Entrevista > Francisco Verdú / Concejal de Medio Ambiente, Agricultura y Pedanías (Crevillent, 22-enero-1973)
El ‘Banco de Tierras’ de Crevillent es una iniciativa de su Ayuntamiento, encaminada a mitigar el fenómeno de abandono del campo. También pretende evitar la pérdida del bagaje cultural que supondría la interrupción, en la transmisión a las futuras generaciones, de los conocimientos de diferentes prácticas agrícolas a realizar en los diversos cultivos.
Mantenimiento del paisaje
Es un instrumento puede animar a los titulares de las parcelas agrícolas abandonadas a su puesta en cultivo a través de terceras personas que, a medio y largo plazo, habría de conseguir atenuar los problemas agroambientales que comporta el abandono del campo, tales como la proliferación de plagas, roedores, erosión del sol, degradación paisajística, así como riesgo de incendio, contribuyendo de esta manera al mantenimiento del paisaje agrario del término municipal.
Este proyecto es un servicio gratuito que se ofrece a los propietarios de tierras de cultivo que por diferentes circunstancias no puedan cultivarlas, y a los demandantes de tierras. Es una herramienta útil para facilitar el relevo generacional en el campo.
Facilitar acuerdos
Con su creación, el Ayuntamiento de Crevillent, a través de la Concejalía de Agricultura y Medio Ambiente, pretende informar y facilitar el contacto entre los titulares de las parcelas situadas en Crevillent y los futuros cultivadores. No obstante, serán exclusivamente las partes interesadas los que fijen los términos de un posible acuerdo, sin que el Ayuntamiento pueda predeterminar, valorar, ni condicionar el negocio.
Para inscribirse o demandar tierras, y colaborar con el ‘Banco de Tierras’, los interesados deben ponerse en contacto con la Concejalía de Agricultura y Medio Ambiente. Una vez solicitado, se analizará cada opción para planificar reuniones con otros usuarios y facilitar acuerdos. De todo ello hablamos con el concejal del área, Paco Verdú.
«Sobre todo hay muchas pequeñas parcelas que están en desuso»
¿Qué gestiones se han hecho hasta el momento?
Queremos hacer un nuevo llamamiento, especialmente a los propietarios que disponen de terrenos y que no los están utilizando, para que entren a formar parte del ‘Banco de Tierras’.
Ya en una primera fase se hizo un estudio para comprobar cuantos terrenos se encontraban en estado de abandono. Ahora queremos ponernos en contacto con los propietarios e informarles de la posibilidad de participar en este proyecto. Se han presentado peticiones sobre todo para poder trabajar las tierras, pero lo que más necesitamos es propietarios que estén dispuestos al intercambio.
¿Cuál es la función del Ayuntamiento en este proceso?
Cumple únicamente la función de mediador entre ambas partes, para que puedan ponerse en contacto. A partir de ahí ya, una vez se conocen, son ellos los que establecen sus condiciones sobre cómo gestionar sus acuerdos.
Hay casos de personas muy mayores que dejan a un sobrino o a otro familiar para que se encargue de los cultivos, pero se trata solo de unos pocos. Creemos que el ‘Banco de Tierras’ puede ser un buen sistema para que quienes no tengan familiares o personas cercanas que les ayuden, puedan encontrar de esta forma una solución.
«Queremos hacer un nuevo llamamiento para animar a los propietarios que disponen de terrenos»
¿Hay mucha tierra por cultivar en el término municipal?
Sí que hay gente que cultiva sus tierras, pero es mucho mayor la extensión de tierra que no está cultivada que la que sí lo está. El término municipal cuenta con 1.500 parcelas en estado de abandono en una superficie de casi 2.500 hectáreas.
En Crevillent el uso del terreno va más por zonas. Por ejemplo, si te vas hacia arriba, hacia la sierra, la gente la considera más como ocio, pero hay muchísimo terreno que también se podría plantear, al menos parte de ella, como opción al cultivo.
Si vamos hacia la zona del trasvase y al barranco de Cayetano, ya sí que se observa más tierra de cultivo. Hay por otra parte sobre todo muchas pequeñas parcelas que están en desuso, que es donde más habría que plantear este sistema.
¿Todos salen ganando no? Los propietarios porque regeneran y rentabilizan sus terrenos, y los arrendatarios porque obtienen una posibilidad de trabajo.
Bueno de trabajo o de ocio, porque también puede haber gente que se lo plantee como ocio. Es decir, tengo tiempo libre y lo quiero utilizar, bien durante el fin de semana o cuando se pueda, en cultivar un trocito de tierra como una forma de entretenimiento familiar, y además tener mis propias verduras para el consumo de mi familia.
Otros podrán buscarlo efectivamente como una salida laboral para cultivar y vender esos productos.
«En una superficie de casi 2.500 hectáreas, el término municipal cuenta con 1.500 parcelas en estado de abandono»
En favor de la agricultura, ¿qué otras acciones desarrollan desde su concejalía?
Precisamente tenemos en breve una reunión con las diferentes asociaciones de regantes de nuestro municipio. Entre ellas San Felipe, San Cayetano, Els pontets, Santa Berta del Pino o Riegos de Levante. Son reuniones que realizamos de forma periódica para conocer sus inquietudes y sus necesidades, y ofrecerles nuestra colaboración.
Con el nuevo año, además, vamos a realizar campañas de información sobre los diferentes cultivos que se pueden aplicar en nuestra zona.