Entrevista > Antonio Sola Suárez / Primer teniente de Alcalde y concejal de Promoción y Desarrollo Económico y Empleo (7-septiembre-1962)
En 1980 el ex presidente del gobierno Adolfo Suárez decía que “un político no puede ser un hombre frío. Tiene que recordar que cada una de sus decisiones afecta a seres humanos. A unos beneficia y a otros perjudica. Y debe recordar siempre a los perjudicados”. Con estas palabras, el primer presidente de la democracia actual definía en una entrevista lo que él consideraba que debía ser un político.
Las palabras del ex político del CDS a buen seguro que harían asentir a Antonio Sola, primer teniente de Alcalde de Mutxamel, quien además de compartir apellido con él, reconoce una gran admiración por el ex gobernante, algo que también comparte con otro de los referentes, este más moderno, que tiene Sola, quien fuera su anterior jefe de filas, Albert Rivera.
Sin imaginarse probablemente en aquella época del CDS, que acabaría desempeñando la labor política a nivel municipal hasta en cuatro legislaturas, en dos épocas diferentes y con diferentes colores políticos, pero siempre con la clara idea de que “los políticos están para mejorar la vida de los ciudadanos”.
¿Cómo acaba usted a pasar de ser un joven seducido por Adolfo Suárez a estar en la primera fila del municipalismo?
No tenía entre mis objetivos la política, ya que mi vida profesional se inicia en 1985, cuando fundé mi empresa de formación. Nos especializamos en cursos relacionados con administración, comercio, informática e idiomas, colaborando con otras administraciones para impartir este tipo de formación.
La inquietud aparece porque fueron tiempos difíciles con una crisis muy agudizada, y que siempre estaba presente eso de ‘yo cambiaría la política’ para que se pudiera ayudar a los que crean riqueza y puestos de trabajo; que son las empresas, los autónomos, las PYMES, los emprendedores…
Todos ellos van haciendo que este país vaya rodando, y son fundamentales para que los que empleos sean estables. Respetando todos los derechos sociales, especialmente el salarial, pues sin una plantilla integrada y satisfecha se penaliza la productividad y la empresa tiende a desaparecer.
Y además estaba contagiado por el espíritu de la transición… y de Adolfo Suárez.
Desde adolescente sentía esa transición eufórica, ya que veníamos de unas restricciones morales y sociales a pasar a disfrutar de la libertad, la democracia, el derecho personal… que nos han hecho avanzar como sociedad europea. A mí todo eso me entusiasmó y me hice un fanático de Adolfo Suarez.
«Creo que la política puede cambiar en horas»
Cuéntenos como fueron esos primeros pasos en política.
No llegué a participar de una manera directa con la UCD o el CDS, pero sí algo más colaborando con el Partido Popular, aunque como ya he dicho entre mis objetivos no estaba participar estando en primera línea de la política, toda la energía era plena para consolidar mi empresa.
Pero surge un movimiento civil, aglutinado en un partido local, el Partido de Mutxamel independiente (PMI), del que fui candidato en dos ocasiones, en 1995 hasta 1999 y una segunda en 1999 hasta 2003 en una en confluencia con Unió Valenciana.
¿Fue entonces cuando decidió dar un paso al frente?
Me eligieron a mí como candidato y fue curioso porque era el más joven y menos conocido, con lo que me sorprendió, pero asumí la responsabilidad ya que me parecía que no era de recibo no aceptar el reto cuando te habías comprometido con un proyecto, aunque no fuera mi objetivo ser protagonista.
Eso fue en 1995, pero pasaron veinte años y en 2015 es cuando nuevamente se repite la historia, esta vez con Ciudadanos. ¿Pensaba que regresaría a la política?
Una vez que terminaron estas legislaturas, desde el 1995 hasta 2003, tuve alguna vinculación de forma interna con algún partido, pero sin dar el salto a asumir responsabilidad institucional, hasta que apareció Ciudadanos y vuelve a repetirse la historia.
De nuevo yo no era el designado para ser la cara visible del proyecto, pero la persona que estaba predestinada a este trabajo se echó atrás cuando ya estaba lanzado el ‘proyecto ciudadano’ y se había avanzado el mensaje de la implantación en Mutxamel, con lo que no me quedó más que asumir protagonismo y tirar adelante con ello.
«El bono consumo esperamos que sea un proyecto consolidado»
¿Qué es lo que le atraía en ese momento de la formación naranja?
