Cuando el pasado mes de noviembre el Ayuntamiento de Altea anunció el inminente inicio de las obras de reparación y mejora de la piscina municipal, que fueron licitadas por un importe de 340.000 euros, lo hizo fijando un plazo de ejecución para las mismas de tres meses.
Pasados más de seis meses, el doble de lo inicialmente previsto, la instalación sigue sin haberse reabierto y, según ha reconocido el equipo de gobierno, el final de la intervención podría retrasarse todavía tres meses más.
Las explicaciones del gobierno local han llegado después de que el Partido Popular, principal formación de la oposición municipal, hubiera denunciado que “Altea sigue sin piscina municipal por la ineficacia en la gestión”.
El gobierno local ya ha mantenido reuniones con la empresa adjudicataria para acelerar la reapertura
Numerosas quejas
La presidenta y portavoz de la formación conservadora en la Villa Blanca, Rocío Gómez, lamentó que “llevamos muchos meses con promesas incumplidas” en relación a la puesta en marcha de la piscina municipal.
Una situación que, según Gómez, “repercute en el malestar y quejas continuas de los alteanos ya que deberían poder estar usando este servicio municipal y no lo están haciendo, teniendo que trasladarse a otros municipios vecinos o resignarse a estar sin él”.
La portavoz ‘popular’ recordó que “el 25 de noviembre de 2021 se anunció por parte del concejal de Deportes que en tres meses finalizarían las obras”, algo que, cumplido ya medio año de esa fecha, todavía no ha sucedido.
Polémica por la gestión
Además, Rocío Gómez añadió que, en la fecha prevista de apertura de la instalación, el 25 de febrero de este mismo año, el gobierno local anunció que “la gestión de la piscina iba a ser llevada a cabo por la Empresa Pública”.
Como subraya la propia portavoz del PP en el Ayuntamiento de la Villa Blanca, esa decisión se aprobó “en el pleno de esa misma semana alegando que se iba a abaratar costes, contratar personal y poner en funcionamiento en el primer semestre de 2022”.
La falta de suministros y el incremento de costes son las razones esgrimidas para justificar el retraso
Demasiado retraso
Gómez ha recordado ahora que en aquel segundo mes del año “les pedimos que se dieran prisa en poner en marcha el servicio” denunciado, a la vez, que “a pesar de que los informes aportados no justificaban los ingresos por la gestión, esperábamos que pronto fuera una realidad su puesta en funcionamiento”.
Pasado el tiempo, “y después de preguntar reiteradamente por las posibles fechas de su posible utilización, no obtenemos una respuesta concreta que poder trasladar a los usuarios que nos manifiestan su inquietud”, lamenta la presidenta del Partido Popular de Altea.
Aumento de precio y escasez de material
En respuesta a esa denuncia del Partido Popular, el equipo de gobierno local emitió una nota en la que se explicaba que “a principios del pasado mes de abril”, el alcalde de la Villa Blanca, Jaume Llinares, en compañía de los concejales de Infraestructuras y Deportes, Diego Zaragozí y Pere Barber respectivamente, mantuvieron una reunión con la empresa adjudicataria de las obras de la piscina “con el propósito de buscar soluciones que desbloqueen la situación actual de parón y agilizar las mismas”.
Según ese mismo comunicado, en el cónclave también estuvieron presentes los técnicos de las áreas competentes, así como los servicios jurídicos municipales. Tal y como se ha informado tras la denuncia de los ‘populares’ alteanos, en dicho encuentro “la adjudicataria explicó cuáles son las causas de la demora en las obras, como el aumento de los precios y la falta de materiales a consecuencia del retraso en los envíos internacionales”.
La adjudicataria ha solicitado la ampliación del tiempo para acabar los trabajos de la piscina
Tres meses más
En concreto, el mayor problema al que se han enfrentado los responsables de esa intervención está siendo la falta de “la bomba de calor para el tratamiento del aire y la deshumidificación”, una pieza que, conforme a los pliegos técnicos de licitación de esta obra, tenía que ser renovada.
Según se ha sabido ahora, la reapertura de la piscina se retrasará, al menos, otros tres meses ya que ese es el tiempo que “entre producción y envío” puede tardar la bomba de calor en llegar a la Villa Blanca, “retardando así la finalización de las obras”.
Plazo ampliado
Por este motivo, “la adjudicataria ha solicitado la ampliación del tiempo para acabar los trabajos de la piscina”. Una solicitud que se habría producido en esa reunión mantenida a principios del pasado mes de abril, pero que no ha sido anunciada hasta varias semanas después tras la denuncia pública realizada por la oposición.
En ese sentido, las autoridades municipales se han mostrado “preocupadas” por la situación de “bloqueo que padecen estas obras en la Ciudad Deportiva y los inconvenientes que están sufriendo los usuarios de esta instalación”.
Pese a todo, y “vista la situación expuesta” por la empresa adjudicataria de las obras, el Consistorio de la Villa Blanca “ha aceptado la prórroga solicitada por la mercantil, pero instándole a que, en la medida de lo posible, retomen la actividad en las obras que están pendientes y que no dependen del suministro de materiales”.