La magnetoterapia es un tratamiento utilizado en fisioterapia que consiste en el uso de campos magnéticos de baja o alta frecuencia para curar dolencias crónicas o agudas, sobre todo del sistema músculo esquelético.
Para aplicarla se utiliza una máquina que genera un campo magnético emitido por imanes insertados en diferentes objetos como pulseras, brazaletes, rodilleras, fajas lumbares u órtesis colocadas en la zona a tratar. Estos dispositivos pueden ser planos o cilíndricos. En el primer caso están en contacto con la piel del paciente y en el segundo es la parte del cuerpo del paciente que presenta una lesión la que se introduce dentro.
La intensidad del tratamiento se mide en Gauss y varía en función del aparato utilizado. Es una técnica en la que se utilizan los imanes como medio terapéutico.
Para qué sirve la magnetoterapia
La magnetoterapia genera ondas que se almacenan en los tejidos y que no solo funcionan durante su aplicación sino también un tiempo después. Este periodo más amplio hace posible garantizar una efectividad más profunda.
Se trata de una técnica no invasiva e indolora que ayuda en el control y la disminución del dolor, por lo que su uso es regenerativo y analgésico. Asimismo, ayuda en la aceleración de procesos regenerativos en tejidos del cuerpo y huesos. Se pueden tratar patologías como artrosis, artritis, fibromialgia, osteoporosis, lumbalgia, cervicalgia, desgarros musculares, fisuras óseas, tendinitis, contracturas musculares o parálisis facial.
Beneficios de la magnetoterapia
La magnetoterapia está indicada en el tratamiento de fracturas y reparación del tejido biológico. Produce efectos muy positivos para el cuerpo. Los principales son:
- Aumento de oxígeno en los tejidos.
- Ayuda a metabolizar el calcio en los huesos.
- Estimula la curación ósea.
- Cicatriza las heridas.
- Trabaja como relajante muscular.
- Genera un efecto vasodilatador.
- Es analgésico y antiinflamatorio.
- Regula la circulación sanguínea.
- Acelera el metabolismo.
Así, en el caso de las fracturas óseas su utilización es muy buena, ya que ayuda en la consolidación del hueso, acortando su curación. También ofrece buenos resultados cuando hay desgarros o degeneración de partes óseas. De igual forma la magnetoterapia aumenta la circulación y la secreción de sustancias que ayudan en la regeneración de los tejidos.
Cómo funciona la magnetoterapia. Tratamiento
Aunque el número de sesiones varía en función de la patología a tratar, se suele recomendar realizar la terapia unas 4 veces por semanas, dejando algún día de descanso entre medias. Cada sesión de magnetoterapia tiene una duración de unos 30 o 60 minutos, en los que el paciente no debe portar ningún elemento metálico.
Esta terapia debe prolongarse durante un mes, aproximadamente. Los beneficios en ocasiones son visibles a las pocas horas, aunque lo habitual es que el paciente comience a notar alivio después de las dos primeras aplicaciones.
Este tratamiento está contraindicado en mujeres embarazadas, en personas que tengan marcapasos o implantes metálicos, tensión arterial baja y durante la menstruación. Asimismo, tampoco se recomienda su uso en los menores, al estar en pleno proceso de crecimiento.