Entrevista> Dolça Quesada / Artista multidisciplinar (Elche, 16-junio-1968)
A un artista se le suele definir por su estilo, y si hubiera que definir el de Dolça, yo diría que es el de la armonía y la alegría que transmite ver la luz y el color que desprenden sus obras.
Es de las artistas referentes de la ciudad, y su trabajo abarca diversas disciplinas, desde la pintura y la ilustración, pasando por el diseño y la instalación, y siempre con un enfoque que fusiona creatividad, colorido, belleza y armonía.
Sus trabajos
Ha creado su propia marca, y ha trabajado entre otros con Agatha Ruíz de la Prada, en el diseño de una colección de calzado infantil para ‘Garbalín’. Recibe encargos de editoriales para ilustraciones, ha sido profesora de pintura en el Hort del Xocolater, en la Escuela de Pintura de Sax, en la Universidad Folkuniversitetet en Suecia, y forma parte de un club de mujeres artistas.
Sus pinturas se aplican en ropa, vajillas, libros y otros materiales, imparte talleres por toda la provincia, y no se cierra ante cualquier reto que le propongan.
Reivindicando a la mujer artista
Este mes de marzo recorrerá algunas de las más conocidas librerías con charlas y talleres, para reivindicar a aquellas artistas que pasaron desapercibidas en otras épocas por el hecho de ser mujeres, con una colección de libretas alusivas que ha creado para la ocasión.
Es licenciada en Bellas Artes, su primera exposición la realizó en 1989, y con un estilo inconfundible Dolça ya ha dejado su huella en nuestra historia.
¿Cómo fueron tus primeros trabajos?
Me especialicé en grabados, y empecé a utilizarlos en papel. Pronto Entendí que igualmente podía emplearlos en ropa y todo tipo de materiales y superficies. Era como bajar a la tierra el concepto del arte y acercarlo más al público.
Hay mucha gente que entra a una galería como con miedo por creer que no entienden de arte, y esta es mi manera de hacer fácil la cercanía, y llevar el arte incluso puesto para hacerlo más popular.
«Soy una persona optimista y quiero transmitirlo en mis obras»
¿Ese colorido que te caracteriza refleja tu estado de ánimo?
Sin duda. Soy una persona optimista que le sonríe a la vida, y quiero transmitirlo en mis obras. Quiero que la gente que vea lo que hago también sonría, porque a través de la pintura también se puede transmitir alegría.
Tuve una corta etapa más gris al final de la carrera, quizá por el esfuerzo, pero me duró muy poco afortunadamente.
¿Cuál es tu próximo proyecto?
Está ya en marcha, y tiene que ver con el Día de la Mujer. He finalizado una colección de libretas, dedicadas a aquellas grandes artistas de otras épocas, en las que la mujer tenía que firmar con el nombre de sus maridos o inventárselos para que publicaran sus obras.
Tengo programadas charlas y talleres para divulgar sus obras durante todo este mes por las librerías más conocidas de la provincia, y reconocerles el lugar que se merecen. Es mi manera también de reivindicar que incluso hoy por hoy, siguen faltando obras de mujeres artistas en los grandes museos.
«Solo deseo tener el privilegio de seguir trabajando en lo que me gusta»
¿Sientes reconocimiento en tu tierra?
Hace años me dolía un poquito, porque veía que hacía muchas cosas y no se me reconocía, que siempre eran los mismos quienes recibían los reconocimientos, pero ha llegado un momento en el que ya me da un poco igual.
Tengo el de quienes realmente me importan, que son las personas que me paran por la calle y me dicen que les gusta lo que hago, o los niños a los que doy clases, o los colegios donde se estudia mi obra. Estos son los reconocimientos que realmente me importan y me dan valor.
¿Tienes tu propio ritual para trabajar?
Empiezo el día haciendo ejercicios de yoga que me aportan serenidad y concentración. Necesito tranquilidad para poder trabajar. Después llego a mi taller donde he creado un espacio a mi gusto; un buen té y mi música favorita ponen el resto de ingredientes para crear mi propia atmósfera.
«Me encanta salir de mi espacio habitual y llevarlo por diferentes lugares»
¿Qué asignatura crees que te queda pendiente?
Me gusta mucho salir de mi espacio habitual y llevarlo por diferentes lugares y ciudades, que es lo que hago en la actualidad por toda la provincia con mis talleres. Me gustaría introducir este tipo de arte también en los museos, y en aquellas pequeñas ciudades o aldeas de España donde se tiene poco acceso a la cultura.
También me gustaría pintar en grandes murales de lugares emblemáticos, y sobre todo lo que más quiero es poder tener el privilegio de seguir trabajando en lo que me gusta.
¿Por qué crees que va tan poca gente a las exposiciones?
Por un lado, creo que mucha gente no va porque creen que no entienden de arte, y por otro lado porque las consideran aburridas. Hay que buscar elementos para atraer al público.
Trabajo mis exposiciones combinándolas con música en directo y que pasen cosas que no esperan. En una exposición colectiva pusimos un escenario por el que iban pasando artistas de diferentes disciplinas y tuvo muy buena aceptación.