Entrevista> Irene Henarejos López / Performer y maestra (Orihuela, 24-marzo-1991)
Irene Henarejos, más conocida artísticamente como Ire Ishtär, se presenta como malabarista mediterránea especializada en la performance del fuego y el baile de las Cariocas, espectáculos que la atraparon de niña y que nunca abandonó.
Experta en danzas originarias de diversos lugares, culturas y etnias, realiza performances que transportan al desierto con las danzas gitanas, a las antiguas pirámides o a las propias raíces del ser humano.
¿Cómo ha sido tu formación?
Durante mi infancia tuve acceso al clásico, al español, danza moderna, solfeo, piano y teatro, con grandes profesores torrevejenses como Arantxa Blanco, Lola Morales o Conchi Die. También hice deportes como atletismo, gimnasia rítmica y natación. Sobre los dieciséis años, una gran amiga me enseñó a tocar la guitarra, a bailar carioca y me inició en la danza del fuego, pero en plan hobby.
Eché de menos una alternativa a esas enseñanzas en danza establecidas aquí, sólo existía una especie de grado medio en Madrid y Barcelona para formarse en artes circenses, o en otros países que sí había estudios superiores. Finalmente me decanté por estudiar Magisterio de Educación Física en la universidad de Alicante.
«Antes debías irte fuera de España si querías una titulación universitaria superior y profesional de circo»
¿Hay ya oferta de estudios superiores en circo en España?
Sí, en el verano de 2024 se regularon las bases de la formación académica e institucional que oficializa las enseñanzas artísticas superiores dentro del marco de enseñanzas profesionales, donde se incluyen las enseñanzas circenses.
A pesar de no encontrar una formación regulada, ¿continuaste formándote en artes circenses?
Siempre, buscaba talleres y cursos donde seguir formándome, y también me iban recomendando. La danza me permitía expresar lo que no podía poner en palabras, y el fuego le daba luz.
Por otra parte, las cariocas movían en mí algo de carácter sagrado. Me conectaban con el presente del lugar y con el ahora. En Madrid realicé un máster en danza étnico-contemporáneo y, con mi tesina, constaté su origen sacro, femenino y con beneficios científicos similares a los del Taichi.
La danza del fuego es una performance peligrosa y muy espectacular a nivel visual. ¿Cómo es bailar mientras haces malabares con fuego?
Te hace sentir adrenalina pura, tanto el sonido, como la potencia y la limpieza de movimientos cuando quieres sacar alguna figura. Pero detrás hay mucha práctica y mucho trabajo de técnica, de danzas sin fuego.
«Suelo impartir talleres donde trabajamos malabares con seda, cariocas o bautizos de fuego»
¿Has sufrido quemaduras o golpes alguna vez?
Por supuesto, de golpes durante el aprendizaje no te libras. En cuanto a las quemaduras, digamos que las que me han dejado marca han sido compañeros compartiendo escenario con pirotecnia o con poca disciplina.
Es muy difícil enredarse para que la quemadura deje marca, normalmente solo hueles a chamusquina de rebote.
También eres experta en la danza de las cariocas ¿En qué consiste?
Las cariocas o poi, son una cabeza en forma de bola con una cuerda. Se gira una con cada mano, y es un baile rítmico que tiene su origen en el pueblo maorí de Nueva Zelanda, donde sus bailarinas honraban un lugar sagrado (un lago, una cascada, un árbol milenario), mientras cantaban de forma improvisada. Hoy continúan haciéndolo.
En la actualidad existen una gran diversidad de cariocas, las tradicionales, de colores, con luces, con fuego…opciones que hacen la danza aún más llamativa y mejora su estética.
Colaboras actualmente con diferentes compañías de baile, realizas tus performances, e impartes clases muy diversas. ¿Qué especialidades enseñas?
Suelo ofertar un taller gratuito al año del baile de las cariocas, hago iniciaciones al circo, bautizos de fuego, talleres de malabares con sedas y, este año, estoy planteando hacer taller de Hula Hoop.
¿Cómo lo compaginas todo?
No te voy a mentir, a veces con ganas de tirar la toalla. Cada cierto tiempo toca reflexionar y volver a los orígenes, a las raíces de mi movimiento. Compagino la danza con ser socorrista en la playa los meses de verano, con el comedor escolar, soy también monitora de natación, artesana de macramé…
Hoy en día me atrevo decir que, más allá de las depresiones que caracterizan mi generación, sentimos gran dificultad y ahogo económico para poder independizarnos sin pareja.
«Me encantaría viajar a Nueva Zelanda a conocer más sobre la danza de las cariocas»
¿Trabajas o tienes en mente algún proyecto nuevo?
Trabajo como monitora y seguiré también ofertando mis talleres, estoy abierta a colaboraciones. Me gustaría poder publicar y ampliar mi tesina del Fuego y el baile de las cariocas, para lo que me encantaría viajar a Nueva Zelanda y conocer los Marae, templos maorís donde enseñaban cariocas.
Compaginar aprendizaje con estilo de vida, y actualizarme también para adaptarme a los formatos de enseñanza online.
¿Dónde podemos ver próximamente alguno de tus espectáculos?
Suelo actuar en festividades como la noche de San Juan, Halloween, Noche Vieja o Moros y Cristianos. También en eventos privados, junto a mis compañeras de Raíces y otras escuelas de danza.
El siguiente espectáculo será con mi compañera Ainara Vázquez, que participamos colaborando en el desfile de Moros y Cristianos de Mutxamel (Alicante).