Que el Hércules es uno de los clubes históricos del fútbol nacional no lo puede poner en duda nadie por mucho que las horas bajas del equipo alicantino estén durando ya demasiado tiempo.
Por ello, y porque pese a su delicado momento deportivo e institucional, el estadio Rico Pérez sigue siendo el punto de encuentro de miles de fieles aficionados cada fin de semana, el club ha solicitado a la Conselleria de Sanitat que se le aplique las mismas medidas de control de aforo al reciento que los que se han impuesto a los equipos de LaLiga.
Esto, en la práctica, supondría dejar sin efecto la actual normativa, que prevé que sólo se pueden llenar 5.000 butacas del estadio frente a las 10.000 que se podrían ocupar en caso de que se le aplicase al Hércules la normativa que afecta a los clubes profesionales.
A su favor juega que el Rico Pérez, al contrario que la mayoría de los pequeños campos en los que juegan sus partidos los equipos de la recién creada Primera RFEF, cuenta con una capacidad de algo más de 28.000 espectadores, por lo que permitir el acceso a 10.000 aficionados no supondría abarcar ni el 50% de su capacidad.