ENTREVISTA > Vicente Martínez Mus / Conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio (Chilches, Castellón, 2-marzo-1970)
Con la dana caída sobre el sur de la provincia de València el pasado otoño aún en el recuerdo de todos, la Generalitat Valenciana ha anunciado su intención de implantar un gran parque inundable -que sea capaz de absorber grandes cantidades de agua en episodios de lluvias torrenciales- de unos 35 kilómetros de longitud conectando el río Turia con la comarca de L’Horta Sud.
La idea planificada por la Conselleria de Medio Ambiente es generar esta gran zona verde que se dividiría en dos partes. La primera tendría una longitud de 10,5 kilómetros desde los jardines del Turia hasta la Pinada de la Vallesa siguiendo el cauce de dicho río. La segunda consistiría de dos grandes brazos, uno de 18,5 kilómetros conectando con la Albufera y el otro de 5,5 kilómetros hacia Massanassa y Catarroja.
Para este monumental proyecto se ha proyectado una inversión total de 150 millones de euros. En este periódico hemos querido conversar con el conseller Vicente Martínez Mus para conocer más detalles sobre esta gran actuación medioambiental.
«València no tiene parques metropolitanos que sirvan para el reposo y al tiempo den valor paisajístico»
¿Cómo ha surgido esta idea de implantar un gran parque inundable de 35 km en la provincia de València? ¿Cuáles son los objetivos?
Se trata de una infraestructura nueva que siga el espíritu del parque urbano del Turia en València e incorpore elementos para que actúe como una esponja ante futuras riadas. Siempre como complemento a las obras de encauzamiento que tiene que realizar el Gobierno, que son la principal solución para prevenirlas.
En este caso, el futuro parque metropolitano inundable de València se estructurará en dos corredores verdes que conectarán l’Albufera, el Parque Natural del Turia y parte de l’Horta a lo largo de 35 kilómetros que servirán para la regeneración de 1.500 hectáreas.
Era necesario cubrir esa demanda ya que València, a diferencia de otras ciudades europeas como Múnich en la que nos inspiramos, no cuenta con una red de parques metropolitanos que conjuguen los valores naturales y paisajísticos con las necesidades de reposo, ocio, deporte y disfrute al aire libre de los ciudadanos.
¿Existen más espacios inundables similares en la Comunitat Valenciana? ¿Se parecerá esta iniciativa al Parque inundable de La Marjal de Alicante, aunque de dimensiones mucho mayores?
Existen espacios parecidos, pero con características muy diferentes, en especial en cuanto a tamaño y la posibilidad de marcar la diferencia frente a inundaciones como la del pasado octubre. La Marjal de Alicante replica a otra escala esta idea. Es una infraestructura verde que tiene como principal objetivo amortiguar los efectos de las inundaciones y las sequías que afectan cada año a la ciudad levantina, aunque adaptada a las características del sur de la Comunitat Valenciana, por eso no es comparable del todo.
Aún así es una realidad que la Marjal de Alicante es un ejemplo de solución basada en la naturaleza. Ya no solo como una instalación vinculada a la regulación del ciclo integral del agua, sino que también este parque actúa como un ‘pulmón verde’ para la ciudad y un espacio de ocio sostenible para sus habitantes. Y en esa filosofía nos inspiramos.
«El Parque La Marjal de Alicante es un ejemplo de solución basada en la naturaleza»
Has declarado que habrá reuniones con los ayuntamientos implicados para definir el proyecto. ¿Qué aspectos se tratarán en dichas reuniones?
Se quiere que su implicación sea máxima porque, entre otras cosas, es necesario hacer compatible este proyecto con sus planes generales. Por ello, después de invitarles al acto de presentación, se ha citado a los alcaldes de los municipios del área metropolitana de València para presentarles el proyecto del parque metropolitano inundable.
En los encuentros, en los que participarán los ayuntamientos y otras entidades profesionales, se abordará de manera pormenorizada cada una de las zonas sobre las que está previsto actuar.
Algunos de estos municipios vienen reclamando más zonas verdes desde hace tiempo.
Sí. Muchos consistorios tienen planificadas zonas verdes y, en este sentido, el parque metropolitano se presenta como una oportunidad. Ahora simplemente hay que adaptarlo a las características de cada zona.
El objetivo es claro. Queremos ir de la mano de los municipios, la comunidad científica, organizaciones e instituciones para lograr un gran espacio que contribuya a la protección frente a inundaciones. Y también, efectivamente, paliar el déficit de espacios libres de los distintos municipios, de enlazarlos y vertebrarlos para que desarrollen todas sus potencialidades.
«Implicaremos mucho en el proyecto a los ayuntamientos y entidades profesionales de la zona»
¿Qué cantidad de agua se calcula que podría absorber un parque de semejante magnitud? ¿En cuánto reduciría los daños de una potencial dana?
Ahora mismo hemos presentado un avance del proyecto, pero la propuesta definitiva ya pondrá estos valores encima de la mesa. Lo que está claro es que queremos replicar el papel que tuvo l’Albufera, que actuó como esponja al absorber una cantidad de agua increíble ese día y minimizó el daño en todo el entorno. A su alrededor los daños fueron mínimos.
Si extendemos todo ese papel por las franjas verdes que planteamos, crearemos un escudo que complemente las obras de encauzamiento que debe realizar sí o sí el Ministerio de Transición Ecológica.
Más allá de lo que reduzca el impacto de futuras danas, ¿este parque podría ser también una reserva natural para especies protegidas?
