Entrevista > Belén Alvarado Ortega / Catedrática de Lengua Española de la UA (Elda, 5-enero-1979)
Belén Alvarado Ortega es la primera mujer eldense catedrática de la historia, logro que consiguió a los 42 años por méritos propios, tras dos décadas impartiendo clases de Lengua Española en la Universidad de Alicante (UA), “mi casa”.
De igual modo, ha difundido sus amplios conocimientos por numerosas facultades del planeta, destacando su reciente estancia en Nueva York, además de París, Londres, Bruselas… De cara al próximo curso ya prepara las clases que brindará en Siena (Italia) y Florida (Estados Unidos).
Sus alumnos se mueven principalmente entre los dieciocho y veinticuatro años (Primero, Cuarto y Máster). Nos desvelará qué aprende de ellos, “a diario, sin duda” y, sobre todo, cómo han cambiado, en infinidad de aspectos. “Ahora es muy común que digan ‘en plan’, lo utilizan para todo”, señala con un gesto irónico.
¡Menudo honor el tuyo!
Ser catedrática es trabajo, el ápice de una trayectoria iniciada hace muchos años. Recuerdo que finalicé la carrera, conseguí una beca FPU del Ministerio y ya me quedé en la UA, ¡con veintidós años! Aquello fue muy grande, me sentía abrumada; recuerdo que me costaba que entraran en clase, al principio, porque pensaban que era una alumna más (ríe).
Precisamente ¿qué has aprendido de ellos?
Lo hago todos los años, también porque la lengua va cambiando. Su vocabulario es totalmente diferente al de hace veinte años, modificándose anualmente. En un tema tratamos los idiolectos, de cómo hablan con sus amigos, y van surgiendo palabras nuevas, constantemente.
Muchas veces les digo “¿de verdad que esto se dice así?”, me lo corroboran y tomo nota, ¡pero luego esa misma expresión o palabra varía el sentido! Ahí es donde veo la distancia generacional entre ellos y yo.
«En una asignatura de Cuarto les hago pensar, pues el objetivo es que sean críticos, que sepan distinguir»
¿Les ves preparados?
Siento que necesitan que les llevemos de la mano, que les expliquemos, por ejemplo, cómo funciona la biblioteca, cómo se busca una bibliografía o las signaturas de los libros.
Dependen mucho más de lo que les decimos: antes les marcaba las referencias bibliográficas de un tema y acudían a la biblioteca, mientras ahora debo colgarlo en pdf en el campus virtual, o no lo ven. Ninguno pisa la biblioteca hasta llegar a Cuarto, les falta iniciativa, más ganas de aprender.
Todo ha cambiado muchísimo: nuestros padres nos decían “si quieres estudiar, te matriculas, o te informas tú misma”. Ahora les acompañamos a todo…
¿A veces, no obstante, les menospreciamos?
No me ha sucedido todavía, y si me pasara tendría un problema con la docencia, labor que me fascina. Pienso, insisto, que les falta capacidad de respuesta, de resolver un problema por ellos mismos. En ocasiones les digo ¡búscalo tú, no preguntes! Hoy tienen infinidad de recursos.
Precisan que les oriente sobre algo que, de por sí, ya está, simplemente deben observar, tener inquietud por aprender.
«Ninguno de mis alumnos pisa la biblioteca hasta Cuarto, les falta iniciativa y más ganas de aprender»
¿Aprecias diferencias entre tus alumnos de Primero y Cuarto?
Pocas, llegan a Cuarto y siguen sin tener capacidad crítica. Son escasos los que a esa altura de la carrera la tienen, de investigación para el TFG.
Una de las asignaturas de Cuarto, en ese sentido, les hace pensar, porque el objetivo es que sean críticos sobre lo que están estudiando, saber qué les sirve y qué no. No pueden leer y que todo les parezca bien.
¿En qué nos superan a los de generaciones anteriores?
Uff, a nivel tecnología nos pasan como aviones. Ahora mismo la Inteligencia Artificial es uno de los problemas que tenemos en el Grado de Español, porque la utilizan sin saber, copiando con nula picardía todo lo que aparece en ChatGPT.
Después, cuando nos entregan los trabajos, al instante nos damos cuenta de que no lo han escrito ellos y suspenden. Si lo utilizaran para inspirarse…, lo aceptaríamos, pero para fusilarlo, como decimos, no, porque además no saben ni lo que ponen.
«Durante el próximo curso seguiré con mis investigaciones y nuevas estancias en universidades foráneas»
¿Qué conclusión sacan?
Primero hablo con esa persona, para indicarle que es un fraude académico -sin ser considerado plagio- y acaban confesando, muchas veces con lágrimas en los ojos. Para la próxima convocatoria aprenden, rápido, no les queda otra, pues están más observados.
Pese a todo, ¿podemos ser optimistas?
Quiero pensar que sí, también porque tanto los profesores como los padres tenemos la responsabilidad de que lleguen a buen término. Son otro tipo de generación, a los que les ha tocado otra época, tan diferente a la nuestra. ¡Pero todo ha cambiado!, los jóvenes de ahora viven en otro mundo.
¿Cómo se vislumbra el próximo curso?
A nivel de investigación seguiré trabajando, como considero que exige la cátedra, e igualmente la docencia, ya que hay que mantener la excelencia en todos ámbitos. Ya tengo planeados varios artículos, además de sendas estancias en las universidades de Siena y Florida.