Entrevista > Paco Pastor / Cantante y compositor (Madrid, 24-julio-1949)
Es curioso cómo, de una u otra forma, las cosas vuelven de manera cíclica. Si hoy en día es la autonomía de los coches eléctricos la que obliga a planificar al milímetro un viaje largo y prever paradas para ‘repostar’; hasta no hace tanto, esas paradas se producían, sencillamente, porque ni la carretera ni la máquina invitaban a ponerse detrás del volante más horas de la cuenta.
La España de los años 60 y 70 del siglo pasado era aquella en la que el Seat 600 motorizó a la clase media y, con ello el turismo dejó de ser algo exclusivo de los extranjeros. Los viajes familiares se convirtieron en algo habitual y, con ellos, la industria discográfica descubrió el filón de los expositores de cintas de casete en las gasolineras. Desde lo más cañí a lo más moderno pasando, cómo no, por los chistes de los humoristas del momento.
Banda sonora de una época
Cada viaje suponía, seguramente, actualizar la colección de música del coche y ellos, los Formula V, fueron una adquisición obligatoria para muchos. Nunca buscaron hacer letras trascendentales, que para eso ya estaba el ‘circuito’ de los cantautores. Lo suyo era otra cosa. Era, sin que ello suponga nada peyorativo, música sin pretensiones más allá de hacerlo pasar bien y poner a la gente a bailar.
Denostados entonces por la crítica, el público se ha encargado de darles la razón y ahora, casi sesenta años después de sus inicios, Paco Pastor sigue como ‘front man’ de la formación y este mismo mes de abril (día 12) se subirá al escenario del Auditori de La Nucía para recordar y hacer recordar aquella sociedad que transitó, con ellos como banda sonora, del blanco y negro al color.
Una banda sonora que ha llegado a nuestros días y a las nuevas generaciones también en su sentido literal después de haber servido como apertura de las más de veinte temporadas de la que, quizás, es la serie más seguida de la historia de la televisión en España: ‘Cuéntame cómo pasó’.
Qué maravilla poder revisitar temas como ‘Cuéntame’ o ‘Eva María’ y tantos otros que nos habéis dejado para la banda sonora de muchas generaciones ya.
Pues sí, la verdad es que me sorprendo todavía, porque si cuando nosotros grabábamos estas canciones alguien nos hubiera dicho, por ejemplo, que íbamos a estar aquí hablando contigo ahora, no nos lo hubiéramos creído.
Este mes de abril venís a La Nucía, muy cerquita de Benidorm, esa ciudad que en aquellos años 60 y 70 representó la apertura al mundo y al turismo de la España de la época. Aquí, por lo tanto, podíamos tener muchas influencias de lo que estaba pasando culturalmente fuera de nuestras fronteras, pero ¿qué influencias teníais vosotros cuando empezasteis a tocar?
Creo que, en aquella época, a todos los que empezamos, de alguna manera u otra, nos influenciaron mucho la música y los grupos anglosajones. Los Beatles, los Rolling… en definitiva, lo que hacían todos aquellos grupos que para nosotros eran nuestro referente.
Y desde luego, estás hablándome de Benidorm y nosotros íbamos allí muchísimo porque, efectivamente, como tú dices, era como estar en una sociedad diferente. Una sociedad mucho más colorida, mucho más divertida, mucho más internacional, era realmente una maravilla, casi como salir al extranjero.
«A todos los que empezamos, de alguna manera u otra, nos influenciaron mucho la música y los grupos anglosajones»
A vosotros se os tildó en su momento, por parte de la crítica más “seria” de ser el arquetipo de la música yeyé o chicle, que se decía entonces. ¿Os llegó a molestar que se os menospreciara por el mero hecho de querer presentar un tipo de música sin más pretensiones que hacer bailar y pasar un buen rato a los que os escuchaban?
Mira, más sencillo que todo eso. Nosotros simplemente estábamos haciendo la música que nos divertía. No teníamos la menor idea de que estábamos haciendo algo que fuera a trascender en el tiempo y que, casi sesenta años después, todavía muchísima gente conocería las canciones.
Por encima de todo, teniendo en cuenta que entonces teníamos 17 o 18 años, lo que queríamos era divertirnos, pasarlo bien, disfrutar con lo que hacíamos. Y no, la verdad es que nunca nos importó, porque como digo, hacíamos lo que queríamos y ya está, lo pasábamos bien.
Estaban los del jersey de cuello vuelto, de Serrat y de los cantautores y los ‘disfrutones’… aunque tampoco tenían por qué estar peleados o enfrentados.
No, en absoluto. Y además, es curioso, porque hoy en día la misma gente que escuchaba y sigue escuchando nuestra música es la que también escuchaba y sigue escuchando a Serrat que, por supuesto, es un ídolo.
«En esos años veníamos mucho a esta zona porque era como estar en una sociedad diferente»
Es que uno en la ‘playlist’ del móvil puede tener una amalgama de cosas brutales.
(Ríe) Si tú vieras mi lista de ‘Spotify’ creerías que estoy loco.
Ignacio Peiró acaba de publicar un libro titulado ‘El español que enamoró al mundo’ repasando la figura de Julio Iglesias. En sus páginas dice de él que ni sabía cantar, ni sabía bailar, ni sabía tocar, ni sabía componer, y, sin embargo, cosechó el éxito que quizás debería haberle correspondido a Juan Pardo. Casualidades de la vida, hace menos de un mes revisioné ‘A 45 revoluciones’, una película en la que vosotros hacéis de Cicerones de Juan Pardo. ¿Cómo era el ambiente en el mundo de la música en aquel momento?
