Los vecinos de Altea han recibido en sus buzones en las últimas semanas el doloroso recordatorio fiscal anual que pocos olvidan: el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) correspondiente al año 2025.
Sin embargo, no se trata de un simple recordatorio, sino del primer impacto real de la subida del 40% aprobada en 2024, recuerdan desde la oposición local, por el equipo de gobierno formado por Compromís y PSOE. Lo que hasta hace poco era una cifra en un documento oficial, ahora se ha materializado en un golpe directo a la economía familiar, generando la lógica preocupación y frustración en muchos bolsillos.
Una subida histórica
Esta subida, que el Partido Popular venía denunciando desde su aprobación, convierte el IBI de este año en una carga sin precedentes para los alteanos.
Tal y como ha explicado la portavoz de la formación conservadora, Rocío Gómez, “un recibo que en 2024 era de 324 euros, ahora ha ascendido a 451 euros. En el caso de una propiedad con un recibo de 510 euros, el coste se dispara hasta los 710 euros. Son aumentos significativos que sitúan esta medida como la mayor subida de impuestos en la historia de Altea”.
Además, insiste Gómez, “este IBI incrementado no llega solo, sino que se suma a un panorama fiscal ya complicado, con aumentos en la plusvalía (300%), el ICIO (32%) y la tasa de basura (28%), aprobados todos ellos en el último año bajo el mandato de Diego Zaragozí”.
Esta subida se suma a otros impuestos como la plusvalía (300%) y la tasa de basura (28%)
No va acompañada de beneficios
La portavoz ‘popular’ no ha dudado en denunciar la situación, criticando “la desconexión entre el aumento de impuestos y la supuesta mejora de los servicios públicos”.
A su juicio, “por mucho que quieran disfrazarlo y pretendan que los alteanos se olviden de esta subida de impuestos prometiendo unas ayudas que todavía no existen, la realidad es que al abrir el sobre y comparar con el año pasado, las familias van a ver claramente cómo se les mintió: no aparece ni una sola deducción ni una bonificación nueva”, ha afirmado Gómez, poniendo de manifiesto “la falta de medidas compensatorias que alivien el peso de este incremento”.
Desde el PP denuncian que no hay ni una sola bonificación nueva que compense el aumento
Sin soluciones tangibles
El descontento se extiende al hecho de que, según el PP, el equipo de gobierno ha anunciado ayudas que aún no están en vigor. “Encima de imponer una subida desproporcionada que ahoga a las familias, el señor Zaragozí y su equipo se atreven a anunciar unas supuestas ayudas que ni siquiera están aprobadas. Se ponen la tirita antes de la herida, pero la realidad es que la herida ya la han causado, y la estamos pagando todos”, ha sentenciado la portavoz.
“La percepción general es que se ha creado un problema fiscal grave sin ofrecer soluciones tangibles a la ciudadanía”, insiste Gómez y es que, asegura, este aumento del IBI se percibe como una medida puramente recaudatoria que no se traduce en mejoras visibles para el día a día de los alteanos.
«Si hay superávit, lo lógico sería bajar el IBI» R. Gómez
Gestión económica cuestionada
Desde las filas ‘populares’ se cuestiona la estrategia económica del gobierno local. Gómez ha sido tajante al respecto, señalando que la “supuesta buena gestión económica que venden es a costa de exprimir a los alteanos con subidas abusivas”. La crítica va más allá de los impuestos y se centra en el estado general del municipio. “No tenemos una Altea más limpia, ni más servicios reales, al contrario, se desmantela los que ya existían, como el haber echado a nuestros mayores del Centro Social creado para ellos”, ha añadido.
Es claro el argumento de la oposición: si la gestión del Ayuntamiento es tan eficiente como se proclama, y hay un supuesto superávit en las arcas municipales, lo lógico sería una reducción de la carga fiscal en lugar de un aumento. “Si hay superávit, lo lógico sería bajar el IBI, no subirlo un 40%”, ha insistido Gómez. La paradoja de “un gobierno que presume de buena salud financiera mientras ahoga a sus ciudadanos con impuestos desmedidos” es un punto central de la denuncia.
El IBI: una medida que afecta a todos
La subida del IBI, al ser un impuesto que grava la propiedad, afecta a una gran parte de los vecinos de Altea, desde jóvenes que intentan acceder a su primera vivienda hasta familias consolidadas y pensionistas que ven cómo su poder adquisitivo se reduce con cada nueva carga fiscal.
Rocío Gómez concluye de forma contundente: “La única verdad hoy es que las familias alteanas ya estamos pagando un IBI un 40% más caro por culpa de Compromís y PSOE. Lo demás, es humo”. Esta frase resume, afirman desde el Partido Popular de la Villa Blanca, “el sentimiento de muchos alteanos, que sienten que las promesas y las explicaciones no valen de nada frente a la realidad de una factura que, al abrir el buzón, es imposible de ignorar”.