Durante los dos primeros meses del año se han ido conociendo diversos datos que han venido a confirmar, ya con números consolidados, lo que se había dado por hecho tanto por las sensaciones de los que trabajan diariamente en el sector como por los informes adelantados por distintas asociaciones: 2024 fue un año de récord en el turismo de Benidorm, de la Marina Baixa y de toda la Costa Blanca.
Nunca antes (aunque los primeros datos de 2025 ya indican que esas marcas se van a volver a mejorar) habían llegado tantas personas a la ciudad y eso es algo que, especialmente después de la pandemia, hay que atribuir a diversos factores, aunque muy especialmente a dos: la desestacionalización y la creación de las llamadas ‘ofertas complementarias’.
Más meses, más atractivos
Primero, propuestas como la Copa del Mundo de ciclocross o el Benidorm Fest han servido para terminar de dinamitar la estacionalidad de los meses de enero y febrero, tradicionalmente los más complicados por el ‘mal’ tiempo invernal y la competencia de la nieve. Segundo, las propuestas que no se fundamentan en el tradicional sol y playa se han asentado ya como motivos por sí mismos para dejarse caer por Benidorm.
En definitiva, más días y, sobre todo, más atractivos turísticos de los que disfrutar. Entre este segundo grupo, además, destacan los espacios expositivos y los museos de la ciudad, que en 2024 también batieron récords de asistencia con más de cien mil visitas contabilizadas (es imposible calcular el número de visitantes de las propuestas callejeras).
El yacimiento del Tossal de La Cala se consolidó como el espacio más visitado
Cinco museos
Así, queda claro que Benidorm ha reforzado su oferta cultural con un 2024 de gran afluencia en sus espacios museísticos. Durante el pasado año, los turistas visitaron los cinco principales museos y salas de exposiciones de la ciudad: la Sala Luis Duart, el museo de La Casilla, el Museo Boca del Calvari, el Aula del Mar y el yacimiento del Tossal de la Cala.
Un dato especialmente significativo si se tiene en cuenta, como explica la edil de Patrimonio Histórico, Ana Pellicer, “que casi la mitad de estos espacios no llevan ni un año abiertos al público”.
Pellicer, ha valorado positivamente estas cifras, destacando que “la cultura y el patrimonio son un elemento de interés para quienes nos visitan”. En concreto, el yacimiento del Tossal de La Cala se consolidó como el espacio más visitado con 53.710 entradas, seguido del Museo Boca del Calvari, con 33.662 visitantes. A pesar de su reciente inauguración, el Aula del Mar logró atraer a 9.500 personas en apenas tres meses, mientras que la Sala Luis Duart registró 2.953 visitantes y La Casilla, 560.
En apenas tres meses el Aula del Mar logró atraer a 9.500 personas
Crecimiento imparable
“El crecimiento del interés por los espacios museísticos de Benidorm no es casual”, considera Pellicer. En los últimos años, la ciudad ha apostado por la divulgación de su historia y su patrimonio, abriendo nuevos centros de interpretación y diversificando su oferta expositiva. Un ejemplo de ello es la Sala Luis Duart, que abrió sus puertas a finales de julio del pasado año, y el Aula del Mar, que se inauguró el 24 de noviembre.
“Ambos espacios han logrado atraer a miles de visitantes en muy poco tiempo, lo que refuerza la idea de que el turismo cultural es un complemento ideal para la tradicional oferta de sol y playa de Benidorm”, explica la concejala.
Las cifras se podrían doblar si se contaran los visitantes a las exposiciones en la calle
Boca del Calvari, un referente expositivo
Fernando Mahiques, técnico de Patrimonio, subraya que estas cifras podrían duplicarse si se contabilizasen las visitas a las exposiciones temporales al aire libre, como la organizada en colaboración con el Museo del Prado, las muestras de los Espais D’Art distribuidas por la ciudad o las esculturas de Jiménez Deredia. “Estamos seguros de que podríamos alcanzar los doscientos mil visitantes si sumáramos esas exposiciones”, asegura.
Dentro del Museo Boca del Calvari, una de las joyas culturales de Benidorm, las exposiciones arqueológicas han captado gran interés entre residentes y turistas. «Guardianes de Piedra», una muestra sobre la historia local, se convirtió en la exposición más visitada con 9.458 personas. Otras propuestas como los trabajos de Planets-Flotar (8.233 visitantes), Orografía del Camino (7.785), la muestra fotográfica de García-Alix (5.723) y la exposición de Calatayud (2.463) también lograron una notable afluencia de público.
Futuro prometedor
Por su parte, el Aula del Mar ha tenido un arranque prometedor, con una media de ochocientos visitantes semanales a pesar de su horario reducido, de jueves a domingo. Mahiques destaca que “cuando ampliemos los días de apertura, creemos que las visitas crecerán exponencialmente porque es un espacio a pie de calle y en primera línea de playa que, solo el día de su inauguración, registró más de cuatrocientas visitas”.
El notable interés por la oferta cultural de Benidorm refleja una evolución en la percepción de la ciudad como destino turístico. Cada vez son más los visitantes que buscan complementar sus vacaciones con actividades culturales, y la respuesta del Ayuntamiento ha sido apostar por una programación museística y expositiva de calidad.