Entrevista > Javi Pascual / Historiador (Alcoy, 30-diciembre-1996)
Javi Pascual es un apasionado de la historia y lo antiguo, desde el mismo momento que su madre, durante los largos trayectos en coche, le contaba relatos de los castillos y monumentos que se iban sucediendo.
Entre sus sueños estaba visitar Egipto, conocer la magia de ese país, porque como muchos exponen, “mientras estábamos a oscuras, Egipto iluminaba al mundo”. Pudo conocer el país del Nilo hace apenas dos años y recientemente viajó a Yucatán (México), para descubrir sitios como Chichén Itzá o Uxmal.
Licenciado en historia, está cursando ahora arqueología, imparte clases y organiza viajes didácticos. De la misma forma, ha escrito los dos primeros libros de una trilogía centrada en la figura de Jaime I, ‘El conquistador de Aragón’ y ‘La corona de los tres reinos’.
¿Siempre tuviste amor por la historia?
Desde que tengo uso de razón, en parte por la influencia de mis padres, con los que viajaba mucho. Recuerdo el de Covadonga, muy pequeño, y cómo mi madre se inventaba un cuento al visionar los cantillos. Ya allí me explicó la historia de Pelayo, adaptada, para que me atrajera.
Entonces también me llamaba la atención la civilización egipcia y vi, junto a ella, cientos de veces la película ‘El príncipe de Egipto’, diciéndole que la quería desde Alcoy hasta las pirámides.
«Siempre me fascinó la civilización egipcia y hace dos años pude llegar a las pirámides ¡en camello!»
¿Cuándo pudiste ir a ese mágico país?
En diciembre de 2022. Tuve la suerte de llegar a las pirámides en camello, recorriendo parte del desierto, y las sensaciones fueron maravillosas, con una emoción indescriptible. ¡Toda la vida las había querido ver! Me abracé a Keops y sentí su energía.
¿No te impresionó más Abu Simbel?
De igual manera. Se trata de un monumento espectacular, que tuvo que ser trasladado de ubicación -para evitar su hundimiento en la presa de Asuán- en los sesenta, con ayuda española. Es difícil pensar cómo la hicieron.
Precisamente, ¿cómo se construyeron las de Giza?
Teorías como que se emplearon rampas de arena o que se trasladaron bloques de piedra por el Nilo no las pongo en duda, pero desconozco cómo se pudieron hacer. Cuando estás allí y ves la monumentalidad y tamaño de las piedras, te quedas asombrado.
Recordemos que las pirámides eran un regalo -tumba- a los faraones, que eran considerados una divinidad. Sí se han hallado papiros que señalan el deseo o devoción de todo el pueblo egipcio por construirlas.
«Investigando la vida de Jaime I me di cuenta del ‘personajazo’ que tenemos, digno de series o películas»
Háblanos de tus libros, primero ‘El conquistador de Aragón’.
Finalizado en 2020, en plena pandemia, describe la vida de Jaime I El Conquistador, que me fascina. Investigando sobre sus vivencias, me di cuenta del ‘personajazo’ histórico que disponemos, digno de series o películas.
Visité su tumba, en el Monasterio de Poblet (Tarragona), y me dije a mí mismo que su historia la tenía que contar, uniéndola a mi labor didáctica. La historia puede ser como un cuento si te la explican bien.
¿Te apasiona sobre todo la fase de documentación?
Sin duda, sabes lo que quieres buscar, pero te encuentras aspectos nuevos, y aprendes muchísimo. Es una parte que me lleva dos años, en los que no paro de leer y leer, recopilando datos. Seguidamente me hago esquemas sobre qué quiero contar, para que la historia no se haga pesada y seguir un hilo conductor.
¿‘La corona de los tres reinos’ es la continuación?
Sí, mientras el primero finaliza en unas revueltas nobiliarias -siendo Jaime I todavía un adolescente-, esta segunda parte detalla sus políticas expansionistas, con la conquista de Mallorca y València, además de las relaciones con Castilla.
«Sin título aún, la tercera parte de la trilogía se centrará en las revueltas mudéjares y reparto de tierras»
¿Ambos son fáciles de leer?
Así me lo han transmitido muchos lectores, a quienes ¡les enganchó la trama! La segunda parte acaba en la conquista de Biar y el Tratado de Almizra (1244), que ponía fin a la conquista del Reino de València.
¿De qué tratará el último capítulo?
Sobre el reparto de tierras con la llegada de colonos cristianos y las revueltas mudéjares, apareciendo personajes como Al-Azraq, presentado en muchas ocasiones como el gran villano. Todavía no tiene título, porque estoy focalizado en la novela juvenil ‘Grado en paciencia’.
Acabas de volver de Yucatán.
Lo he hecho solo, para conocer como historiador y arqueólogo los pueblos (Mérida y Valladolid, principalmente), además de monumentos como Chichén Itzá, con su maravilloso Templo de Kukulkán, y la ciudad de Uxmal, que me sorprendió especialmente.
Nos llevaron a una aldea maya, para que un chamán nos limpiara de malas energías; conocí su día a día y aprecié el Gran Juego de Pelota, donde se sacrificaban a los ganadores, aunque hay diferentes versiones.