En cierta manera, el festival les hizo nacer, a la eldense Asociación de Medios Audiovisuales del Vinalopó (Amav), y ahora que este, tras la pandemia, parece no volver a arrancar, aguantan, proyectan, siguen.
Pero aunque continúen en la brecha, el que ‘Cortos de Aquí y de Allí’ no tenga, por ahora, visos de continuar no deja de ser una espina, para ellos y para el panorama festivalero internacional. En 2018, por ejemplo, se habían recibido cuatrocientas obras.
Fue aquella décimo octava edición una muy especial. En diciembre del año anterior había fallecido a los 46 años José Joaquín Sarabia, camarógrafo, activo festero en los Moros y Cristianos (en la escuadra cristiana ‘Ahora Venís?’, o ‘El Torico’) y creador y alma máter del certamen, y a él se dedicó la edición. Se lanzaba también el premio del público con su nombre. Todo navegaba viento en popa. Pero llegó la pandemia.
El paso del testigo
Rebobinemos: entonces, ¿la Amav gestó ‘Cortos de Aquí y de Allí’? En realidad, podría decirse que fue al revés. “Casi, casi”, explica Alejandro Monzó, “prácticamente nos habíamos constituido, con gente también de Arrebufo, cuando (era 2015) nos hicimos cargo, en colaboración con ellos, del festival. Ya estaban cansados de todo el esfuerzo que toma organizar un festival”. Pero la colaboración dio solo para ese año: “Desde 2016 ya nos hicimos cargo solos”.
La presentación de esta etapa colaborativa entre ambas asociaciones la reseñaban los medios en octubre de 2015, y no solo los locales, dado el sustrato que iba ganando el certamen incluso en el ámbito cinéfilo estatal.
En la presentación de todo ello, incluida la décimo quinta edición del certamen, se contaba con Sarabia, Monzó, José Montero (presidente de la Amav) y la entonces concejala de Cultura, Belén Alvarado. Nacho Vigalondo, responsable del jurado, intervenía en formato vídeo.
Tras fallecer el camarógrafo, se creó un premio en su honor
La gestación del certamen
Rebobinemos de nuevo: ¿Arrebufo? ¿De qué agrupación hablamos? Aún tienen presencia en Internet, y se les sigue considerando como activos en el listado de la Concejalía de Juventud, pero la última anotación parece que fue el tres de diciembre de 2015. La eldense Asociación Audiovisual Arrebufo la fundaban en 1999 “unos pocos amigos aficionados a la cultura audiovisual”.
Pero llegó la pandemia. El festival se celebraba a últimos de año, generando a su vez, entre noviembre y diciembre, una serie de actividades convertidas en una auténtica semana de cine. La última edición que aparece consignada en la página oficial del certamen, la décimo novena, se ofreció a las ocho y media de la noche en la Fundación Paurides (Fundación para el desarrollo de las artes, la cultura y las ciencias en Elda). Pero hubo otra más.
El 2019 se llegaron a mandar 400 producciones
Problemas con la pandemia
“Hicimos una edición ‘online’ en 2020, por la pandemia, pero nos encontramos con problemas”, cuenta Monzó. “Habíamos simplificado el sistema para mandar los cortos, haciendo clic en la plataforma clickforfestivals.com, pero finalmente el Ayuntamiento decidió que se presentaran físicamente”.
Al final, sigue Monzó, “de doscientos trabajos, solo se pudieron presentar cinco” (ganó ‘La increíble vacuna del Doctor Dickinson’, de Alex Rey).
El último certamen por ahora se celebró ‘online’
Envíos físicos y digitales
Una ley, la Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, ampliada con la también Orgánica 7/2021, de 26 de mayo, se interpretó como requerir presencia física donde antes ya se había conseguido la digital. Se reguló el uso de la ‘firma digital’, pero muchas instituciones no han sabido cómo afrontar, sin quebrantos judiciales, todo lo que queda esquinado del texto legal.
Cabe inferir, puesto que se han dado en la pospandemia más casos parecidos, que algo así pudo pasar. Ahora cuentan con el decidido apoyo de Israel Gil, desde la Fundación Paurides, y recordemos que la sesión de 2019 el cartel la saca del foro habitual, el Teatro Castelar, y lo reubica en la entidad creada en 1992 por el eldense Paurides González Vidal (1911-2004).
Perspectivas de futuro
“De 2015 a 2019 fuimos unos diez socios organizando”, sigue Monzó, “pero en 2020 solo quedábamos dos personas, yo, que soy videógrafo, y José Montoro, el presidente, para montarlo todo. Y organizar un festival lleva un desgaste muy serio, y más uno como este, a nivel nacional”.
Ya no hubo certamen en 2021, y ahora se plantean la continuidad, o el reinicio. Pero de momento, con la colaboración de la Fundación Paurides, continúan generando actividades. Queda saber lo que ocurrirá después del verano. Cuáles serán las decisiones. De si continuará creciendo el sueño que tuvo José Joaquín Sarabia.