Entrevista > María Orts Luchoro / Humorista (Santa Pola, 31-enero-1966)
Hace unos años, el Ayuntamiento de Santa Pola, organizó un curso para hacer monólogos. María Orts se apuntó y eso dio pie a crear su primer monólogo, un texto que hablaba sobre su primera menstruación, siendo de pueblo y en la década de los setenta.
El profesor de la asociación ilicitana de humoristas ‘Magma Comedy’, Nando Arroyo, le propuso estrenar dicho texto en un open mic que tenía lugar en el Raval de Elche y así fue como en 2018 acabaría representando su primer monólogo.
«En España le sacamos punta a todo»
¿Hace falta más sentido del humor en nuestro país?
Creo que somos gente con gran sentido del humor. España es uno de esos países en el que le sacamos punta a todo. Es increíble como a los pocos minutos de surgir una noticia, las redes sociales ya se llenan de memes respecto a ella. Somos gente muy ingeniosa.
Sin embargo, parece que la sociedad aboga cada vez más por la revisión del lenguaje, ¿crees que hay límites para el humor?
El humor no tiene límites. Los límites los pone la persona que está interpretando el monólogo. Yo no puedo divertir a la gente si no me divierto en el escenario y para eso me tengo que sentir cómoda con mi texto. Si hay algún tema que me es incómodo tratar, no lo toco porque el público capta esa incomodidad y no va a disfrutar. En el humor hay variedad de estilos y todos ellos tienen su público. Estoy totalmente en contra de la censura en el humor.
Habrás hecho muchos chistes a lo largo de estos años, ¿te arrepientes de alguno de ellos?
De ninguno. Si en alguna ocasión he hecho chistes comprometidos he sido totalmente consciente de que igual le podrían incomodar a alguna persona, pero como en la vida misma, es imposible contentar a todo el mundo.
Da la sensación de que nunca se os acaban los chistes, ¿es cierto?
Totalmente. Siempre hay situaciones, noticias y anécdotas de las que puedes escribir chistes nuevos. Por ejemplo, sobre el Covid-19 se han hecho miles de chistes, que si las mascarillas, que si las clases de alumnos online, que si el papel del baño, que si los perros para saltarte el confinamiento o que si las restricciones cambiaban continuamente. Además, el chiste también puede surgir de la cotidianidad más absoluta porque la vida es una fuente inagotable de inspiración para hacer chistes.
«Estoy totalmente en contra de la censura en el humor»
¿Se puede vivir de hacer reír a la gente?
Sólo si eres mediático o profesional. Para la mayoría de quienes somos amateurs, los monólogos son un hobby y vivimos de nuestros trabajos. Igual en un mes haces dos bolos que luego te tiras tres meses sin que te llamen para nada.
Pero, ¿qué hace falta para ser humorista?
Pienso que para ser humorista primero debes tener la capacidad de reírte de ti mismo, tener ingenio y vis cómica. No tiene nada que ver ser el payaso de la familia o de los amigos con subirte a un escenario y tener un público delante al que hacer reír. Para subirse a un escenario es imprescindible tener unas nociones, aunque sean básicas, para saber moverte, gesticular, proyectar la voz… eso hay que aprenderlo.
¿Te ha sido difícil hacer reír durante la pandemia?
Mucho. Durante el confinamiento apenas hice nada. Grabar algún vídeo o alguna actuación, pero sin un público delante, es muy frío. Cuando ya se empezó a hacer con público, los aforos eran muy limitados y la gente no se fiaba de meterse en lugares cerrados.
«Para ser humorista primero debes tener la capacidad de reírte de ti mismo»
¿Qué temas sueles abordar en tus monólogos?
Temas de mujeres que hasta ahora habían sido tabú, como la regla, la soltería, la menopausia… También historias de mi adolescencia y juventud, de mi familia, pero sobre todo me río de mí porque es pura terapia.
¿Crees que todavía falta por reivindicar a las mujeres en la comedia?
Se siguen contratando a muchos más cómicos que cómicas porque hay quien dice que las mujeres somos menos graciosas y siempre tratamos los mismos temas. Cosa incierta, pues como ocurre con los cómicos, cada mujer tiene su estilo. Cabe recordar las declaraciones que hizo el gerente de La Chocita del Loro hace unos meses, en las que decía que no contrataba mujeres porque siempre iban de “víctimas y feministas”.
Nuevos matices
La monologuista santapolera está terminando de escribir un nuevo texto que espera tener listo para el próximo mes y que va a ir en la línea que ha seguido hasta ahora, un humor basado en experiencias de su día a día. Es un proyecto con el que va a probar nuevos elementos para ver si cuenta con la aceptación del público y poder descartar chistes o referencias que no funcionen.