Entrevista > Rafael Mossi Peiró / Director Área Competitiva Cámara Valencia (València, 12-abril-1964)
Casi un año después de la devastadora dana, la Diputación de Valencia y la Cámara de Comercio han lanzado los ‘Bonos comercio dana’, una iniciativa diseñada para reactivar la economía en los veintiséis municipios más afectados.
Con un impacto previsto de casi diez millones de euros, este programa busca ser un impulso vital para el comercio local. Hablamos con Rafael Mossi, director del área de Competitividad de la Cámara de Comercio de Valencia, para conocer los detalles.
Casi un año después de la dana se lanza esta campaña. ¿Por qué se ha elegido este momento para activar los bonos?
Fundamentalmente, porque los comercios necesitaban tiempo para rehabilitarse. Aquello fue un shock tremendo, y muchas empresas familiares, micropymes, tuvieron que tomar la difícil decisión de volver a empezar. Lanzar los bonos ahora es un tributo a su resiliencia, un apoyo para quienes, a pesar del desánimo, decidieron levantarse y seguir adelante.
«Estamos diseñando otro bono con Generalitat que será específico para hostelería»
¿Quiénes han participado en el diseño de esta iniciativa y qué criterios se usaron para seleccionar a los veintiséis municipios beneficiarios?
Ha sido una iniciativa de la Diputación de Valencia, que no solo ha sido la financiadora, sino que ha colaborado activamente en el diseño. La selección de los veintiséis municipios se basó en un estudio de PATECO que analizó qué localidades habían sufrido los mayores daños en sus cascos urbanos, donde se concentra el comercio.
Para el ciudadano, la fórmula es muy atractiva: paga cincuenta euros y gasta cien. ¿Cómo funciona exactamente este sistema?
Así es, el valor se multiplica por dos. Es una colaboración público-privada en la que el ciudadano pone cincuenta euros y la administración otros cincuenta. El beneficio es doble: el comercio local recibe una inyección de cien euros por bono, y el consumidor duplica su capacidad de compra. Creemos que en este sistema todo son ventajas.
¿Qué tipo de establecimientos pueden adherirse? ¿Se ha excluido a las grandes superficies para centrarse en el comercio local?
El foco está puesto en el comercio local de proximidad. Las grandes cadenas multinacionales no entran en el programa. La hostelería tampoco, ya que estamos diseñando otro bono específico con la Generalitat para ellos. Se excluyen actividades muy concretas como las farmacias para la venta de medicamentos, pero en general la gama de comercios adheridos es muy amplia.
«Es una forma muy tangible de ver cómo la colaboración público-privada beneficia a toda la sociedad»
¿Cuál es el papel específico que desempeña la Cámara de Comercio en la gestión y el éxito de esta campaña?
Nuestra función es la gestión e intermediación. En colaboración con asociaciones como Confecomerç, Unió Gremial y los ayuntamientos, hemos diseñado la mecánica para que los bonos sean un éxito. Nos encargamos de la plataforma tecnológica, la comunicación y, sobre todo, la distribución de los casi 94.000 bonos disponibles.
Respecto al proceso de compra, ¿es un trámite sencillo?
Es muy fácil. El usuario entra en la web, el sistema verifica que está empadronado en uno de los municipios afectados, y procede a la compra a través de una pasarela de pago segura. La recogida es un punto crítico; para evitar colas, asignamos fechas escalonadas para ir a buscarlos. Pedimos paciencia para que todo fluya con orden.
Una vez adquirido el bono, ¿existen restricciones de uso o el comprador tiene libertad para gastarlo?
Hay total libertad. Puedes usar medio bono en una tienda y la otra mitad en otra. No estás limitado a tu municipio, puedes comprar en cualquiera de los casi mil comercios adheridos de las veintiséis localidades. Además, son compatibles con rebajas y otras promociones, y se pueden usar hasta el 31 de diciembre.
«Lanzar los bonos ahora es un tributo a la resiliencia, un apoyo para quienes, a pesar del desánimo, decidieron levantarse y seguir adelante»
Además del impacto directo, ¿se espera un efecto multiplicador que beneficie a otros sectores?
Aunque no hemos hecho un estudio específico para la zona dana, nuestra experiencia en otras campañas nos dice que el impacto suele ser un 15 o 20% mayor. La gente, al tener un descuento del 50% en los primeros cien euros, a menudo se anima a gastar un poco más. También sirve como una tarjeta de presentación para que nuevos clientes conozcan comercios locales.
Visto el éxito y la sencillez del modelo, ¿podría esta iniciativa replicarse en el futuro?
Creemos que sí. La metodología es muy fácil para el ciudadano y para el comercio, que a menudo se enfrenta a ayudas con mucho papeleo. Además, duplicamos el dinero que llega al bolsillo del comerciante. Este sistema es tan versátil que ya lo estamos usando para otros conceptos, como el ‘cheque bebé’ o las ayudas para material escolar.
¿Qué mensaje le enviaría a la ciudadanía que aún no ha adquirido su bono para que se anime a participar?
Les diría que animen, porque es una herramienta muy interesante para todos. Es sencilla, multiplica por dos el dinero invertido y es una ayuda directa para sus conciudadanos, los dueños y trabajadores de los comercios locales. Es una forma muy tangible de ver cómo la colaboración público-privada beneficia a toda la sociedad.