El objetivo es que sea un espacio en el que también tenga un papel clave la naturaleza. Hay zonas que son de monte bajo con vegetación poco controlada que tienen una oportunidad para ganar peso y ser una zona verde. Por tanto, también supone una oportunidad para intervenir y arreglar estos espacios e incluso incorporar flora autóctona o protegida.
Queremos que el parque ejerza como tal y cubra una doble función, la de esponja y de absorción de agua en fenómenos climáticos extremos y un pulmón para estos municipios. En las instalaciones aspiramos a crear 100 kilómetros de senderos para disfrutar de paseos, así como ciclovías que conecten los dos ramales. Por otro lado, queremos que haya espacios para actividades culturales y musicales, así como educativas.
«Se generarán senderos y espacios para actividades culturales a lo largo del parque»
Se proyecta destinar ya 2 millones de euros a este parque en los presupuestos autonómicos de 2026, pero el coste total se ha estipulado en 150 millones. ¿Cuándo se espera que esté finalizado?
Que en los presupuestos del próximo año ya esté claro que vayamos a tener una partida de 2 millones de euros es algo más que una declaración de intenciones. Con esto podremos hacer una licitación para el desarrollo definitivo de un proyecto que estimamos tendrá un coste de 150 millones de euros.
Una vez tengamos este trámite, podremos poner fechas más concretas y comenzaremos a actuar en zonas. Hablamos de muchas hectáreas y lo mejor es establecer puntos prioritarios. Por ello la Generalitat trabaja para segmentar esta gran infraestructura y actuar en diferentes fases, ya que habrá actuaciones parciales en las que será más fácil y rápido proceder y otras en las que habrá que hacer un trabajo más pormenorizado.
En principio la idea es conseguir fondos públicos y privados para financiar este proyecto. ¿Cómo se quiere atraer esto? ¿Qué ventajas tendría para una empresa invertir en este parque?
Esta colaboración ya tiene una estructura que, aunque es abierta, se va a canalizar a través de la compensación de emisiones de CO2. Las empresas que realizan actividades que tienen un impacto en el entorno con emisiones a la atmósfera, llevan a cabo actividades para compensar.
La estrategia de la Generalitat es que, como muchas de estas acciones se realizan con plantaciones de árboles que absorben el CO2 producido, las mismas no se hagan en terrenos sin identificar o en terceros países sino en el parque metropolitano.
Hay que tener en cuenta que una parte significativa del presupuesto recaerá en la plantación de nada menos que 100.000 árboles y éstos pueden ser financiados por las empresas. En el marco de las estrategias de Responsabilidad Social Corporativa es un atractivo real para las marcas que no contribuyan al medio ambiente en general, sino a un proyecto particular. Y cobra especial relevancia que se involucren en la reconstrucción de las zonas afectadas por las riadas y en proyectos a futuro.
Cabe recordar que los diferentes ramales del parque se ubicarán en zonas que muchas veces quedaron arrasadas, y renaturalizarlas es una oportunidad para que actúen como esponja. Las empresas pueden implicarse en este trabajo.
«Buscaremos financiación de empresas, el Gobierno y la UE»
¿Se espera obtener financiación también de administraciones superiores?
Sí. Abriremos una vía de negociación con el Gobierno para buscar financiación y ya ha habido contactos para captar fondos de instituciones europeas. Yo mismo viajé a Bruselas para exponer el plan medioambiental tras las riadas, con dificultades para financiarse con fondos europeos, y crear contactos para proyectos a futuro, como este parque metropolitano que sí tiene posibilidades de lograr una importante financiación.
Además, representantes del Comité de las Regiones europeo vinieron el pasado junio a València y se les presentó este proyecto.
El parque inundable de La Marjal de Alicante cumple una década
En 2015 fue inaugurado el parque inundable La Marjal junto a la Playa de San Juan, en la periferia norte de la ciudad de Alicante.
Dicho proyecto verde fue desarrollado conjuntamente por Aguas de Alicante (la compañía encargada del suministro de agua potable a los hogares alicantinos) y el Ayuntamiento. Todavía hoy se considera una infraestructura pionera en España por su fisionomía.
Función hidráulica
Y es que La Marjal cumple una triple función para la capital de la provincia alicantina. Por un lado tiene la capacidad de acumular hasta 45.000 m3 de agua pluvial. Todo ello gracias a una tecnología que permite controlar el caudal de sus estanques, e incluso recoger el agua de avenidas urbanas que son especialmente propensas a inundarse en caso de lluvias torrenciales.
Si bien Alicante ha sufrido unos cuantos episodios de fuertes lluvias en los últimos diez años, probablemente el más crítico fuera la fuerte dana que en 2019 sufrió el sur de esta provincia. Por aquel entonces dicho parque fue capaz de absorber hasta 22.000 m3, llegando tan solo a la mitad de la capacidad total para la que está diseñada.
Durante la dana caída en 2019 La Marjal absorbió 22.000 m3 de agua
Función biológica
Por otra parte en La Marjal habitan multitud de especies de flora y fauna. Solo con un simple paseo basta para darse cuenta de la gran variedad de plantas y flores que hallamos en este espacio.
De igual modo en los estanques también habitan multitud de peces. E incluso es muy habitual que diversas aves venidas del norte de España o África reposen aquí durante horas o días cuando realizan sus migraciones.
Función social
También esta forma de zona verde se ha convertido en un lugar habitual de paseo para los alicantinos. Especialmente en verano supone un lugar fresco y agradable en estos días tan tórridos que estamos sufriendo.