Entrevista > Juan Antonio Cases / Entrenador del CD Cox (Cox, 21-mayo-1982)
Es una evidencia que el fútbol profesional se ha transformado en las últimas décadas, en gran parte por los salarios astronómicos que reciben los jugadores. ¿También ha variado el regional? Hablamos de ello con Juan Antonio Cases, el sempiterno entrenador del CD Cox, actualmente en Segunda Regional.
El técnico considera, en ese sentido, que se cuidan mucho más, “a todos los niveles, sobre todo nutricionalmente”. De igual modo muestran otras muchas preocupaciones, advierte, como las apuestas deportivas, aquellas que se gestionan desde el propio móvil.
Las aspiraciones del conjunto cojense son ocupar las primeras posiciones de la tabla y quizás luchar por el ascenso. Para ello Cases propone un fútbol atractivo, presionante, saliendo con el balón controlado, “incluso a domicilio”.
¿Eras un buen jugador?
Lo intentaba. Comencé en el Cox y pasé en juvenil al Orihuela, antes de regresar a casa. Jugaba de mediocentro organizado, tipo Sergio Busquets, salvando las distancias (ríe).
«También los campos de césped artificial han supuesto un cambio radical, así como las escuelas deportivas»
¿Por qué lo dejaste tan pronto?
Una grave lesión en el psoas, pubis y abductores me obligó a retirarme demasiado joven, con apenas veintiún años. Fue duro, porque me encantaba jugar y podría haber estado muchas más temporadas.
¿Ha cambiado el fútbol regional?
Muchísimo, tras la llegada de nuevas generaciones, que aportan nuevas ideas y mentalidades. Se cuidan mucho más en cuanto a nutrición, gimnasio y estar preparados: el resultado es otro modelo de jugador.
También los campos de césped artificial han supuesto un cambio radical, a mejor. Recuerdo que en mis tiempos no había categorías formadas ni escuelas deportivas.
Volvamos a ti, ¿de inmediato te hiciste entrenador?
Después de dos años lesionado, porque el problema físico no se acababa de solucionar, deseaba seguir vinculado al fútbol, es mi vida. Llevo en el CD Cox unas quince temporadas, no consecutivas, con pequeños periplos en el Callosa Deportivo y el Almoradí.
Asimismo, acumulo más de dos décadas en las escuelas deportivas del club, coordinadas por Antonio Zambrana.
«El nivel de exigencia en los entrenamientos te lleva a una regularidad, se juega según se entrena»
¿Eres un técnico más psicólogo que exigente?
Me gusta ser exigente, siempre ilusionado por nuestro deporte, aunque soy capaz de adaptarme a las nuevas generaciones, a los nuevos conceptos que llegan.
El lenguaje entre los jugadores es diferente, por ejemplo, además del uso continuo de los móviles. Tienen igualmente muy en cuenta las apuestas deportivas, una realidad muy latente entre los jóvenes actuales.
Un tema especialmente complicado.
Sin duda. Las apuestas no llegan hasta nuestra categoría, pero son muchos los jugadores que las siguen, porque como sabemos se puede ‘jugar’ a todo: fútbol, baloncesto, tenis, balonmano, goles a favor, puntos en contra…
Es un problema para nosotros, los preparadores, porque están en los entrenos o incluso partidos muy pendientes de los móviles, de las alarmas que tienen instaladas. Es una nueva cultura generalizada, para nada una tontería.
Sobre ello, ¿os han intentado sobornar?
Nunca, doy fe.
«Estamos en la parte alta de la clasificación y el objetivo es estar lo más alto posible, luchar por subir»
¿Cómo tratas a cada jugador?
A día de hoy todos los aspectos influyen, los familiares, deportivos, laborales o económicos. Recordemos que el nuestro es un deporte amateur, en el que los jugadores tienen un sinfín de preocupaciones, como los estudios, el trabajo o la vida social.
La mayoría de mis chicos se mueven entre los diecinueve y veintiún años, pero también dispongo de jugadores más veteranos, que son padre de familia.
Háblanos de tus entrenamientos.
Son todos los martes, jueves y viernes a las 20:30 horas, unos noventa minutos. Intento que sean divertidos, una gran parte con balón, partidos reducidos y mucho trabajo físico, pero siempre en contacto con la pelota.
¿Es cierto aquello de se juega según se entrena?
Por supuesto. También es verdad que algunos llevan innato la competición y lucha en los partidos de igual manera, pero los entrenos son determinantes. El nivel de exigencia en los mismos te lleva a una regularidad, que se evidencia en los enfrentamientos.
«Me gusta jugar con el balón controlado, trabajamos el bloque junto, una presión alta, con todas las líneas…»
¿Estás satisfecho con este inicio de temporada?
Mucho, el nivel es ascendente, aunque hemos tenido un par de compromisos raros. Pero estoy contento de la implicación de los chavales, cómo luchan y lo dan todo por este club.
Estamos situados en la parte alta de la clasificación y el objetivo es estar lo más alto posible, luchar por el ascenso. Contamos para ello con el apoyo incondicional de nuestros aficionados, que cada sábado en casa llenan el Municipal San Fernando.
Tu propuesta de juego ¿cuál es?
Me gusta jugar con el balón controlado, trabajamos el bloque junto, una presión alta, con todas las líneas…
¿Incluso en los partidos a domicilio?
Ésa es la idea y por el momento lo estamos consiguiendo. Nos atrevemos a presionar en campo contrario, con la ventaja que mi equipo es joven y mantiene una fuerte energía todo el partido.






