Tener un líder como Albert Rivera, que él sólo era capaz de ilusionar y envolvernos en el trabajo con un mensaje que cuajó en la sociedad española, con un equipo que venía de la sociedad civil, de la universidad, la empresa, funcionarios… hizo que los resultados fueran en cascada ascendente hasta los que obtuvimos en 2015, inesperados, cuando se había constituido la agrupación unos meses antes. Esto ha sido inaudito en la política.
En la actualidad estamos en fase de recuperar esa ilusión y conexión con la sociedad que antes había confiado, y que daremos todo de nosotros para convencer, porque cuando hemos tenido oportunidad de participar en gobiernos hemos demostrado primero lealtad con nuestros socios y segundo ser buenos gestores.
De momento las encuestas son desfavorables. Usted ha sido una persona capaz de reciclarse en varias ocasiones a lo largo de su vida, ¿cree que eso le falta a algunos partidos políticos?
Los partidos políticos están ideados para mejorar la vida de todos, pero muchas veces se pierde la realidad y se creen que están en un nivel superior, se pierde la perspectiva. Por eso, es muy importante conocer la política más cercana al ciudadano, la municipal, porque ese contacto te hace ver la realidad diaria.
«Me hice un fanático de Adolfo Suárez»
¿Sería adecuado que para ser, por ejemplo, diputado, fuera necesario haber pasado previamente por un ayuntamiento para que no pierdan esa perspectiva a la que se refiere?
En política falta que quien la ejerce, casi en general, pasen por todos los niveles de la política y tener esa estrecha relación con los vecinos; eso hace que no se pierda la esencia de servicio público. Cuando se pierde, se inicia esa desconexión, incluso en el interior de las organizaciones, los afiliados.
Hablaba antes de la necesidad de empezar en un ayuntamiento como paso previo a cotas mayores. ¿Será ese su caso?
Yo me he quedado ahí porque era la responsabilidad que asumí, de alguna manera tratar de mejorar mi pueblo en la medida que yo pueda. Pongo el esfuerzo y el trabajo, el éxito llegará o no, pero si le pones toda la energía y el talento mal no debe salir, porque estás poniendo todo de ti.
¿En qué situación se encuentra Mutxamel en estos momentos?
La distribución urbanística que tenemos, un término municipal muy disperso en el que entre las partidas y urbanizaciones residen el 45% del censo del municipio de unos 26.500 habitantes, genera que se tenga que hacer un esfuerzo mayor desde el Ayuntamiento, ya que todos deben disponer de los mismos servicios.
Al mismo tiempo la ciudad no tiene una definición muy clara, y a mí me duele mucho cuando dicen que Mutxamel es una ciudad dormitorio, porque eso te aboca a ser una ciudad sin vida, sin luz, sin futuro, sin tener una productividad propia.
«Falta que los políticos pasen por todos los niveles de la política»
¿De qué manera se puede cambiar esa situación?
Se están implantando proyectos de identidad como pueblo, desde todas las áreas, para mostrar nuestras fortalezas, nuestra gastronomía, productos autóctonos, fiestas, turismo hídrico y ecológico, comercio, pequeña y mediana industria… Damos muchísimas ayudas en todos los ámbitos para que esta identidad sea conocida tanto en nuestro municipio, como también fuera de él.
Con todo, estamos en unos inicios, hay que seguir ahondando y trabajando en ello, atrayendo a Mutxamel para que se visite y conozcan nuestras fiestas, cultura, medioambiente… y así, que haya un comercio importante, empresas motoras que lancen todo lo que es Mutxamel y atraiga a otras que también puedan acabar en el municipio y que el empleo sea sostenible, es decir, que los propios recursos económicos del municipio sean suficientes para dar empleo a todas las personas en edad de trabajar.
Es decir, que la gente pueda vivir y trabajar sin salir de Mutxamel.
Habrá unas 17.000 personas en edad laboral y en empresas ubicadas en Mutxamel se puede dar cabida a unas 6.000 personas. Eso tiene que ir avanzando, porque si se depende de otros municipios colindantes o Alicante ocurrirá que sí que acabaremos siendo una ciudad dormitorio.
Esto es un global, hay que sincronizar todo: que haya empresas, talento, emprendedores, buenos recursos humanos y empresas motoras que atraigan a otras. Todo eso hará que los mutxameleros y mutxameleras no se tenga que ir fuera.
«Los partidos políticos están ideados para mejorar la vida de los conciudadanos, pero muchos pierden la perspectiva»
Ahí entra la modernización del comercio y las empresas locales. ¿Es Conecta Mutxamel el gran ejemplo de esa modernización de la que hablaba?
En 2009 se hizo un plan de acción comercial que definía varias zonas comerciales y ahí se daba ya algunas líneas a seguir. Ahora, quizá el tema de la pandemia, que nos ha hecho sufrir tanto, nos ha enseñado que la tecnología nos podía ayudar en ese momento a tener unas posibilidades que de otra manera no se tendría oportunidad.
