Entrevista > Carlos de Juan / Concejal de Tráfico (Alicante, 8-enero-1978)
Cada mañana, a partir de las 6 horas, un grupo de operarios llegan al Centro de Control de Tráfico ubicado en el edificio que el Ayuntamiento posee en la calle Arzobispo Loaces. Allí vigilan la circulación de vehículos a través de más de 360 cámaras y monitorizan que todos los semáforos de la ciudad funcionen correctamente.
Esta rutina diaria no termina hasta las diez de la noche, pero incluso en las horas nocturnas siempre hay al menos un trabajador de guardia. Es decir, la sala funciona veinticuatro horas y 365 días.
Fue en los años noventa cuando se consideró que Alicante ya había crecido lo suficiente como para precisar de un lugar centralizado de pantallas para el control de tráfico a tiempo real. Desde entonces evidentemente ha evolucionado mucho, a la par que lo ha hecho la tecnología. Conversamos con el concejal Carlos de Juan para que nos explique más en profundidad el funcionamiento de este cuasi orwelliano sistema.
«Durante dieciséis horas al día hay unos cinco operarios controlando el tráfico»
¿Cuántos operadores hay en la plantilla del Centro de Control?
El número total no te lo sabría decir, pero son muchos. Ten en cuenta que normalmente hay cinco operarios en la sala durante unas dieciséis horas al día, y evidentemente se hacen turnos.
Además, a veces necesitamos refuerzos extraordinarios en días concretos como durante las Hogueras, Navidad, Nochevieja, etc. Y por supuesto a cualquier hora siempre hay como mínimo una o dos personas de guardia para atender cualquier incidencia.
¿Cuáles son los principales quehaceres y problemas diarios a los que se enfrentan?
En esta sala nos dedicamos a analizar y garantizar la movilidad urbana optimizando la fluidez del tráfico. Así de forma indirecta también logramos ahorrar litros en el consumo de combustible, lo cual repercute directamente en la reducción de emisiones y por tanto en el medioambiente. El objetivo final es mejorar la calidad de vida.
Y en realidad, aquí en el día a día… hay de todo. Aunque pueda existir algún tipo de rutina en Alicante, todos sabemos el enorme número de eventos y actividades en vía pública que se organizan en esta ciudad. Además, están todas las obras públicas. Por eso cada día desde la alcaldía u otras áreas del Ayuntamiento nos trasladan las calles que se van a cortar, y nosotros informamos sobre la afectación que puedan tener en el flujo del tráfico.
Pero éstos son solo los eventos programados. Por otro lado también tenemos los imprevistos e incidencias. Aquí estamos muy coordinados con la Policía Local y demás cuerpos de seguridad para informarles de cualquier hecho.
«Estamos coordinados con la Policía Local para informales de cualquier incidencia»
¿Qué tal conducimos los alicantinos? ¿Notáis que el número de incumplimientos crece, decrece o se mantiene?
Podemos decir que es constante, y afortunadamente no existe ningún tipo de despunte. Aun así es cierto que poco a poco se va ganando una mentalidad de respeto en una ciudad con una circulación más amable.
Aunque por supuesto la educación es algo que se tiene que traer de casa, por mucho que las administraciones públicas queramos implantar una serie de medidas correctoras.
A raíz de la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) hace unos meses se instalaron una serie de nuevas cámaras y medidores de la calidad del aire. ¿Qué conclusiones están arrojando los primeros datos recogidos?
Cuando todo este proyecto se plantea, realizamos una serie de estudios y análisis previos de la situación existente a nivel de tráfico y medioambiente. Por eso se hizo un planteamiento acorde a las necesidades específicas de la ciudad de Alicante. Porque sería un error meter en el mismo saco los mismos parámetros para todas las ciudades, cuando no hay dos iguales. En nuestro caso particular, Alicante no tiene ningún problema específico de contaminación. Esto es algo claro y evidente.
Es verdad que aquí se da una serie de circunstancias geográficas por las cuales, en función de vientos y temperaturas, podríamos tener algún episodio puntual. Precisamente por eso hemos desarrollado esta ZBE con varios anillos concéntricos, y en función del cumplimento de la normativa tenemos varias zonas de actuación que están señalizadas con pantallas. Toda la información está a disposición de los ciudadanos en los paneles.
«No tenemos problemas reales de polución atmosférica en Alicante»
¿De momento no se ha registrado ningún episodio de alta polución, ni siquiera en verano?
No. Para que nos entendamos, esto es una especie de control de acceso pero sin ejercer. Solo contemplamos la posibilidad de que, en un caso muy extremo como que viniera una gran cantidad de polvo sahariana, hubiera que restringir el tráfico en un momento puntual.
Hasta el momento no se ha producido, pero contamos con la herramienta para hacerlo. Sin embargo, en Alicante no tenemos una zona industrial o de circulación específica que nos produzca una nube de contaminación constante.
La sala de control de tráfico ha cambiado mucho desde que se puso en funcionamiento hace tres décadas. ¿Habrá alguna novedad tecnológica próximamente?
Esta área del Ayuntamiento es un punto clave en el que se hizo una inversión potente para ponerla en marcha, y dicha inversión se sigue manteniendo para poder estar al día tanto en recursos humanos como en tecnología.
Ahora mismo estamos trabajando en una nueva aplicación que reforzará el sistema de movilidad e información. En breve os informaremos de estas novedades tecnológicas, que estoy seguro de que serán muy bien acogidas.


















