A la pedanía del Barri de Roca se puede llegar, básicamente, por tres rutas. O bien por el camino del mar que transcurre pegado a la antigua carretera de Barcelona. O bien desde Meliana, municipio al que pertenece pero de cuyo centro urbano le separan varios kilómetros de huerta. O bien, y es la ruta más recomendable, desde Almàssera y Alboraya.
Éste último, que viene desde el Sur en dirección a València, se trata de un camino que serpentea a lo largo de dos kilómetros entre acequias, huerta, pequeñas masías y alguna que otra barraca. La estética resulta pintoresca y es motivo de defensa vecinal ante amenazas urbanísticas.
A visitar el Barri de Roca se acude desde varias comarcas y desde toda la propia València por varios motivos. En este pequeño apéndice de Meliana, cuyo casco está casi unido al de Cúiper, pedanía de Foyos, se encuentran excelentes rincones gastronómicos y, en Navidades, se monta uno de los belenes más visitados de toda la provincia.
Las alcachofas
Pese a que proliferan los campos donde se cultiva la horchata, conforme uno deja atrás el municipio de Alboraya y atraviesa el de Almàssera, enseguida se multiplican los campos de cultivo la alcachofa. Su presencia aumenta a medida que el visitante se aproxima al Barri de Roca. Diríase que uno cree hallarse en la zona norte de Castellón, comarcas que presumen de tener las mejores alcachofas del país.
Paseantes y ciclistas acompañan a todo aquel que toma este camino, entre huertos, que une Almàssera con el Barri de Roca. No hay arcenes ni líneas que separen los carriles. Cuando cae el día la conducción se torna peligrosa por la inexistencia de alumbrado público. La partida Masamarda, como así se llama este antiguo camino que llevaba hasta Alboraya, resulta toda una aventura.
Casi unido a Cúper, pedanía de Foyos, se encuentra el casco de este pequeño apéndice de Meliana
Infraestructuras
Pese a la señalética, tanto municipal como comarcal y de la diputación, agrada ver el modo tradicional en que este barrio recibe a sus vistantes. En azulejos, la palabra ‘Roca’ se incrusta en lo alto de las viviendas, tanto para quien viene de València como por la carretera que conecta con Meliana. En lo alto los azulejos, y abajo las acequias con los antiguos mecanismos de la antigua Al-Andalus.
A nivel de infraestructuras, sorprende además el modo en que este barrio se halla seccionado literalmente en dos por la vía férrea. Por ahí circula el tren de cercanías que une València con Castellón y se detiene en distintos municipios. La estación de la pedanía, denominada Roca-Cúper, ofrece parada de los trenes de la línea C-6.
Un túnel une ambas partes y, un poco antes en dirección a València, un puente sortea la vía férrea conectando la localidad con el camino que lleva al mar y a otros municipios como Albuixech o Massalfassar, con su todopoderoso polígono industrial al que se integra.
Desde València, la partida de Masamarda ofrece una hermosa estampa de huerta y alquerías
Plato y cuchara
El Barri de Roca se ha tornado en oasis de buena gastronomía. El ‘boca a boca’ ha permitido conocer algunos restaurantes de alto nivel que han decidido instalarse y apostar por este enclave en mitad de la huerta valenciana. Los hay que disfrutan del reconocimiento de la guía Michelín incluso. Otros son altamente apreciados por sus arroces, plato del que este municipio puede presumir, sin duda.
Sorprende que casi existen más restaurantes de alto nivel adquisitivo que bares o cafeterías al uso. Algún bar cerró ya, quizá amedrentado por la alta cocina del entorno. Otra cafetería ha sido reconvertida en consultorio auxiliar de la Conselleria de Sanitat, dejando solo un pequeño rincón aledaño a modo de bar.
Los que sí se mantienen son los bares-restaurantes que apuestan por la hora clásica de los valencianos para sentarse a la mesa: el almuerzo. La oferta de esta pedanía es muy codiciada para todos los amantes del buen ‘esmorzaret’.
En el pasado hubo también un convento dominico, pero desapareció en la década de 1940
Nombre familiar
El origen de esta pedanía se sitúa en la segunda mitad del siglo XIX, cuando la agrupación de alquerías en torno al Camino de la Tanca dio lugar al núcleo, conocido inicialmente como l’Alqueria del Jutge, l’Alqueria Alta o Els Xorets, por ser el sobrenombre que recibía la familia más grande.
En 1884 se bendijo la ermita dedicada a San Antonio en la alquería de Vicente Roca, terrateniente de València cuyo apellido acabó dando el nombre a esta pedanía. En el ámbito religioso destaca también Nuestra Señora de la Misericordia, joven iglesia que data de 1953 en Roca y que da servicio también a Cúper.
Antiguamente hubo también en la pedanía un convento dominico, pero desapareció en la década de 1940. Hay que señalar que durante la Guerra Civil sirvió de hospital y cárcel.
Bendición de animales
Es en el Barri de Roca donde se encuentra el llamado Belén de Roca, un belén gigante visitable durante los meses de invierno y al que acuden multitud de familias desde otras comarcas y, sobre todo, desde València y los municipios aledaños.
En enero destaca la celebración de San Antonio Abad, realizándose la tradicional bendición de los animales tan típica en los municipios de l’Horta Nord de València.