La Conselleria de Sanidad comienza la construcción del Centro de Protonterapia de la Comunitat Valenciana, tras la correspondiente firma del acta de inicio de obra. El edificio, que ocupará 5.500 m2, se construye en una parcela ubicada junto al Hospital La Fe y estará conectado subterráneamente con el servicio de Oncología Radioterápica del hospital.
La protonterapia es un tratamiento más preciso y menos invasivo y está indicado, especialmente para pacientes oncológicos pediátricos, así como para tumores de difícil acceso, tales como los cerebrales, de cabeza y cuello, médula espinal, pulmón, tumores oculares y sarcomas, entre otras patologías oncológicas.
La Conselleria de Sanidad ha adjudicado la obra del nuevo edificio por 21,5 millones de euros. El coste del equipo de protonterapia, donado por la Fundación Amancio Ortega, se eleva a 25 millones de euros y forma parte del Programa para la Implantación de la Protonterapia en el Sistema Nacional de Salud.
El director general de Gestión Económica, Contratación e Infraestructuras de la Conselleria de Sanidad, Pedro López, ha explicado que “está previsto simultanear la propia edificación con la instalación del equipo de protonterapia para poder hacer uso cuanto antes de esta tecnología”. En este sentido, la previsión es que tanto la obra como la instalación del equipamiento finalice a finales de mayo de 2027 y tras dos meses para la calibración y comprobación de los equipos, a finales de julio o principios de agosto de 2027 pueda tratarse el primer paciente.
Además de la construcción del centro, la Conselleria asume la instalación y puesta en funcionamiento del equipamiento tecnológico, los recursos humanos, el plan de formación del personal y el mantenimiento.
El director general ha reiterado el “firme compromiso del Consell por contribuir a la creación de la Red Nacional de Protonterapia y por garantizar un acceso equitativo a los tratamientos para que todas las personas puedan beneficiarse de ellos con independencia de donde residan”.
Las máquinas de protonterapia requieren de la construcción de un gran búnker de hormigón armado para contener las radiaciones ionizantes y el calor que desprende el proceso de producción de protones a partir de átomos de hidrógeno. Asimismo, el contenedor tendrá unas paredes con un espesor de 2,5 metros de ancho para evitar cualquier tipo de filtración.
Es destacable señalar que en el centro del edificio se ha diseñado un gran patio verde brillante a modo de espacio natural para logar influir positivamente en el estado de ánimo y el tiempo de recuperación de los pacientes. También se han dispuesto áreas acogedoras y espaciosas que respeten la privacidad y brinden tanto a los pacientes como al personal médico una sensación de seguridad y confianza.