La digitalización del sistema nacional de salud aspira a contribuir al mantenimiento de un buen nivel de salud en la población española y a fortalecer el sistema sanitario público mediante la capacidad transformadora de las tecnologías digitales dirigida a personas, profesionales de la salud, organizaciones proveedoras de servicios sanitarios y resto de agentes relacionados. De hecho, la OMS reconoce la Salud Digital como un acelerador de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), al identificar estas tecnologías como facilitadores esenciales para garantizar un acceso global y universal a la salud.
Como parte de la estrategia de digitalización del sector, Innsomnia de la mano de Distrito Digital lanzó el programa de Distrito e-Health, un programa de innovación abierta que pretende testar e implementar diferentes soluciones tecnológicas a los retos de la salud digital en el sistema público de salud. El primer paso para implementar soluciones es identificar las necesidades del sistema por parte de sus actores principales, es decir, la definición de los principales retos a abordar en la digitalización del sector de la salud.
En este sentido, el sistema sanitario español no puede sustraerse al crecimiento continuo de la demanda sanitaria con una población que vive más años y que, globalmente, envejece. Los sistemas de información deben apoyar toda la actividad del SNS, desde la vigilancia en salud que permita la detección precoz de riesgos y la respuesta rápida a las amenazas para la población hasta la medicina personalizada buscando la mejor opción para cada paciente. Así pues, se han definido 5 grandes bloques temáticos en los que englobar las distintas iniciativas tecnológicas.
5 grandes retos de la salud digital
Uno de los retos identificados fue la mejora y optimización de la atención primaria, que adolece de una serie de problemas vinculados a la falta de recursos. La atención primaria es la primera línea de acceso a la salud de la gran mayoría de los pacientes, la falta de recursos o su gestión ineficiente puede resultar en una pobre calidad asistencial. La atención primaria puede beneficiarse de la digitalización de diferentes procesos, como la automatización de algunas tareas para que los especialistas puedan dedicar tiempo a la mejora de la asistencia a pacientes. Los sistemas de citas están parcialmente digitalizados, aunque en muchos casos todavía es necesario concertarlas de manera telefónica, sobre todo en citas de medicina especializada. Una de las posibles soluciones a implementar sería la digitalización del proceso de derivación de un paciente de medicina familiar a un especialista determinado, permitiendo también la conexión y comunicación entre un equipo médico interdisciplinar.
La prevención sanitaria es otro de los bloques temáticos, entendido como la vigilancia de la salud, que engloba todas las especialidades, desde la prevención de lesiones musculoesqueléticas a la medicina preventiva de tipo infeccioso. En la medicina preventiva se podrían incluir todas aquellas tecnologías que están enfocadas en la mejora de la salud en general, por ejemplo, de promoción del ejercicio para fortalecer la musculatura, en colectivos concretos de pacientes o en general. También las tecnologías basadas en biometría y dispositivos de monitorización de colectivos en riesgo, como por ejemplo riesgo cardiovascular, para detectar cambios en el estado de salud y poder evitar un evento más grave.
La mejora en la atención a colectivos vulnerables tiene una relevancia significante, como para identificarlo como uno de los grandes bloques que abordar, se incluye a pacientes con problemas de salud crónicos, residentes en áreas mal comunicadas o con dificultades funcionales. Es un grupo muy diverso y heterogéneo, pero una característica común es que necesitan una mayor atención por parte del sistema sanitario. Con especial atención también a pacientes de salud mental. Las herramientas digitales tienen que asegurar una asistencia médica equitativa y no discriminatoria, para lo que pueden servir las soluciones basadas en telemedicina y teleasistencia, entre otras.
La mejora de la eficiencia de procesos del sector sanitario a través de herramientas digitales es transversal al resto de áreas temáticas, ya que aplica a todos los procesos desde la creación del centro de salud al hospital digital. Las soluciones para este reto deberían estar enfocadas a la gestión de datos, mejora de diagnóstico de enfermedades, mejora de los softwares clínicos e interconexión de software y hardware entre distintos centros y territorios.
Por último, con el fin de dar al paciente el reconocimiento y ponerlo en el foco de la innovación, se necesitan soluciones tecnológicas que mejoren la experiencia del paciente (engagement) a lo largo de su recorrido en el sistema sanitario. En un mundo globalizado y con acceso a información, las personas cada vez más se sienten empoderadas y quieren ser partícipes activos en la toma de decisiones con respecto a su salud. Tras un análisis a largo plazo de la adopción de innovaciones por parte de los pacientes, se ha observado que muchos de los nuevos tratamientos o procesos innovadores implementados en el sistema de salud han fracasado si dependían de la adherencia del paciente. Esta falta de adherencia se ha relacionado con la ausencia del paciente en los factores a tener en cuenta desde el inicio del proceso de la innovación. Por este motivo, herramientas que permitan la digitalización de la recogida de PROMs (Patient Reported Outcome Measure) y PREMs (Patient Reported Experience) conllevará a una mejora de los procesos.
En resumen, los retos que enfrenta en la actualidad el SNS son transversales entre sí y requieren, por una parte, aumentar y mejorar la capacidad de actuación de las personas sobre su propia salud, y por otra, reforzar los mecanismos de protección de la salud poblacional y transformar los procesos de promoción de la salud, de prevención de la enfermedad y la discapacidad, así como asistenciales.