Entrevista > Pablo Carbonell / Presentador de ‘Rafal en corto 2025’ (Cádiz, 18-julio-1962)
Este noviembre Rafal celebra la decimocuarta edición de su festival de cortometrajes. El sábado 1 tendrá lugar la gala de apertura en el Auditorio Arte Musical, y durante la siguiente semana se proyectarán la treintena de cortos finalistas -seleccionados entre las más de quinientas producciones recibidas- al tiempo que se impartirán diversos talleres y conferencias.
Para el sábado 8 quedará la gala de clausura, donde se anunciarán los premiados, con el célebre cómico y músico Pablo Carbonell como presentador. En el evento también actuará el cantautor local Jesús Lorenzo. La entrada al ‘Rafal en corto 2025’, tanto a las galas como a las proyecciones y demás eventos programados, es gratuita para todo el público interesado hasta completar el aforo.
Gran nivel cultural
“No es normal que un pueblo del tamaño de Rafal mantenga un festival de semejantes dimensiones durante tantos años. Creo que esto dice mucho del nivel cultural que existe en este municipio, ya no solo en el cine sino también la música o el teatro. Es un ejemplo incluso para quienes vivimos en grandes ciudades”, nos manifiesta el músico ilicitano Manuel Ramos, quien ejerce de director de ‘Rafal en Corto 2025’.
También el propio Pablo Carbonell ha querido atender nuestra llamada, en plena gira con su grupo ‘Los toreros muertos’.
«Los festivales son como los champiñones porque tienen un punto de imprevisible»
¿Cómo te surgió la posibilidad de presentar la gala de clausura de ‘Rafal en corto 2025’?
Desde hace años tenía una compañía de discos llamada ’18 Chulos’ que la hemos reconvertido en una agencia organizadora de eventos como conferencias, encuentros intelectuales, presentaciones de marcas, etc. Para ello contamos con un plantel de presentadores de lujo. En concreto somos Santiago Segura, el Gran Wyoming, Pepín Tre y un servidor.
Y para mí esta perla es maravillosa para potenciar y dar eco a este cine en formato corto. Que por supuesto no es un cine menor.
Hoy en día existen muchos festivales de cortos, pero casi todos son de ‘quita y pon’ y apenas aguantan un par de años. ¿Por qué crees que ‘Rafal en corto’ ha conseguido llegar hasta catorce ediciones?
Pues porque la gente debe de pasarlo bien. Aparte de poner cortos de cine… imagino que también pondrán muy bien los cortos de cerveza (risas). Lo que no acabo de comprender es porque no han llamado a Marianico ‘el corto’ de presentador (risas).
Hablando en serio, al final los festivales son como los champiñones o las setas silvestres en el sentido de que tienen un punto imprevisible. Algunos permanecen y otros no. Sin duda la dirección tiene mucho que decir en esto, igual que el enclave o la fecha en el calendario. En este caso está claro que ‘Rafal en corto’ se ha consolidado con el tiempo e incluso cuenta con grandes presentadores de mucho empaque.
«Me cuesta entender que se produzcan tantos cortos con la poca distribución que se les da»
¿Cambia mucho presentar una gala de cine respecto a otro tipo de eventos?
Apelo al método Stanislavski, y cuando presento una entrega siempre me creo que soy quien entrega los premios de mi propia propiedad. Como si me sobraran, y por eso los regalo. El presentador de una gala en ese momento debe asumir un rol como si fuera el director, el productor y el dueño del mambo.
La verdad es que esto me pasa exactamente igual si me dicen que presente, por ejemplo, un nuevo coche. Salgo a escena con el espíritu de haber sido yo quien lo ha diseñado (risas).
Todos conocemos tu experiencia en televisión, música, cine… ¿Has trabajado también en cortometrajes?
Sí, en algunos. Entre estar en casa aburrido y hacer un corto… pues mejor lo segundo. Siempre se aprende algo. Además, me resulta muy emocionante la ilusión que ponen los cortometrajistas en sus primeras películas intentando tener una voz propia y con la esperanza de algún día pueda convertirse en un proyecto largo.
El último que hice, por cierto, fue una de mis mejores interpretaciones. Interpreté a un fan de un ciclista que descubría que en realidad su ídolo tenía un hermano gemelo con el que se cambiaba para ganar las etapas (risas). Esto le provocaba mucha frustración. Recuerdo que fui capaz de meterme en el papel hasta el punto de que me ‘jarté’ a llorar como una magdalena estando tan decepcionado por mi héroe. Se llama ‘Orgullo nacional’.
«Próximamente estrenaré una comedia francesa en el teatro»
¿Qué encaje tienen hoy en día los cortos en la industria audiovisual? ¿Cómo se les puede dar salida económica?
Sinceramente no alcanzo a entender cómo es posible que haya tantos cortometrajes. Teniendo en cuenta que no tienen una distribución general en cines ni apoyo de multinacionales, sino que básicamente solo se proyectan de festival en festival. Solo es explicable por la ilusión que ponen los creadores.
Encima ahora la tónica es hacer películas de tres horas, a veces un tanto estiradas. Como si la gente no tuviera casa ni ganas de cenar o de hacer otras cosas. Esto complica mucho que puedan proyectarse cortos en el cine antes de empezar la película.
¿Cómo va la gira de ‘Los toreros muertos’? ¿Tienes algún otro proyecto próximamente en cine, tele o teatro?
Estamos terminando la gira ’40 años salvando al mundo’ por España y en breve iremos a Estados Unidos… si no nos cambian las leyes de inmigración hasta entonces.
Además, estoy preparando una obra de teatro con Pastora Vega. Se trata de una comedia francesa muy ácida y actual que está dirigida con muy buen pulso por Gabriel Olivares, quien por cierto ya lleva 101 obras en su haber. Nos estamos dejando la vida en poner esta función en pie. Para otra cosa no, pero haciendo comedias los franceses son geniales porque saben hacer reír y reflexionar al mismo tiempo.