Evidentemente será imposible olvidar el 29 de octubre de 2024. Ese día la catástrofe llegó a Utiel, pero la tragedia pudo ser mucho mayor.
Como decía el mes pasado José Antonio Iborra, secretario estatal de la Asociación de Especialistas en Protección Civil, en una entrevista de AQUÍ grupo de comunicación para toda la Comunitat Valenciana, “curiosamente el alcalde que parece haberse ceñido más a un plan de protección civil ha sido el de Utiel”.
Iborra añadía un dato importante. “Se trata de un municipio de menos de 20.000 habitantes y que por tanto no tiene esta obligación legal. Sin embargo, el alcalde desde el primer momento reunió a sus concejales con el Centro de Cooperación Operativa Municipal y dieron las órdenes correctas. Así han salvado muchísimas vidas”.
Hemos querido preguntar sobre ese día y las decisiones a los directores de los diferentes centros educativos.
«Dieron las órdenes correctas, así han salvado muchísimas vidas» J.A. Iborra
¿Cómo recordáis ese día?
Rosana García Abellán (RGA) – Colegio Santa Ana.
A partir de las seis de la mañana ya estaba despierta porque empezó a llover bastante y estaba en casa, algo nerviosa. El equipo directivo hablamos por teléfono por la mañana. Sobre las siete, Ricardo Gabaldón nos llamó personalmente a cada uno de los directores y nos dijo que se cancelaban las clases.
Avisamos a todos, también a los muchos profesores que venían de Valencia. Les dio tiempo a no salir de sus casas. Varias familias nos dijeron que, de no haber sido avisadas, habrían ido a trabajar y no sabían si podrían haber vuelto
Raúl Nicolás Llobregat Diana (RNL) – Instituto de educación secundaria Miguel Ballesteros Viana.
El 29 de octubre madrugamos mucho. En torno a las seis y media de la mañana ya llevaba un par de horas despierto, porque estaba lloviendo muchísimo. Ricardo Gabaldón, como alcalde, me llamó para sondear opinión.
No pensábamos que luego pasaría lo que pasó, pero, afortunadamente, la decisión que tomó el Ayuntamiento fue completamente acertada. Si no, estaríamos hablando de un escenario absolutamente nefasto.
Ana López Giménez (ALG) – Colegio de educación infantil y primaria Canónigo Muñoz.
Casi es mejor olvidarlo, pero lo recuerdo con mucho nerviosismo. A las seis de la mañana ya estaba en pie pensando si todo transcurriría con normalidad, porque llovía mucho. Contacté enseguida con Carmina, la concejala de Educación, y estuvimos en contacto.
Se decidió muy acertadamente suspender las clases. Avisamos al claustro; me preocupaba el profesorado que venía de fuera y los niños con transporte. Finalmente fue un acierto.
Alberto Pérez Monterde (APM) – Colegio de educación infantil y primaria Enrique Rambal.
Normalmente, cuando va a haber temporal, todos los directores de colegios e institutos nos ponemos en contacto con la corporación municipal, ya sea con el alcalde o la concejala de Educación, para valorar la situación.
A las siete comunicamos y la conclusión es que lo mejor era suspender las clases, sin saber lo que pasaría después. Activamos el mecanismo de información a las familias por redes sociales y también sobre el transporte.
Jorge Fuentes Miguel (JFM) – Director del IES Alameda.
A las seis y cuarto de la mañana envié un mensaje a la concejala de educación, Carmina Febré, para saber si se suspendían o no las clases, pues requiere de un proceso avisar a alumnos, profesores y hacerlo público. Una hora más tarde, sobre las siete y diez, me llamó el alcalde, Ricardo Gabaldón, preguntándome si creía conveniente cancelar.
Mi respuesta inmediata fue que por supuesto, por la situación de emergencia, como se había hecho en otras ocasiones con nevadas, viento o incendio. Pronto recibí la suspensión oficial de las clases.
«Sobre las siete Ricardo Gabaldón nos llamó personalmente a cada uno de los directores y nos dijo que se cancelaban las clases» R. García
¿La decisión del alcalde fue la más acertada?
JFM – Sin duda. De no haberlo suspendido se hubiera producido una situación muy difícil de controlar, pues no dejó de llover, el río se desbordó y su cauce atraviesa nuestro edificio, dividiendo dos parcelas.
APM – La decisión del alcalde de suspender las clases fue acertadísima. Él siempre pide la colaboración de los directores de los centros. Es una decisión arriesgada, porque puede que luego haga un sol espléndido, pero en este caso resultó muy acertada.
ALG – Por supuesto. Creo que fue un acierto. De lo contrario, imagina la hora de salida en el instituto. Estuve en contacto con Carmina, también con Ricardo; con todo el caos que había, dentro de lo malo la situación se salvó bien.
Cuando se tomó la decisión de suspender las clases hubo tranquilidad, porque nadie corría peligro: ni el profesorado que debía desplazarse, ni las familias que llevaban a sus hijos. Para mí fue un acierto.
RNL – Sí, totalmente. Podría haberse producido una catástrofe todavía mayor, con pérdidas humanas. Ten en cuenta esos cuatrocientos alumnos en el Alameda y lo rápido que sucedió todo; se habrían visto en una situación muy peligrosa. Si los padres hubiesen acudido desesperados con vehículos a la zona de Alameda, habría sido horrible. Fue un acierto.
RGA – Creo que si no hubiera sido así habría sido un desastre. Las familias de nuestra comunidad educativa lo confirman. Una madre de tercero de primaria me dijo: “Si me hubiera ido a trabajar, no sé si habría vuelto”. Además, los profesores no salieron de sus casas porque pudimos avisarles a tiempo. Estamos muy agradecidos.