Entrevista> Antonio J. Mazón Albarracín / Escritor y Gerente de Agencia de Transportes (Orihuela, 1-mayo-1964)
El divulgador Antonio J. Mazón es historiador vocacional pues, aunque su profesión y su pasión no vayan de la mano, ha sacado tiempo para ambas, y no concibe su vida sin ninguna de ellas.
Tras muchos años investigando y documentándose sobre la historia de su ciudad, llega su libro ‘El primer nomenclator de las calles de Orihuela’ que, según nos cuenta, será el primero de una colección.
¿En qué momento le empezó a interesar la historia?
Siempre fui un lector voraz. Creo que mi primer contacto con la historia fue a través de una enciclopedia de la II Guerra Mundial que, con ayuda de mi madre, completé en fascículos cuando tenía catorce años. A los archivos oriolanos llegué veinte años después, con el cambio de milenio.
«En Orihuela se habló valenciano durante varios siglos»
Pero su historia no fue tan idílica y, finalmente, no pudo formarse en lo que realmente le gustaba.
Por mucho que se empeñaron mis padres nunca encajé en el sistema educativo. Transité penosamente durante la Educación General Básica (EGB) en las Discípulas de Jesús y Santo Domingo. Repetí octavo en el colegio Oleza. Fracasé totalmente en el instituto y cursé tres años de Formación Profesional.
Esa fue mi andadura por los diferentes centros educativos, hasta que con dieciocho años empecé en el sector del transporte; y ahí sigo.
Tiene mérito que, a pesar de trabajar en otro sector, ha continuado investigando la historia de su ciudad. ¿Cómo son los primeros documentos que existen de Orihuela?
Los documentos municipales más antiguos de Orihuela a los que he tenido acceso son del siglo XIV y, todos ellos hasta el siglo XVIII están en valenciano/catalán antiguo porque aquí se hablaba esta lengua.
El castellano en Orihuela se implanta tras la Guerra de Sucesión, en el siglo XVIII, por eso tenemos como patrona la Verge de Montserrat, castellanizada posteriormente en Monserrate.
«Virtualmente existen multitud de archivos digitales y hemerotecas»
De todos los personajes de nuestra localidad que ha investigado, ¿quién es el que más le ha llamado la atención o le hubiese gustado conocer?
Permíteme escoger a tres. Por orden cronológico: Mosén Pedro Bellot, quien estudió a fondo los archivos de Orihuela en el siglo XVII. En mi opinión fue nuestro mejor cronista.
También a Justo García Soriano, archivero, bibliotecario y escritor. Una gran persona que fue injustamente tratada y, por supuesto, a nuestro poeta Miguel Hernández.
Sus estudios e investigaciones sobre personajes y hechos sucedidos aquí han sido publicados en diversas revistas, libros y en el blog donde escribe. ¿Ha colaborado en investigaciones sobre Orihuela?
Así es, he participado en diferentes trabajos colectivos, en la conmemoración de dos centenarios: el de la batalla de Almansa y el saqueo de Orihuela; y en el catálogo de la exposición ‘La Orihuela de Miguel Hernández, 1910-1942’.
¿Dónde suele buscar la información?
Cuando puedo lo hago presencialmente, busco en los archivos históricos y municipales de Orihuela. En ocasiones no es posible encontrar allí la información que busco y lo hago virtualmente en multitud de hemerotecas y archivos digitales.
«Puedo pasar mis vacaciones documentándome en el Archivo Municipal»
¿Cuánto tiempo dedica a la investigación y documentación normalmente?
Todo el que puedo, la verdad es que trabajo compulsivamente cuando tengo tiempo libre. Hay veces que he pasado semanas de vacaciones documentándome sin descanso en el archivo de la Biblioteca Fernando de Loazes.
Acaba de publicar su segundo libro ‘El primer nomenclátor de las calles de Orihuela’. ¿Qué cuenta en esta ocasión?
Es una primera entrega de lo que pretendo sea una colección dedicada a las calles de Orihuela desde el siglo XVII al XX, mi especialidad. En esta obra comienzo hablando del primer listado oficial que existe, de mediados del XIX.
El libro recoge un detallado análisis de las primeras denominaciones oficiales de las calles de la ciudad, intentando ofrecer una amplia visión sobre el pasado urbano y social de nuestra ciudad.
¿Cuál es lo que destacaría como singular de este libro?
La verdad es que todo, y no voy a valorar mi trabajo. Cabe destacar la labor de imprenta, diseño de la portada, fotografía… Estoy muy orgulloso del resultado final. Gracias a todos los que han participado en la publicación.
Hasta ahora todas las opiniones que me llegan de los lectores son buenas, lo que me da ánimos para continuar.
¿Qué está investigando ahora mismo y cuáles son sus próximos proyectos?
Al mismo tiempo que mantengo la página de Facebook y la web donde alojo mis artículos, sigo trabajando con los padrones de vecinos e impuestos del Archivo Municipal, con la inestimable ayuda de Jesús García Molina, y preparando próximas entregas de mis investigaciones sobre las calles de Orihuela.