Entrevista > Josep Sapena Segarra / Fundador y secretario del Club Pilota Xàbia (Xàbia, 5-octubre-1960)
Con cuarenta años de historia a sus espaldas, el Club de Pilota Xàbia es un pilar fundamental en la preservación de ‘l’esport valencià per excel·lència’ en el municipio. Más allá de la competición, asumen la responsabilidad de mantener viva una tradición frente a los retos de la globalización y la competencia de otros deportes.
Después de cuatro décadas, ¿cómo asume el club esa responsabilidad de custodiar la tradición de la pilota valenciana?
Somos conscientes de que llevamos una tradición, pero el gran problema es la renovación. La globalización, los deportes nuevos y el fallecimiento de muchos aficionados dificultan el relevo generacional. Salen más ‘gallinas de las que entran’. Intentamos mantener la tradición a trancas y barrancas, recuperando incluso el juego de calle.
«Aunque jugar en la calle es bonito, el trinquet da la verdadera medida del jugador»
Observando estos cuarenta años, ¿cómo ha cambiado la pilota y su arraigo social en una Xàbia cada vez más turística y diversa?
Al principio tuvimos muchas dificultades, sobre todo para jugar en la calle. En una sociedad ya turística, a la gente le molestaba. Tuvimos que cambiar de ubicación varias veces, e incluso nos amenazaron. Nuestra demanda siempre fue recuperar el trinquet, que finalmente conseguimos en 2010.
¿Fue la construcción del trinquet municipal en 2010 un punto de inflexión para el club?
Sí, el trinquet nos ha dado más espectacularidad. Se han televisado partidas profesionales y el Ayuntamiento invierte en traer figuras. Aunque en la calle jugamos la Lliga de Palma, el trinquet ofrece comodidades y permite que las jugadas se vean más perfiladas, especialmente en modalidades como ‘escala i corda’.
A pesar de las dificultades con el relevo generacional, la salud deportiva parece buena. Este año Xàbia acogió las finales del Trofeu Diputació d’Alacant.
Era una reivindicación que teníamos desde hace tiempo. Conseguirlo fue importante, especialmente porque los chavales ahora van a entrenar con más ilusión.
«Debido a la globalización, los deportes nuevos y el fallecimiento de muchos aficionados, el relevo generacional se ha vuelto más difícil»
Pese a los hándicaps fruto del turismo, son muchos los extranjeros que se detenían a ver las partidas de calle. ¿Se interesan por este deporte tradicional?
Así es, sobre todo holandeses, que hay muchos aquí. Se paraban toda la partida, recordando juegos similares de sus países. El día de las finales vino gente de todas partes. El ambiente en la calle durante las partidas ha sido muy bueno, muy positivo para dar a conocer nuestro deporte.
Estos éxitos deportivos, ¿son fruto del trabajo de cantera actual o vienen de más atrás?
Es engañoso. El éxito actual es fruto del trabajo con chavales que empezaron en la escuela hace quince o veinte años, cuando yo era monitor junto a otros compañeros. Ha sido gente muy constante y apasionada que ahora tiene un gran nivel. La escuela actual, sin embargo, necesita un empujón.
¿Cuál es la situación de la escuela de pilota ahora que es municipal?
Antes la llevaba el club, pero la burocracia municipal era insostenible para nosotros. Ahora es municipal y este año están trabajando para que salga bien. Además, van a hacer jornadas de puertas abiertas en los colegios para captar alumnos.
«El ambiente en la calle durante las partidas ha sido muy bueno, muy positivo para dar a conocer nuestro deporte»
¿Resulta vital que esa escuela municipal funcione para garantizar el futuro?
Claro. La comarca tiene una competición escolar con mucho nivel, pero se necesita una persona responsable del Ayuntamiento, que gestione la escuela, forme equipos y los acompañe a las competiciones. Esperemos que este año sí funcione, nosotros colaboraremos en lo que podamos.
Siendo un deporte tan arraigado, pero a la vez tan exigente, ¿qué tiene la pilota para haberle enganchado durante toda su vida?
Es un deporte espectacular, sobre todo a nivel profesional. A mí siempre me gustó el golpeo con la mano. De pequeño jugaba en la pared y luego iba en bicicleta a Gata u Ondara. Mi pasión arrancó fuerte cuando inauguraron el trinquet de Pedreguer y vi jugar al Genovés. Aunque jugar en la calle es bonito, el trinquet da la verdadera medida del jugador.
Para terminar, ¿qué le diría a la gente de Xàbia, jóvenes y no tan jóvenes, para que se animen a conocer y practicar la pilota valenciana?
Que se acerquen a conocer un juego entrañable y muy completo, que trabaja todo el cuerpo. Tenemos un trinquet espectacular, que es municipal y está abierto. Pueden ir a ver las partidas los domingos, conocer al personal e incluso probar. Es un deporte distinto donde se disfruta mucho del golpeo directo con la mano.





















