Entrevista > Pablo Paraíso López / Culturista (Elche, 23-octubre-2000)
¿El culturismo es un deporte? La discusión se prolonga en el tiempo, con tantos detractores como fieles. En Santa Pola entrena Pablo Paraíso López, que tiene el honor de albergar tres carnets de disciplinas diferentes -obtenidas el mismo día, algo inédito-, y aspira a conseguir el cuarto, igualando al único que lo posee: el italiano Luca Broccatelli.
Se dedica en exclusiva a esta actividad desde la pandemia y, además del título de campeón de Europa (2023), recientemente en València finalizó tercero del mundo en la categoría de ‘Men’s Fitness’. “El ganador fue Sergi Domènech y me alegré mucho por él, porque hemos ido alternando triunfos”, advierte.
“El culturismo es un equilibrio entre todo, no solo volumen”, remarca, mientras sopesa si competir en el Mundial de Dubái’25 “o descansar, tras cuatro años intensos”. De igual modo, destaca el apoyo total e incondicional de su pareja, Thais Sobola, determinante en sus éxitos.
¿Desde cuándo esa pasión por el cuerpo?
En mi familia siempre ha primado la alimentación sana y la importancia del deporte, para el día a día, la autorrealización y el desarrollo personal, tanto físico como mental.
De pequeño jugué mucho al fútbol e hice patinaje, que me agradaba más. Seguidamente pasé una adolescencia complicada, hasta que me introduje en un gimnasio, de la mano de mi padre, David, que siempre ha entrenado.
¿Cómo es tu entrenamiento normal?
Los que realizo en mi gimnasio están enfocados a la hipertrofia, en el que prima el peso que mueves -siempre manteniendo una técnica-, separando los grupos musculares para darle el suficiente énfasis a cada uno.
«El entrenamiento es muy específico; hay ciertas personas que haciendo el mismo ejercicio no consiguen el mismo estímulo»
Es decir, conoces perfectamente tu cuerpo.
Exacto, a diferencia de lo que piensan muchos, el entrenamiento es muy específico, pues hay ciertas personas que, haciendo el mismo ejercicio, no consiguen el mismo estímulo. Eso lo vemos en la práctica diaria, adaptándola al sujeto según patologías y físicos.
¿Vale la pena tanto sacrificio?
Sí. Todos en un deporte de competición buscamos el primer puesto: anhelamos vencer tras tanto esfuerzo; pero realmente ganamos antes, en el proceso, en la disciplina, la satisfacción personal, sacando nuestra mejor versión, en mi caso, natural.
Cerca de la competición, ¿hasta qué punto se define tu cuerpo?
Dependiendo la temporada, puedo llegar a bajar diez kilos, lo que logro en unos cinco meses. Pero, insisto, varía según muchos aspectos, como tu preparador, pues cada uno tiene su metodología. Asimismo, todos los atletas somos diferentes.
El mío, José Yuste, ha comprobado que, si bajamos peso muy cerca de la competición, me vacío con facilidad; abarcamos entonces bastantes meses previos a la cita.
«Todos los deportes de élite nos exigen llegar al límite, tanto físico como mental, y en ocasiones ponemos la salud a prueba»
¿Algunas dietas pueden ser peligrosas?
Todos los deportes de élite nos exigen llegar al límite, tanto físico como mental, y en ocasiones ponemos la salud a prueba. Si fuera fácil, todos lo harían. Cuando estoy muy definido tengo en torno a un 6-7% de grasa corporal, algo bajísimo.
¿Qué no puedes comer?
Considero que siempre estoy en preparación, así que mi alimentación de por sí es muy equilibrada, permitiéndome algún capricho de vez en cuando. He creado una disciplina de la que no salgo, también porque no me cansa comer tanto arroz blanco o claras de huevo, un aporte de proteína muy limpia.
A nivel general, cuando ya se aproxima la competición, eliminamos todo tipo de edulcorantes y alimentos procesados o saturados.
¿El jurado de una prueba en qué se fundamenta?
Cada uno de los jueces tiene un criterio personal, teniendo en cuenta si quieres que ese primer puesto sea una referencia para esa categoría. Suele ser el que consideran más acertado o adecuado, en ocasiones sin ser el más completo, porque cada una exige unos aspectos diferentes.
«Cada uno desarrolla sobre el escenario su propio estilo, haciendo florituras, detalles…»
¿Llegáis a hacer un poco de modelos?
Sí. Llevamos a cabo una serie de poses o posiciones reglamentarias, pese a que cada uno desarrolla sobre el escenario su propio estilo, haciendo florituras, detalles o personalidad: ¡es lo más bonito! Hacemos, de hecho, interpretaciones, como si de un actor se tratase.
¿Consideras que el culturismo es un deporte?
¡Por supuesto! Y un estilo de vida, porque lo practicas dentro o fuera del escenario o gimnasio. Vamos un poco más allá: hay quienes piensan que no lo hacen, pero sí, como por ejemplo esas mujeres ancianas que hacen fitness.
El culturismo es la base de todo, y, al ser complementario, te refuerza y fortalece, para que en otros deportes seas óptimo. También está la disciplina, la de ir todos los días a entrenar, cuidar la alimentación, de avanzar en conocimientos.
Muchos piensan que sois narcisistas.
Les diría que no critiquen sin haberlo practicado o experimentado en sus propias pieles. No todo es como parece, tiene un trasfondo.