Como bien sabemos todos aquellos que residimos en el sureste español, el comienzo del otoño es la época más peligrosa en cuanto a la posibilidad de que nos caigan grandes precipitaciones del cielo. En nuestra retina sigue estando el nefasto recuerdo de la dana caída en València el pasado año, si bien en Alicante también hemos sufrido destructivas riadas en el pasado.
Precisamente con objeto de preparar mejor la ciudad ante posibles lluvias torrenciales, desde este agosto se vienen realizando algunas acciones en los cauces que hay en nuestro término municipal. Para actuar en estos emplazamientos críticos se hace necesaria la coordinación del Ayuntamiento de Alicante con el Gobierno de España, dado que la competencia recae en una u otra administración según el punto exacto en el que se quiera proceder.
Potestad compartida
“Desde el Ayuntamiento realizamos dos veces al año labores de desbroce y mantenimiento de los barrancos. Concretamente se trabaja en los de Aguamarga, Las Ovejas y el Juncaret-Orgegia. Siempre realizamos estas labores en otoño y en primavera, con un objetivo preventivo” nos señala Rafael Alemañ, concejal de Limpieza Viaria y Gestión de Residuos.
Esta labor se realiza mediante la empresa concesionaria Netial, encargada de toda la limpieza viaria de la ciudad. En el contrato público que el Ayuntamiento adjudicó a dicha sociedad en 2023 también se incluye la obligación de actuar en los barrancos.
Sin embargo, los ayuntamientos solo están habilitados a actuar en los tramos urbanos de los cauces, siendo el resto competencia del Ministerio de Transición Ecológica a través de sus organismos adscritos. En concreto la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) es la responsable del mantenimiento en los tramos rurales, mientras que la dirección general de la Costa y el Mar también se encarga de algunos aspectos concretos en las desembocaduras al mar.
Entre el Ayuntamiento y el Gobierno se reparten las competencias para actuar en barrancos
Barranco de las Ovejas
Uno de los puntos clave es el Barranco de las Ovejas, dado que está emplazado en una zona muy residencial, cruzando el barrio de San Gabriel para separar su parte más tradicional de la zona de urbanizaciones.
Aquí la CHJ ha realizado una actuación estructural y de reperfilado en el tramo entre la depuradora, el Rincón de León y el puente de la Vía Parque, con el fin de facilitar que las brigadas municipales puedan actuar en labores de desbroce. De igual manera la empresa estatal Tragsa se ha encargado de limpiar la parte alta de este cauce que abarca desde la depuradora hasta la autovía.
“Debo agradecer la intervención de la CHJ en este tramo como ejemplo de la colaboración necesaria entre administraciones públicas. Por nuestra parte ya hemos iniciado las labores de retirada de las cañas y el rizoma de la zona inundada junto al disipador. También se ha procedido a la limpieza de los tramos urbanos aguas arriba de la zona inundada”, nos señala Alemañ.
De igual forma, el Ayuntamiento ha invertido tres millones de euros para duplicar la capacidad de la estación de bombeo de San Gabriel, y así optimizar la función del tanque antitormentas, de 63.000 metros cúbicos, aquí ubicado.
El Ayuntamiento ha invertido tres millones de euros en la estación de bombeo de San Gabriel
Quejas vecinales
Sin embargo, diferentes asociaciones y vecinos del barrio consideran que dichas actuaciones son insuficientes. De hecho, el pasado 26 de septiembre se produjo una manifestación en San Gabriel para solicitar una limpieza integral de la zona del barranco más cercana al mar, ya no solo por la peligrosidad de cara a lluvias torrenciales, sino también por los malos olores que generan los vertidos fecales y lodos.
“El ansiado dragado de toda la zona inundada del barranco que reclaman los vecinos no es competencia municipal. Así lo pone de relieve la última sentencia al respecto del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Además, el Ayuntamiento no dispone de los medios necesarios para una actuación de esta envergadura, que sí puede realizar la administración estatal”, nos comenta Alemañ.
«Contamos con un buen escudo contra las inundaciones, pero debemos seguir mejorando» R. Alemañ (Limpieza)
Aguamarga
Por otra parte, el Ayuntamiento también ha actuado en Aguamarga. Se trata ésta de una zona menos poblada, pero donde una potencial dana también podría causar numerosos daños dada la presencia de muchas infraestructuras como las industrias, instituciones, carreteras, vías ferroviarias, etc.
En concreto las brigadas municipales han desbrozado unos ochocientos metros por la zona de la EUIPO y la fábrica Aludium. De igual forma se están retirando las cañas, los lodos y demás residuos por toda la N-332 y las vías del ferrocarril.
Cabe señalar que, precisamente en estos últimos días de septiembre y primeros de octubre, Renfe ha estado igualmente actuando en esta zona para renovar este tramo de la línea del Cercanías Alicante-Murcia que transcurre junto al mar.
“Aquí también sería necesario que el Ministerio hiciera una actuación similar a la realizada en el Barranco de las Ovejas. En este caso la competencia pertenece a Costas, y así se lo hemos reclamado”, nos apunta el concejal de Limpieza Viaria.
Escudo antirriadas
Ya hacia finales de septiembre los operarios de Netial comenzaron a realizar trabajos similares de desbroce también en el barranco del Juncaret-Orgegia, ubicado entre la playa de la Albufereta y Santa Faz.
“Tras las inundaciones de 1997 Alicante desarrolló, junto con la Generalitat, un conjunto de infraestructuras hidráulicas como los grandes colectores de evacuación, el parque inundable de La Marjal o el tanque antitormentas de San Gabriel. Todo esto ha demostrado su utilidad minimizando las consecuencias en episodios de lluvias torrenciales. De ahí que podamos afirmar que Alicante cuenta con un buen escudo contra las inundaciones. Aun así, eso no es óbice para que no se tenga que seguir mejorando”, nos apunta Rafael Alemañ.
En este sentido, el concejal nos asegura que desde el Ayuntamiento se está ya planificando la construcción de nuevas infraestructuras similares en el futuro conforme la ciudad continúe creciendo.