El centro de producción de À Punt, la Radiotelevisión Valenciana (RTVV), no es un edificio cualquiera, no lo fue desde el primer momento, cuando comenzó a construirse en 1986. Hoy en día, de hecho, es un emblema de la Comunitat Valenciana, además de ser una referencia arquitectónica del siglo XX.
Además, como indican sus arquitectos, “ha envejecido bien”. Levantado en la llanura de Burjassot, próximo al recinto ferial de València y del campus universitario, ocupa 15.000 metros cuadrados, incluyendo las oficinas de dirección y administración, los estudios de grabación y una torre de transmisión.
Estéticamente, sin embargo, sorprende por la coherencia de su figura, que se debe -en gran medida-, a la solidez de su simplicidad geométrica: un triángulo para la planta y una curva para el colosal arco, contrapesado por el cilíndrico de cristal de la torre.
Su esquema
Según vamos acercándonos a él por la carretera o autopista, los volúmenes del edificio aparecen a lo lejos, brindando las claves a un esquema bien conformado. Seguidamente, tras entrar, los diferentes elementos se reúnen para formar una unidad que confirma la primera percepción del volumen geométrico.
Esta sensación quedará después subrayada por los detalles de la construcción. Su composición, por tanto, es típicamente funcionalista: la organización geométrica es sumamente eficaz. En este sentido, su estructura espacial recoge el ejemplo del constructivista ruso Ivan Leonidov, por la forma en que se compenetran los elementos horizontales y verticales.
Sorprende sobre todo por la coherencia de su figura, evidente en la solidez de su simplicidad geométrica
Un referente
Tito Llopis (1942), del estudio de arquitectura ‘Vetges tu i Mediterrània’, fue uno de los autores del edificio de la Radiotelevisión Valenciana, proyecto coordinado principalmente por Héctor Fernández Martín, también arquitecto.
En palabras de Llopis, “el centro es un referente de la arquitectura europea construida y proyectada desde los años sesenta hasta los noventa”. Recuerda, del mismo modo, que su finalización fue en 1989, poco antes de la primera emisión de Canal 9.
Las personas que estaban presentes en la operación tenían claro que iba a ser mucho más que un edificio que resolviera los problemas funcionales, prosigue. “Iba a ser un símbolo de la Comunitat Valenciana, realizado en un sitio donde no había absolutamente nada”.
Tras más de tres décadas, sigue teniendo la presencia y relevancia arquitectónica que poseía el primer día
Características del edificio
Se trabajó inmediatamente con la topografía del terreno, así como con la mencionada geometría, triangular, parecida a la forma que tenía la parcela. “Fuimos colocando piezas igualmente geométricas, a lo largo de una directriz que atraviesa todo el triángulo, que es precisamente el que ordena toda la secuencia de espacios interiores”, apunta Llopis.
La idea era utilizar geometrías absolutamente puras y que se leyeran como tales. Asimismo, “había una pieza ligeramente curva, que es la que une esos elementos geométricos: la torre, el cilindro”.
También se quiso erigir una construcción que dignificara el entorno, “algo que se consiguió”: han pasado muchos años, pero “el edificio sigue teniendo la presencia e importancia arquitectónica que tenía en ese primer momento”.
Su Estudio Uno, de 800 metros cuadrados, alberga todo tipo de programas: concursos, ‘talk-show’, ficción…
Destaca sobre los demás
“Es un edificio que destaca sobre los demás”, dice con contundencia el arquitecto, antes de confesar que después de varios años regresó al mismo, en la feria Open House, “haciendo un poco de guía”. Se quedó gratamente sorprendido, pues “todos nos hemos hecho mayores, también la televisión, pero ha resistido a nivel constructivo y de imagen”.
Por supuesto que ha habido cambios, pequeños, llevados a cabo con sutileza, “también por el tiempo que estuvo parado”, desde el cierre de Canal 9 (a finales de 2013) a la apertura de À Punt (a principios de 2018). Se incorporó, por ejemplo, la radio, se cambiaron “todo lo relacionado con los informativos” y el interior actual poco se parece al original.
Estudio Uno
De su interior una mención especial merece el Estudio Uno, principal plató de los estudios de grabación. “Presenta numerosas posibilidades y es donde se emiten los grandes programas de la televisión pública valenciana”, expresa el ingeniero de telecomunicaciones Higinio Añó Sanz.
Posee unas gradas que se abren para dar cabida a más público, además de una piscina. “Es enorme, unos 800 metros cuadrados, siendo en su momento de los mejores platós de televisión en España”, argumenta, añadiendo que desde su construcción tiene las más modernas posibilidades para cualquier producción, como entrenamiento, talk-show o ficción.
El Estudio Uno opera remotamente: la iluminación baja todos los focos al nivel del suelo, lo que permite que su cambio y adaptación de un programa a otro sea bastante rápido. “Todo se controla desde realización”, aclara Añó. Su único inconveniente es que todavía no se ha adaptado a la alta definición, como sí tienen el resto de platós de la cadena.