Juan siempre fue un gran amigo nuestro y lo sigue siendo. En aquella época nos llevábamos muy bien todos los artistas del momento. Como anécdota, te contaré que la primera canción que compuso Juan Pardo para otros fue ‘Busca un amor’, y la hizo para nosotros.
Estabais vosotros, los Nikis, los Pekenikes, el Dúo Dinámico, Miguel Ríos, Raphael… ¿Era una rivalidad sana o era un mercado persa aquello?
No existía rivalidad. De hecho, coincidíamos muchísimo en aquellas carreteras y en esos pocos bares que existían. Ahí nos cruzábamos a lo mejor a las tres o las cuatro de la mañana con Miguel Ríos, Los Bravos, Mike Kennedy… Era una época muy seria…
«Estábamos haciendo la música que nos divertía. No teníamos la menor idea de que fuera a trascender en el tiempo»
Sí, de blanco y negro, que se suele decir.
O gris, diría yo. Pertenecíamos como a otro planeta y entre nosotros, efectivamente, hacíamos piña, nos llevábamos extraordinariamente bien.
Creo que podríamos considerar que ‘Cuéntame’ es vuestra canción más icónica y lo es, en parte, por las muchas versiones que han servido de cabecera para la histórica serie homónima de la familia Alcántara. De todas ellas, ¿señalarías una como tu favorita, como la que más te gustó?
Mira, voy a decir una de alguien que hemos hablado hace un momento y que lógicamente a mí me gustó muchísimo que fue la de Miguel Ríos. Me pareció una gran versión. Primero, porque consigue hacerla suya y también porque nosotros nos admirábamos muchísimo unos a otros, y me hizo mucha ilusión cuando la grabó él.
Si fuisteis la banda sonora de una serie, ¿te imaginas de cuantísimos viajes de las carreteras y los coches de la niñez de los que ya peinamos alguna que otra cana habéis sido banda sonora?
¡Pues sí! Y además, te voy a decir una cosa, uno de los secretos de por qué nuestras canciones siguen vivas es porque, de repente, te encuentras con una persona que tiene 40 o 50 años y te dice ‘joder, vuestras canciones me las conozco porque mi padre, cuando íbamos en el 600 de viaje de vacaciones, siempre ponía vuestra cinta. No podía faltar’.
Además, esos viajes eran eternos, porque las carreteras de entonces no eran las de ahora.
«Es curioso, porque hoy en día la misma gente que escuchaba y sigue escuchando nuestra música es la que también escuchaba y sigue escuchando a Serrat»
Hablando de kilómetros y carreteras, supongo que ahora, cuando giráis, todo es más cómodo, pero ¿echas de menos aquellas furgonetas y aquellas giras iniciáticas?
Ahora es distinto. Por ejemplo, hace poco fuimos a Galicia y es verdad que ahora hay más aviones y hay AVE… pero a mí me gusta mucho viajar por carretera, quizás, como recuerdo de aquella época. Me acuerdo que yendo a Galicia por esas autopistas maravillosas, de repente vi en un lateral, a lo lejos, la carretera antigua y pensé en lo bonito que era eso, que nos parábamos donde nos daba la gana porque pasaban tres coches a la hora.
Pero la verdad es que de aquella época lo único que puedo echar un poco de menos a día de hoy es la juventud, que fue una maravilla. En cualquier caso, nosotros nos seguimos sintiendo jóvenes de espíritu… y físicamente todavía estamos bastante decentes (ríe).
Una juventud en la que vivisteis la vida del rock and roll y, quizás, el punto álgido de ello fue lo que sucedió una noche en el hotel Hernán Cortés de Gijón.
¡Dios mío de mi vida, sí!
«Si tú vieras mi lista de ‘Spotify’ creerías que estoy loco»
Bueno… vamos a matizar bien esto porque nunca fuisteis de destrozar habitaciones como otros ejemplos que todos conocemos. ¿Qué pasó ese día?
Fue la celebración. Ese día nos dijeron que ‘Cuéntame’ había alcanzado el número uno. Estábamos en ese hotel, que era un hotel absolutamente serio… es que me da un poco de vergüenza contarlo.
Lánzate porque es una anécdota preciosa.
Bueno… mis compañeros entraron y yo estaba en mi habitación. Me iba a duchar y pasaron en ese momento. Estaba prácticamente en pelotilla picada y me cogieron uno de la pierna, el otro de la otra, el otro de un brazo, el otro del otro brazo y me querían sacar al pasillo. En ese momento, llegó una camarera que iba a llamar a la puerta justo cuando ellos la abrían.
Evidentemente, la camarera dio un grito, salió corriendo y a los tres minutos nos estaba llamando el director del hotel muy serio diciendo ‘por favor, hagan ustedes el favor de abandonar inmediatamente las habitaciones’.
«Los que vengan a vernos al concierto de La Nucía se van a dar cuenta que es muy bonito el recordar»
Pero vamos, había que entender el momento de celebración. No todos los días le dicen a uno que es número uno en ventas.
Sí… pero es que estos eran unos gamberros. Efectivamente, creo que ha sido la única vez que hemos tenido un problema en un hotel.
El próximo día 12 de abril os vamos a tener en La Nucía. ¿Qué tenemos que esperar de vuestro show hoy en día?
Pues mira, sobre todo hay que ir con ganas de pasarlo muy bien. ¿Por qué? Porque primero, son canciones que a todo el mundo que viene a vernos les van a evocar ‘guateque’, pero sobre todo, es que se van a dar cuenta que es muy bonito el recordar.