Entrevista > Juan María Lorente / Gerente Administración de Lotería Nº 1 de San Vicente (Alicante, 30-junio-1973)
Juan María Lorente es el actual gerente de una de las administraciones más especiales de San Vicente del Raspeig. Justo antes de cogerla, la administración de lotería Nº 1 vendió el Gordo del sorteo de Navidad de 2019, lo cual supuso repartir más de 79 millones de euros entre los vecinos de San Vicente.
Tras eso, la administración ha crecido mucho en clientela y demanda, a la par que ha seguido repartiendo ilusión: dos segundos premios de Lotería Nacional en 2021 y más de dos millones de euros en premios a lo largo de 2022 son algunos de sus logros más destacables.
En esta entrevista, Juan María Lorente nos cuenta algunas de las claves de la venta de lotería, y cómo afronta la administración el sorteo del Niño de este año.
¿Cuándo empezaste a llevar la administración?
Empezamos justo después del Gordo de Navidad de 2019, donde esta administración repartió más de 79 millones de euros. Nosotros entramos en enero de 2020, con motivo de la jubilación del dueño anterior.
Desde entonces, hemos notado mucho el aumento de popularidad. Ese 2020 la participación para el sorteo del Niño fue una locura, y ese repunte continuó durante varios años. Realmente dar el Gordo es un reclamo, te llaman desde todos los sitios de España para comprar décimos y, hoy en día, la gente sigue comprando aquel número, le tienen mucho cariño.
«Hoy en día la gente sigue comprando aquel número, le tienen mucho cariño»
¿Cómo es el proceso de cobro?
Cuando viene un boleto premiado, primero lo pasamos por la máquina. Si está todo bien, se efectúa el cobro. Aquí solo podemos pagar premios de hasta 2.000 euros en efectivo, para premios superiores el cliente debe ir directamente al banco.
¿Qué pasa si sobran décimos premiados?
Los décimos que no se han vendido hay que devolverlos a Loterías y Apuestas del Estado, e invalidarlos antes del sorteo, de cualquier sorteo. Los décimos que tengamos aquí porque no se han vendido, hay que pagarlos a Loterías.
Como administración, no pagamos anticipadamente la lotería. Una vez pasado el sorteo nosotros informamos de cuántos décimos se han vendido y cuántos se han devuelto, entonces pagamos solamente los décimos que se han vendido, por los devueltos no te cobran nada.
«En la venta del Niño influye mucho los premios que se han repartido en Navidad»
¿Elegís vosotros los números que traéis?
Las administraciones tenemos siempre unos números abonados y luego otros que podemos elegir a petición de nuestros clientes, pero por lo general nuestros números son abonados y solemos tener, en la mayoría de los casos, los mismos para Navidad y para el Niño.
Sin embargo, en el Niño se emiten muchas menos series: si en Navidad son 180, en el Niño se emiten menos de la mitad. Hay mucha más tradición en el sorteo de Navidad: familias, asociaciones, clubs, comparsas…
¿Cuándo es el mejor momento para comprar décimos?
Cuanta más anticipación, más variedad. Nosotros a mitad de diciembre ya nos quedamos sin algunos números que la gente suele elegir mucho: los sietes y los cincos son los primeros en agotarse. Si alguien quiere un número en concreto tiene muchas más posibilidades de encontrarlo en agosto que ya en septiembre u octubre, que la venta crece mucho.
Para el Niño pasa parecido, a partir de noviembre es cuando empezamos a vender décimos. Hay gente que lo compra en esas fechas y otros que aprovechan y lo compran junto con el de Navidad a finales de agosto. Al estar en una zona muy turística, para nosotros es importante la campaña de verano para atraer a la gente a comprar lotería
«La gente intenta depositar su ilusión en la lotería»
¿De qué depende la participación en el sorteo del Niño?
Realmente va a influir mucho los premios que se den en Navidad. Si un año das un premio importante vas a vender mucho más en el Niño; y ya no solamente premios importantes, por ejemplo con las devoluciones o reintegros la gente viene y por lo general es: “pues te lo cambio por uno del Niño” o “me han tocado cien euros, dame dos décimos”.
En general, la participación del Niño varía muchísimo, se emite menos lotería y la demanda también es menor, menos de la mitad que Navidad. Para nosotros siempre el sorteo fuerte es el de diciembre; el Niño es más circunstancial y depende mucho de cómo haya ido la suerte en el navideño.
¿Cómo ha sido la participación del Niño este año?
Aún no se ha cerrado del todo la participación, pero creemos que será una buena campaña. En Navidad ha habido más que otros años, no sé si tendrá relación, pero cada vez que ocurre una desgracia, como la DANA o la pandemia en su momento, hay una mayor demanda de lotería.
En 2020, en plena pandemia, hubo un repunte de participación muy grande, como en casi todos los sectores. Concretamente en el nuestro la gente intenta depositar su ilusión en la lotería, pasó en su momento y está volviendo a ocurrir ahora.