El Ayuntamiento en ese momento se puso manos a la obra, poniendo a disposición de personas, que no podían salir de casa por su vulnerabilidad a la covid-19, un listado de empresas que distribuían productos esenciales.
Esa situación nos ha hecho dar el paso a confeccionar un recurso y puesta en marcha con un entorno visual y tecnológico como es la página web donde puedes ver las empresas, sus productos, hacer pedidos por diferentes cauces como WhatsApp Business, por teléfono, en su página web, Facebook… de la forma más simple que se pudiera; por eso le llamamos ‘Conecta Mutxamel: haz tu pedido con un click’. Para que con un click tus necesidades estén cubiertas.
Y ahora, en Navidad, el bono Consume en Mutxamel…
Comprando un bono de 100 euros participas con 50, es decir, un bono de cien te cuesta 50 euros, la mitad. Son dos aspectos, damos una herramienta que sirva de utilidad para que las personas no pierdan su costumbre de comprar online, pero a la vez sin perder la esencia de la empresa de cercanía, que son los que encienden los escaparates por la noche y nos dan luz e ilusión, ¿si no que municipio tenemos?
¿Habrá más campañas de este tipo?
En una idea que, como se dice en informática, es ‘una demo’, pero que si funciona esperamos que sea un proyecto consolidado dentro de lo que es la promoción y desarrollo local del municipio.
«El servicio de transporte no es deficitario, es malísimo»
¿Cuál es el proyecto con el que pretende dinamizar el comercio en la zona Norte, en el entorno del ‘Ravalet’?
En ese amplio entorno puede haber 101 locales, de los cuales hay 56 cerrados. Eso quiere decir que allí hay una posibilidad física de que exista un auge empresarial.
Debe de mejorarse el mobiliario urbano e iluminación adecuada, unido a unas medidas desde el Ayuntamiento que impulsen la zona. Para dinamizar, queremos ayudar ofreciendo unos vinilos, para que esos locales cerrados se anuncien, iluminando durante las tardes imágenes variadas, frutas, zapatos, ropa, perfumería, peluquerías… El mensaje debe ser que existen unos espacios para alquilar o vender, siempre que sea para realizar una actividad.
Es una apuesta personal desde la concejalía, para intentar dinamizar la zona que estaba en el programa desde el principio de la legislatura. Vamos a ponerlo en marcha en 2022 y espero que tenga completa colaboración de los propietarios de los locales, de los emprendedores y que los vecinos lo reciban de forma positiva.
¿Qué puede contarnos de la situación en que se encuentra el servicio de transporte público?
El servicio de transporte no es que sea deficitario, es que es malísimo. Tenemos solo una línea de conexión que tarda unos 40 minutos hasta llegar al centro de Alicante, pasando por el Hospital de Sant Joan. Pero no es lo peor, estamos también incomunicados con la comarca. No tenemos una conexión con San Vicente, donde está la universidad, porque cancelaron la línea.
Creemos que una ciudad de 26.000 personas no es posible que tenga esas comunicaciones. Seguiremos reivindicando y tocando las puertas que sean necesarias para recomponer un servicio no óptimo, pero por lo menos que no sea discriminatorio.
¿Será algún día realidad el TRAM a Mutxamel?
Se formó una plataforma en defensa del TRAM a Sant Joan-Mutxamel y todos los partidos apoyamos la constitución de la misma. Ciudadanos hemos hecho nuestro trabajo en Corts y se incorporó una enmienda que se aceptó, y que aparece en el presente presupuesto 2022 de la Generalitat Valenciana.
Actualmente aparece una partida de ‘Redacción, estudios y proyectos TRAM Mutxamel’, con un coste total de 450.000 euros en dos anualidades: 100.000 para 2022 y 350.000 para el año 2023. Esto a nosotros no nos satisface, que en el año 2022 se realice un gasto de cien mil euros es insuficiente… no podemos estar satisfechos.
Ahora que se acercan las fechas navideñas, ¿qué deseo tendría para Mutxamel?
Mi mayor deseo, es que la salud nos acompañe y esta pandemia nos dé un respiro, para poder vivir en la normalidad. También que Mutxamel tenga por sí sola unos medios productivos y económicos que generen empleo para todas las personas que estén desempleadas, facilitando que las familias no sufran y tengan un apoyo económico. Para ello tienen que llegar muchas iniciativas de emprendedores, pymes, empresas, autónomos, artesanos… que quieran apostar por la localidad, y nosotros les daremos facilidades para que así sea.