En el pabellón Garganes de Altea se vivó un susto considerable cuando, justo antes del inicio de un partido, parte del techo se vino abajo por la acumulación de agua tras las intensas lluvias caídas el pasado mes de octubre.
Por fortuna, el incidente no causó heridos, aunque sí ha puesto de nuevo sobre la mesa el debate acerca del mantenimiento de las instalaciones deportivas municipales y la necesidad de acometer reformas estructurales que garanticen su seguridad.
Según han criticado desde la oposición, los técnicos municipales inspeccionaron la zona afectada y confirmaron que el problema se originó en un punto del tejado que presentaba filtraciones desde hacía tiempo. El agua estancada, sumada al deterioro del material, terminó provocando el desprendimiento. Aunque el área se ha precintado para evitar riesgos, el suceso ha reavivado las críticas sobre el estado general del edificio.
Parte del techo del pabellón Garganes se vino abajo por acumulación de agua
Un problema que viene de lejos
El pabellón Garganes es una instalación emblemática en Altea. Inaugurado hace más de cuarenta años, ha sido escenario de innumerables competiciones escolares y federadas, además de servir de sede a clubes locales y actividades culturales. “Sin embargo, su desgaste es cada vez más visible”, aseguran desde el Partido Popular.
Afirma, como principal partido de la oposición alteana, que los usuarios del recinto han venido denunciando durante los últimos años la existencia de goteras, humedades y desperfectos tanto en la cubierta como en el pavimento. Además, añaden que las reparaciones realizadas hasta ahora han sido puntuales, sin que se haya abordado una intervención integral. El resultado es que los problemas vuelven a aparecer cada temporada, especialmente en los periodos de lluvia.
Advertencias previas
Desde la oposición municipal, el edil del Partido Popular, Álex Mulet, había advertido hace meses “sobre el riesgo que suponía seguir aplazando las actuaciones necesarias”. En una nota de prensa alertó “de la necesidad de elaborar un plan de mantenimiento real, con presupuesto y plazos definidos, para evitar un accidente”.
Tras el incidente, Mulet ha vuelto a insistir en que “no se puede depender de soluciones temporales o improvisadas” y ha pedido al equipo de gobierno “mayor previsión y compromiso con la seguridad de los deportistas y espectadores”.
Por su parte, fuentes municipales recuerdan que el consistorio lleva tiempo trabajando en un proyecto de reforma global del pabellón, aunque reconocen que aún no se ha concretado ni la licitación de las obras ni el calendario de ejecución.
No hubo heridos, pero el suceso evidenció el deterioro estructural del recinto
Promesas y expectativas
La denominada ‘Reforma integral del pabellón Garganes’ ha sido uno de los compromisos más repetidos por los distintos equipos de gobierno en los últimos años. Sin embargo, el proyecto no ha terminado de arrancar. Desde Compromís, formación que ostenta actualmente la responsabilidad de gobierno, se asegura que el plan de renovación sigue sobre la mesa y que se ejecutará cuando las condiciones presupuestarias lo permitan.
Mientras tanto, los clubes deportivos que entrenan y compiten en el pabellón deben convivir con las limitaciones derivadas del desgaste. Algunos eventos se han tenido que reubicar en otros espacios municipales, y la sensación general entre los usuarios es que el recinto se ha quedado atrás respecto a las necesidades del deporte actual, afirman desde el otro lado de la bancada.
Instalación clave para Altea
El pabellón Garganes no sólo cumple una función deportiva. A lo largo del año acoge también actividades culturales, escolares y sociales, y constituye un punto de encuentro habitual para centenares de vecinos. Su deterioro, por tanto, no afecta únicamente a los clubes, sino al conjunto de la comunidad alteana.
Varios entrenadores y padres de deportistas coinciden en destacar que el edificio “ha aguantado muy bien el paso del tiempo”, pero reconocen que “ya no se puede seguir retrasando su renovación”. En su opinión, una actuación integral debería incluir la sustitución del techo, la renovación del suelo, la mejora de la iluminación y la adecuación de los vestuarios.
Desde el PP habían alertado meses antes sobre la falta de mantenimiento
Reto del mantenimiento público
El caso del pabellón Garganes reabre un debate más amplio sobre la gestión de las infraestructuras públicas en Altea. Muchos vecinos consideran que el mantenimiento de edificios municipales (deportivos, educativos y culturales) no puede basarse únicamente en intervenciones de emergencia, sino en una planificación preventiva que evite males mayores.
Los expertos en gestión urbana coinciden en que este tipo de incidentes, aunque puntuales, son el resultado de años de falta de inversión en conservación. Una política de mantenimiento adecuada no sólo previene riesgos, sino que reduce los costes a medio plazo y mejora la seguridad de los usuarios.
Hacia una solución definitiva
El Ayuntamiento ha anunciado que revisará el estado completo de la estructura y que priorizará las actuaciones necesarias para garantizar la seguridad del recinto. Mientras tanto, los clubes siguen utilizando las zonas no afectadas, aunque con precaución.
De cara al próximo invierno, las previsiones de lluvias vuelven a generar inquietud entre los usuarios. Desde las asociaciones deportivas locales se reclama que el Garganes recupere cuanto antes las condiciones que merece una instalación con tanta historia y que ha sido, durante décadas, un referente para el deporte base alteano.





















