio óptico y no hay por el momento ninguna solución a corto plazo.
«Un error de centímetros puede hacer que pierda el control»
¿Y qué es lo primero que te gustaría ver si pudieras?
Hace veinte años que no veo y me gustaría ver cómo han cambiado mis padres y mi hermana con el paso del tiempo. Y a mi pareja, Susana, que nunca la he podido ver, porque la conocí siendo ciego hace ocho años, y aunque me la imagino, daría cualquier cosa por verla de verdad.
También a gente de mi familia que han llegado siendo ya ciego, como mis sobrinos.
¿Alguna vez has tenido que usar tus conocimientos en artes marciales para defenderte?
Afortunadamente no. Es cierto que en la calle soy muy vulnerable, pero hasta ahora no he tenido que hacer uso de las artes marciales para defenderme, sino todo lo contrario, la gente en general es muy respetuosa conmigo.
¿Has tenido que enfrentarte en tu vida diaria a algún tipo de prejuicio por tu discapacidad?
Sobre todo he tenido problemas por mi perro guía, que es vital para mí para poder moverme solo, y está educado para ello. He tenido problemas para entrar en algunos establecimientos, y los taxistas de Elche me impiden subir al taxi con mi perro.
Sin embargo, me gustaría decir que me pasa todo lo contrario con los autobuses urbanos, donde jamás me han puesto pegas. Al contrario, como siempre uso las mismas líneas, cuando no voy acompañado por mi perro me preguntan por él.